Eneas

Antes de la Eneida de Virgilio:

La historia del nacimiento de Eneas se narra en el "Himno Homérico V dedicado a Afrodita". La diosa ha provocado que otros dioses, especialmente Zeus, caigan enamorados de mortales. Las únicas diosas que pueden resistir el poder de Afrodita son Atenea, Ártemis y Hestia. En represalia, Zeus pone deseo en su corazón por Anquises mientras atiende a su ganado entre las colinas cerca del monte Ida.  



Afrodita enamorada del príncipe troyano, se adorna como para una boda entre los dioses y se muestra ante él. Asombrado por su belleza, Anquises tiene la convicción de que ella es una diosa. Afrodita se identifica como una princesa frigia, hija del rey Otreo. Una bellísima joven que le pide que presente a sus padres y la convierta en su esposa, afirmando que es virgen y desconocededora del amor. Afrodita revela su verdadera naturaleza después del ayuntamiento. Anquises teme lo que podría suceder como resultado de su enlace (las uniones de diosas y mortales siempre llevan una desgracia para el mortal: Aurora y Titono, Deméter y Yaso...). Afrodita le asegura que va a ser protegido y que ella dará a luz un hijo llamado Eneas. Sin embargo, le advierte que nunca debe decir a nadie que se ha acostado con una diosa

Cuando nace Eneas, Afrodita lo lleva a las ninfas del monte Ida. Ordena cuidar al niño hasta los cinco años, y luego llevarlo a Anquises. Eneas se educa con las ninfas (Himno Homérico V, 256) o con el centauro Quirón (Jenofonte, Cinegético, I 2). 

La esposa mortal de Anquises es Eriopes, hija de Feres (Hesiquio). Eneas tiene unos medio hermanos llamados Hipodamia (Il. XIII 428) y Lirno (Apd. III, 12. 2-3).

Anquises más tarde se jacta de su encuentro con Afrodita. Zeus castiga su indiscreción golpeándole con un rayo  en el pie. A partir de entonces Anquises es cojo, por lo cual Eneas tiene que llevarlo en su espalda para escapar de las llamas de Troya.

El destino de Eneas es eludir la muerte tras la caída de Troya para evitar la desaparición de la Casa de Dárdano (Il. XX, 302). La huida de Eneas (Dion. I, 47) es consentida por los griegos después de la toma de Troya (Troica de Helánico) o antes (Laoconte de Sófocles) o mediante la traición y entrega de la ciudad (Menécrates de Janto). El viaje de Eneas es desde el Este al Oeste, Venus (el planeta) guia a Eneas (Varrón, Antiquatatum rerum humanarum et divinarum libri XLI, similar al viaje de los Magos del Evangelio según San Mateo 2).

Eneas y Anquises (s. VI AC). Museo de Louvre

Eneida:

Dido (En. I-IV)


I. Cartago:

Juno persigue a los troyanos que huyen en barcos de la destrucción de su ciudad. El resentimiento de la diosa se debe al Juicio de Paris y al Rapto de Ganimedes. Quiere hundir su flota de la misma manera que Atenea hundió a la de Ayax Oileo cuando regresaba a Grecia. Juno pide ayuda a Eolo, que libere los vientos que encierra en sus cavernas. A cambio le entregará 14 nínfas y la más bella de todas, Deyopea, como esposa.

Eolo desencadena la tempestad al libera los vientos. Interviene Neptuno enfadado porque los mares son su dominio y calma el oleaje. Desembarcan los troyanos con siete naves en las costas e Libia. Eneas lamenta la pérdida de sus compañeros. 

Venus intercede ante Júpiter para que ayude a Eneas a fundar una ciudad como el troyano Antenor fundó Padua. Profecía de Júpiter a Venus: Eneas tardará aún tres años en reinar sobre el Lacio, después reinará su hijo Ascanio en Alba Longa durante treinta años y trescientos años después nacerá Rómulo que dará su nombre a los romanos.

Venus ayuda a su hijo. Se aparece con forma de cazadora. Informa a Eneas que se encuentra en tierras de Dido, reina de los tirios. Dido, hermana de Pigmalión, rey de Tiro de la estirpe de Agenor, estaba casada con el rico Siqueo. Pigmalión asesinó a Siqueo para robarle sus riquezas. El fantasma de Siqueo se apareció a Dido y le pide que huya de Tiro. Dido llega hasta las costas de Libia donde compra un terreno que puede abarcar con la piel de un toro que corta en tiras. Funda la ciudad de Birsa que significa "cuero", origen de Cartago.

Eneas y Acates entran en la ciudad rodeados por una nube (como Cadmo en Samotracia y Ulises en Esquería). Eneas observa como construyen la ciudad. En un templo contempla en unos frescos la representación de la guerra de Troya. 

Eneas, oculto por la nube, ve entrar en el templo a la reina Dido y después a los naufragos troyanos, que se habían perdido en la tormenta: Ilioneo, Seresto, Gias y Cloanto. Ilioneo se presenta ante Dido y le pide ayuda para reparar la flota. Dido les ofrece quedarse en Cartago. 

Eneas se revela ante Dido y sus compañeros. Dido lo reconoce y recuerda cómo su padre Belo ayudó al prófugo Teucro a establecerse en Chipre. Eneas envía a Acates en busca de su hijo Ascanio y regalos para Dido: una falda y un manto que perteneciera a Helena, un cetro de Ilione la hija mayor de Príamo, un collar de perlas y una diadema de oro y piedras preciosas. 

Venus manda a Cupido disfrazado de Ascanio para que enamore a Dido de Eneas. La reina ofrece un banquete para tirios y troyanos.
Banquete de Dido y Eneas. Vegilius Romanus folio 100v. Biblioteca Vaticana.


 II. Troya:
 
Callan todos. Eneas cuenta la historia de la caída de Troya. Los griegos abandonan el campamento y se ocultan en la isla de Ténedos. En la orilla dejan  un caballo de madera alto como un monte, en cuyo interior se esconde un grupo de soldados. Reacción de los troyanos, Timetes quiere llevarlo a la ciudad y Capis destruirlo. El sacerdote Laoconte profetiza la destrucción de la ciudad “temo a los griegos incluso si traen regalos”  y arroja una lanza contra el caballo (II. 40). 

Los troyanos traen a un griego llamado Sinón, quien se presenta como un compañero de Palamades a quien los griegos pretendían sacrificar como víctima propiciatoria para el regreso. Sinón convence a los troyanos de que el caballo es un monumento en honor a la diosa Atenea como desagravio por el robo del Paladio. Dos gigantescas serpientes surgen del mar desde Ténedos y devoran a Laoconte y a sus dos hijos. La muerte de Laoconte es interpretada como un presagio. Los troyanos introducen el caballo en la ciudad, destruyendo una parte de sus murallas. Por la noche, Sinón permite salir a los griegos escondidos en el caballo, que se unen a los que regresan de Ténedos.

El fantasma de Héctor aparece ante Eneas y le pide unas nuevas murallas para los dioses Penates de la ciudad. Eneas despierta y desde el tejado ve la destrucción de la ciudad. Eneas encuentra al sacerdote Panto de Otris, quien le confirma la perdición de la ciudad. Reúne a un grupo de guerreros Ripeo, Epito, Hispanis,  Dimante y Corebo hijo de Migdon, el prometido de Casandra,  que se disfrazan de griegos para confundir a los invasores.  Consiguen hacer retroceder a los griegos. Androgeo (¿hijo de Minos resucitado por Asclepio?) los reconoce pero en su huida es mordido por una serpiente.  Corebo ve a su prometida Casandra arrastrada del templo de Atenea y se lanza al combate. El grupo de Eneas es descubierto por los griegos que descubren el engaño por su forma de hablar y las flechas de los troyanos confundidos por los penachos de sus armaduras. Corebo muere a manos de Peneleo.

Eneas prosigue la lucha en las calles de Troya, con el anciano Ífito y el herido Pelias. Se dirigen al palacio de Príamo. Pirro, el hijo de Aquiles, rompe las puertas de palacio. Príamo coge sus armas aunque su esposa Hécuba intenta detenerlo. Pirro hiere a Polites, hijo de Príamo, que consigue huir para morir ante su padre. Pirro asesina a Príamo ante el altar. 

Eneas ve a Helena ante el templo de Vesta y piensa en matarla. Aparece su madre la diosa Venus para explicarle que la culpa de la destrucción de Troya no es de Helena ni de los griegos, sino la voluntad de los dioses. Venus convence a su hijo para que huya de Troya con su familia. Eneas regresa a casa de su padre. 

Eneas y su familia abandonan la ciudad. Creúsa, esposa de Eneas, se pierde en la huida. Eneas regresa para buscar a su esposa y se le aparece el fantasma de Creúsa quien le profetiza un nuevo reino en la lejana Hesperia a orillas del Tiber. Eneas lleva sobre su espalda a su padre Anquises.


Terracota de Eneas, Anquises y Julo, M.A.N. de Nápoles, s. I AC



III. Viaje por mar:

Eneas pasa el invierno en el Mt. Ida de la Tróade, donde construye una flota. En primavera parte del puerto de Antandro. Navega a las costas de Tracia donde funda la ciudad de Aenus a orillas del "Ebro". Los troyanos piensan en instalarse en Tracia pero se produce un prodigio que los desengaña. Eneas arranca unos matorrales para realizar un sacrificio y las ramas comienzan a sangrar. Se oye la voz de Polidoro, hijo de Príamo exiliado en Tracia (En. III 45) asesinado por Poliméstor (Ov. Met. XIII; Eur. Hécuba) a qué llevas a los pechos mortales, maldito deseo del oro....

Los troyanos se embarcan de nuevo y llegan a Delos, donde reina Anio, sacerdote de Apolo y amigo de Anquises. La profecía de Apolo los encamina a la tierra de origen de sus antepasados. Anquises se equivoca al interpretar la profecía como Creta (lugar de nacimiento de Zeus-Júpiter y de donde había vivido Teucro) en lugar del Lacio (donde procede Dárdano). Se dirigen equivocadamente a Creta con la noticia que su enemigo el rey Idomeneo había sido desterrado. 

En Creta fundan la ciudad de Pérgamo. Se produce una peste. Anquises quiere volver a consultar el oráculo de Apolo, pero se produce un segundo prodigio. Los dioses Penates traídos de Troya hablan a Eneas en sueños y le dirigen a Hesperia, a la tierra de los Enotrios, donde reinó el rey Ítalo. Anquises recuerda que ya lo había profetizado Casandra. 

Navegan hasta las Islas Estrófadas, donde habitan las Harpías.  Los troyanos luchan con estas aves monstruosas pero no son capaces de acabar con ellas. La harpía Celeno les maldice para que no puedan amurallar una ciudad hasta que un hambre cruel les obligue a devorar sus propias mesas.
Los troyanos vuelven a navegar y pasan junto a las islas de Duliquio, Zacinto, Same, Nérito e Ítaca.

Llegan a las orillas de Accio  donde celebran unos juegos. Eneas deja como ofrenda el escudo de Abante clavado en la entrada del templo de Apolo, botín de guerra tomado de los griegos (Vir. En. III 286; Hig. Fab. CLXX).

Navegan hasta Epiro, al puerto de Butrinto. Pirro, hijo de Aquiles y rey de Epiro, había fallecido en el enfrentamiento con Orestes, hijo de Agamenón, por la mano de Hermíone, hija de Menelao y Helena.  Una parte de su reino llamada Caonia, es gobernada por Andrómaca (viuda de Héctor) y Heleno (hijo de Príamo). Heleno profetiza a Eneas que fundará una ciudad donde encuentre una gigantesca cerda blanca con 30 lechones (Alba Longa y las ciudades de la federación latina) y previene a Eneas de los peligros de la isla de Circe y de la costa Este de Italia poblada por los enemigos griegos,  convenciéndole para que rodee la isla de Sicilia, evitando a Escila y Caribdis (III 425) hasta llegar a la ciudad de Cumas, donde deberá buscar a la Sibila. Antes de marchar, Heleno hace regalos a Eneas, oro, plata, armas, caballos, remeros y los calderos del oráculo de Dodona.
Parten de Epiro bordeando el Mt. Cerauno y recorren la costa italiana hasta llegar al golfo de Tarento. 

En el estrecho de Mesina evitan los peligros de Escila y Caribdis. Desembarcan en Sicilia, en las laderas del Etna, montaña que aprisiona al gigante encelado (III 575). Encuentro con Aqueménides, hijo de Adamesto, superviviente de la flota de Ulises. Ven al cíclope Polifemo limpiándose la sangre de su ojo. Vuelven a embarcarse e intentan rodear la isla trinacria de Sicilia llegando a Drépano, donde muere Anquises. Una tempestad los arroja a las costas de África.


IV. Dido:


La reina Dido, enamorada de Eneas, habla con su hermana Ana. Dido había huido de Tiro cuando su hermano el rey Pigmalión había matado a su esposo el sacerdote Siqueo y en Libia había rechazado a Jarbas el rey de Numidia. Ana le anima a unirse al troyano y fundar una nueva nación. 

Juno y Venus acuerdan unir los dos pueblos, tirios y troyanos. Juno quiere impedir que Eneas llegue al Lacio.

Dido y Eneas salen de caza. Una tormenta les sorprende y Dido y Eneas se refugian en una cueva. La diosa Fama, última hija de Gea, se encarga de difundir la noticia de la unión de Dido y Eneas.

Jarbas, rey de los Gétulos, hijo de Amón y de Garamantis, se entera de la relación de Eneas y Dido. Júpiter envía a Mercurio para que reproche a Eneas el abandono de su destino en Italia. 

Eneas prepara su partida en secreto con la ayuda de sus capitanes, Mnesteo, Sergesto y Seresto. La diosa Fama informa a Dido que trata de convencer a Eneas que se quede con ella. Dido no tiene aliados porque los pueblos de Libia son hostiles al rechazar a Jarbas y los Tirios de su hermano Pigmalión pueden atacarle. Intenta retener a Eneas o por lo menos retenerlo un tiempo para tener un hijo suyo.

Dido se reúne con su hermana Ana y le pide hacer una pira con sus recuerdos, su ropa y su cama para realizar un hechizo que la libere de su amor.

Mercurio/Hermes se aparece en sueños a Eneas que se está embarcado y le apremia a cortar amarras. Dido ve los barcos alejarse y maldice a Eneas y a sus descendientes. Pide a Barce, la nodriza de Siqueo, que avise a Ana para realizar las ofrendas del sacrificio. Dido se suicida arrojándose sobre una espada. Juno envía a Iris por el alma de Dido.

La reina Dido es abandonada, como Ariadna (Cátulo 64), Medea y Fedra (Eurípides), Circe y Calipso (Odisea), Hipsípila (Apolonio), Deyanira (Sófocles).


Italia (En. IV-VIII)

V. Sicilia:

Eneas desde su nave ve el humo de la pira en el palacio de Dido. El timonel Palinuro informa que la flota es arrojada por una tempestad a las costas de Sicilia, la tierra de Érice, hijo de Venus (medio hermano de Eneas) muerto por Hércules cuando trataba de robar los ganados de Gerión. 

En Sicilia gobierna el troyano Acestes, hijo del río Crimiso (en Dion. I, 52 es hijo de Segesta, hija de un noble troyano exiliado por el rey Laomedonte de Troya) y Hélimo (hijo de Anquises en Licofrón 959). 

Se celebran Juegos Fúnebres por el aniversario de la muerte de Anquises (tb. Hig. Fab. 273, 14).

En la regata queda en primer puesto Cloanto con un barco la figura de Escila en la proa. Cloanto es el antepasado de la gens Cluencia y gana una clámide de oro bordada. El segundo es Mnesteo de quien proceden los Memios y es recompensado con el arnés arrebatado a Demóleo. El tercero es Gias con la nave Quimera que recibe dos calderos de bronce y dos copas de plata. La última nave es la Centauro de Sergesto, ancestro de la gens Sergia, a quien Eneas otorga la esclava cretense Fóloe con dos hijos mellizos.

En la carrera pedestre está a punto de ganar Niso, pero resbala en un charco de sangre; aún así impide que llegue Salio el acarniano para que gane la carrera su amante Euríalo. Euríalo recibe un corcel como vencedor. Hélimo el segundo, una aljaba de flechas tracias y Diores un yelmo argólico. Salio se queja y es recompensado con la piel de un león gétulo y Niso recibe el escudo de Didimaón, recobrado de los griegos que lo arrancaron del templo de Neptuno. Todos los participantes reciben dos venablos cretenses y un hacha de plata de dos filos.

En el pugilato lucha el troyano Dares, vencedor de Butes de la estirpe bébrice del rey Amico, contra el anciano Entelo, alumno de Érice. Entelo derrota a Dares y recibe un novillo de cuernos dorados que sacrifica en honor de Érice. Dares recibe una espada y yelmo como premio de consolación.

En tiro con arco deben acertar a una paloma atada con una cuerda a un mástil. Hipocoonte, hijo de Hírtaco clava su flecha en el madero. Mnesteo corta la flecha y Euritión, hermano del arquero Pándaro, acierta a la paloma. Acestes tira una flecha con tanta fuerza que se incendia en el aire. Eneas proclama vencedor a Acestes y le regala el vaso de Ciselo que había pertenecido a Anquises.

Eneas pide a Epítides, el tutor de su hijo, una competición ecuestre juvenil. Los jóvenes de Troya y de Sicilia divididos en tres grupos dirigidos por Polites, Atis y Ascanio realizan una demostración ecuestre con sus armas.

Juno envía a Iris que toma la forma de Béroe, hija de Dolicles de Tmaro, para que convenza a las mujeres troyanas de establecerse en Sicilia. La anciana Pirgo reconoce a una diosa, que se aleja volando tras ser decubierta.  Al ver el prodigio, las troyanas incendian (algunas) naves con intención de quedarse. Estas naves no sufren la metamorfosis en ninfas.

Los troyanos acuden a Eneas que reza a Júpiter y se desencadena una lluvia que apaga el fuego. El anciano Nautes aconseja a Eneas seguir su viaje pero permitiendo a los que quieran fundar una ciudad en Sicilia con la ayuda de Acestes.

Anquises se aparece a Eneas y le aconseja acudir a la Sibila de Cumas para que le enseñe a bajar al Inframundo donde podrá conocer su destino. Eneas funda una ciudad donde se acogen los troyanos y parte con un grupo reducido.

Venus pide a Neptuno que ayude a Eneas a alcanzar la costa de Italia. Neptuno recuerda que no es la primera vez que ayuda a Eneas y le promete que en la travesía solo perderá a un hombre.

Sueño intenta convencer al piloto Palinuro, hijo de Yaso, que duerma porque el mar está en calma y le roza con un ramo húmedo del rocío de Leteo. Sueño arroja a Palinuro al mar. Eneas descubre que la nave viaja a la deriva y lamenta la pérdida de su timonel.


VI.  Descenso al Infierno:

Eneas llega a la costa de Cumas, colonia griega de Eubea. En la cima de un monte se encuentra el templo de Apolo fundado por Dédalo, donde se encuentra el Oráculo de la Sibila. Eneas contempla la puerta cincelada con la historia del Minotauro hasta que llega el fiel Acates acompañado de la sibila Deifobe. La sibila pide el sacrificio de siete novillos y siete ovejas. Profetiza nuevas guerras contra otro hijo de una diosa (primero Aquiles y luego Turno) por causa de otra mujer (primero Helena y luego Lavinia).

Eneas suplica poder visitar el Inframundo (como Orfeo, Pólux, Teseo y Hércules). La sibila responde que ir al Averno es fácil, lo difícil es salir. Debe cortar una rama dorada de un árbol del bosque consagrado a Hécate, pero antes debe enterrar a uno de sus compañeros y ofrecer en sacrificio ovejas negras.

Eneas y Acates regresan con sus compañeros. En la orilla encuentran a Miseno, hijo de Eolo, ahogado cuando trataba de competir con su trompeta con el dios Tritón (VI, 162). Los troyanos cortan árboles y disponen la pira funeraria. Eneas ve dos palomas (ave dedicada a Venus) que se posan en el árbol con la rama dorada. Construyen el túmulo funerario de Miseno. Delante de la cueva, en un lugar llamado Aoros (sin pájaros) la sibila realiza los sacrificios.

La sibila pide a los compañeros de Eneas que se alejen y entra en la cueva con Eneas. Aparecen  las imágenes de monstruos, Centauros, Escilas, el hecatonquiro Briareo, Gorgonas, Harpías. Llegan a orillas del río Aqueronte. Aparece el barquero Caronte. Las almas de los muertos isepultos deben vagar 100 años antes de cruzar. Eneas reconoce a los licios Leucaspis y a Orontes. Encuentra al piloto Palinuro. El oráculo de Apolo había asegurado que Palinuro llegaría a salvo a la costa Ausonia. Palinuro cuenta que fue asesinado cuando alcanzaba la orilla. Pide a Eneas que entierre su cuerpo en el puerto de Velia o que al menos le permita acompañarlo. La sibila replica que esto es imposible pero le tranquiliza profetizando que los pueblos le alzarán un túmulo y le harán ofrendas (cabo Palinuro).
Caronte se niega a transportarlos recordando a Hércules, Teseo y Piritoo. La sibila le contesta que no vienen a llevarse a Cerbero ni a raptar a Prosperina y le enseña la rama dorada. Caronte accede a cruzar el río.

Eneas y la sibila continúan viajando por el vestíbulo del infierno, entre el Aqueronte y el Tártaro. La sibila arroja a Cerbero una torta con miel y adormidera para sedarlo. Eneas oye las voces de las almas de los niños muertos y de los condenados a muerte por falsa acusación. El rey Minos juzga sus delitos.

En los campos de lágrimas ve las imágenes de las heroínas muertas por causa de amor: Fedra (rechazada por Hipólito), Procris (Céfalo), Erífile (Anfiarao), Evadne (Capaneo), Laodamia (Admeto), Ceneo (Poseidón), Pasifae (Minos) y Dido. Eneas trata de disculparse con Dido pero ella escapa de su presencia.

Llega al campo de los guerreros famosos. Primero aparecen los héroes de Tebas: Tideo, Partenopeo y Adrasto. Después los de Troya: Glauco, Medonte, los hijos de Anténor, Polibetes el sacerdote de Ceres, Ideo el cochero de Príamo. Deifobo, hijo de Príamo, cuenta a Eneas su muerte por la traición de Helena. La sibila los interrumpe. Llegan a una bifuracación del camino, a la izquierda el Tártaro donde penan las almas de los malhechores y a la derecha se encuentra el Eliseo,  los campos de los bienaventurados.

El río Flegetonte rodea los muros del Tártaro. La Furia Tisifone guarda la entrada. La sibila explica que en el Tártaro gobierna Radamantis. Aquí sufren suplicio los Titanes, los Alóadas, Salmoneo, el gigante Ticio al que un buitre devora el hígado, los lápitas Ixión y Piritoo sentados a una mesa de la que no pueden comer (castigo similar al de Tántalo) porque han cometido delitos contra los dioses.

Eneas y la sibila llegan a la puerta de los Campos Eliseos. Dejan la rama dorada en la entrada como ofrenda. Eneas observa el alma de Orfeo y los descendientes de Teucro: Ilo, Asáraco y Dárdano. La sibila se acerca al poeta Museo y le pregunta por el alma de Anquises. Museo los dirige al valle del Leteo.

Eneas encuentra a Anquises que vigila el alma de sus descendientes. Trata de abrazarlo pero como es una sombra, no puede. Las almas que se concentran a las riberas del Leteo son las destinadas a habitar nuevos cuerpos (unas disfrutan en el Eliseo durante 10.000 años pero la mayoría regresan a un cuerpo al cabo de 1.000 años). Anquises presenta a Silvio, hijo de Lavinia con Eneas que será rey de Alba Longa, los descendientes de éste, Procas, Capis, Numitor y Silvio Eneas, Rómulo el fundador de Roma y Augusto que extenderá su imperio desde la tierra de los Garamantes hasta la India. Continúa Anquises presentando a los reyes de Roma: Numa, Tulo y Anco. Después a Bruto, que derrotó a los reyes Tarquinios y a lo lejos le enseña los héroes de la República: Manlio Torcuato que sacrificó a su hijo), Marco Furio Camilo (vencedor de la batalla de Alia), L Mumio (quien conquistará Corinto), L. Emilio Paulo (que derrotó a Perseo el descendiente de Aquiles y conquistó Argos y Micenas). Anquises  prosigue hablando y resalta la misión de Roma de civilizar el mundo,  menciona a Catón (el Censor) y a Aulo Cornelio Coso (vencedor de Lar Tolumnio y segundo general en ofrecer los Spolia Optima después de Rómulo), los dos Escipiones (Asiático y Africano), Cayo Fabricio Luscino (cónsul que luchará contra Pirro y morirá en la extrema pobreza) y Cayo Atilio Régulo Serrano (dedicado a la siembra cuando recibe la noticia de su ascensión al consulado), los Fabios con Quinto Fabio Máximo Cunctactor (el escudo de Roma) y M. Claudio Marcelo (la espada de Roma), tercer y último general que ofrece los Spolia tras la victoria sobre Virdomar (Britomartis) de los galos insubros). Eneas pregunta por un triste joven que acompaña a Marcelo. Anquises se emociona al explicar que se trata de Marcelo, sobrino heredero de Augusto, que morirá muy  joven.

Anquises acompaña a su hijo y a la sibila hasta la puerta de marfil (la misma por la que entran las ilusiones en el Sueño). Eneas se reúne con su grupo y viaja en barco hasta el puerto de Gaeta.


VII. El Lacio:

El puerto de Gaeta recibe su nombre por la nodriza de Eneas, donde los troyanos levantan su túmulo funerario. La flota continua su viaje junto a la isla de Circe hasta llega la desembocadura del Tíber. En esta tierra reina Latino, hijo de Fauno y de la ninfa laurencia Marica. Fauno es hijo del rey Pico, transformado en pájaro carpintero por la hechicera Circe. Lavinia, hija de Latino, es la prometida de Turno, rey de los rútulos. El Lacio está dividido por el río Numico que separa a los laurentes de Latino de los rútulos de Turno. La profecía de Fauno revelada a Latino decía que Lavinia se casará con un príncipe extranjero.
 
Eneas ve cumplido el vaticinio de la harpía Celeno. Los troyanos preparan una comida sobre unas tortas que colocan sobre el césped. La comida escasea y acaban por comerse las tortas. Julo comenta que se han comido  hasta las mesas. Eneas reconoce que han llegado al lugar donde fundarán la nueva ciudad.

Embajada al rey Latino. Latino reconoce a los troyanos y recuerda la historia de Dárdano. Ilioneo pide una tierra en la que asentarse. Latino ofrece a Eneas la mano de su hija Lavinia. Manda los caballos que Circe robara a su padre Helios y un carro para traer a Eneas.

Ira de Juno. La furia Alecto, por orden de Juno, enfrenta a Latinos y Troyanos. Alecto envía una serpiente a la reina Amata, esposa de Latino que la predispone contra los troyanos. Amata intenta convencer a Latino que entregue la mano de Lavinia a Turno. Si Lavinia debe casarse con un príncipe extranjero, Turno es hijo de Dauno y de la ninfa Venulia (hermana de la reina Amata), Dauno es descendiente de Dánae la hija del rey Acrisio de Argos y de Pilumno de Ardea. Amata no convence al rey y presa del frenesí báquico, abandona el hogar con las mujeres del Lacio.

Alecto se aparece en sueños a Turno con la forma de anciana Cálibe. Turno despierta y llama a sus soldados para luchar contra el rey Latino. Estalla la Guerra del Lacio (Dioniso de Halicarnaso, Tito Livio).

Ascanio ha salido a cazar. Alecto induce la furia a sus perros que matan al ciervo de Silvia, hermana de Tirro, pastor del rey. Silvia llama a los campesinos y comienza una lucha entre laurentes y troyanos. Muere Almón, hijo de Tirro y el anciano Galeso que intentó mediar por la paz.
Latino sigue negándose a declarar la guerra y se encierra en su palacio. La diosa Juno abre las puertas del templo de Jano.

Turno reúne a su ejército de aliados:
- Mecencio el etrusco y su hijo Lauso de la ciudad de Agila. 
- Aventino, hijo de la sacerdotisa Rea y de Hércules. Vestido con piel de león, dirige un ejército Sabinos.
- Los gemelos Catilo y Coras de Tiburtina aunque oriundos de Argos (descendientes de Anfiarao, Plinio, H.N. XVI 237). 
- Céculo de Preneste, hijo de Vulcano, con sus aliados de Anio, Anagna y Amaseno.
- Mesapo, descendiente de Neptuno, con sus Fescenios y Faliscos. 
- Clauso el Sabino (antepasado de la familia Claudia). 
- Haleso, hijo de Agamenón. 
- Ébalo, hijo de Telón de Capri, con los sarrastres. 
- Ufente y los Equículos (Ecuos). 
- Umbrón, sacerdote de los marruvinos (marsos). 
- Virbio, hijo de Hipólito y Aricia. 
- Camila, reina de los Volscos.


VIII. Armas de Eneas:

Turno reúne a sus tropas y manda al heraldo Vénulo para hacer una alianza con Diomedes (casado con Evipe, hija de Dauno y hermana de Turno, asentado en Italia después de la guerra de Troya). 


El dios Tíber se aparece en sueños a Eneas. Predice la fundación de Alba Longa. Aconseja a Eneas unirse con Evandro, rey arcadio establecido en el Palatino, en guerra permanente con los latinos. Eneas prepara dos birremes y antes de partir, sacrifica una cerda blanca como ofrenda a Juno.



Evandro es un príncipe exiliado de Arcadia, hijo de Hermes y la ninfa Carmenta. Eneas y Evandro comparten antepasados comunes, al ser Eneas descendiente de Dárdano, hijo de la atlántide Electra y Evandro de Hermes- Mercurio, hijo de la atlántide Maya. Evandro conoció a Anquises en Arcadia cuando éste acompañaba al rey Príamo de viaje a Salamina para recuperar a su hermana Hesíone. (Dárdano, antepasado de Eneas, es de origen arcadio en Dionisio de Halicarnaso I, 49).



Evandro realiza un sacrificio en conmemoración de la victoria de Hércules sobre Caco el ladrón del ganado de Gerión. El altar está situado en el Mt. Aventino culto a cargo de la familia de Poticios y Pinarios. Se recuerdan las hazañas de Hércules: la muerte de las serpientes en la cuna, las conquistas de Troya y Ecalia, las doce pruebas y la guerra contra los Centauros.



Recorrido por el reino Palanteo. Evandro relata que los primeros habitantes del valle eran faunos y ninfas. Después llegó el exiliado Saturno que les dio leyes y ciudades durante la edad de oro. Siguió una época de guerras y de  invasiones. Reinó Tibris que murió ahogado en el río Álbula, llamado después Tíber. 



Evandro enseña los monumentos de los primeros hombres.  La puerta Carmenta, llamada así por la madre de Evandro. El bosque que une el Palatino con el Capitolio, donde los extranjeros encontrarán asilo. El Lupercal, gruta dedicada a Fauno, donde la loba alimentará a los gemelos Rómulo y Remo. El bosque de Argileto.  La roca Tarpeya sobre el Mt. Capitolio, desde donde se arrojan a los traidores. Las ciudadelas de Janículo y del Capitolino. Llegan a la humilde casa de Evandro. Ven pastar unos rebaños en el lugar donde se levantará el Foro y el lujoso barrio de las Carinas. 



Venus pide a Vulcano armas para Eneas, como antes Tetis para Aquiles y Aurora para su hijo Memnón. Vulcano trabaja en la armadura con los cíclopes del Etna. 



Evandro y su hijo Palante se reúnen con Eneas y Acates. Planean aliarse con Tarconte de  Etruria. Su antiguo rey, Mecencio proveniente de Lidia fundó la ciudad de Agila pero después  fue expulsado a causa de su crueldad y se refugió con los rútulos de Turno. Los etruscos ofrecieron la corona a Evandro pero la rechazó a causa de su avanzada edad. Eneas y Palante se despiden de Evandro y viajan al encuentro con los etruscos. Al despedirse de su hijo, Evandro recuerda su lucha con el rey Erulo, hijo de Felonia cuando llegó al Palantino.



Venus entrega las armas a Eneas. En el escudo, Vulcano labró la futura historia de Roma en el Escudo de Eneas:


- La loba amantando a Rómulo y Remo. 

- El rapto de las Sabinas y el acuerdo de paz de Rómulo y Tito Tacio de Cures. 

- La traición de Meto Fufetio de Alba que se negó a ayudar a Roma en la guerra contra Fidena y por eso será ajusticiado por Tulio Hostilo. 

- La defensa del puente Sublicio de Horacio Cocles contra el ejército de Porsenna y a la doncella Clelia cruzando el Tíber a nado. 

- Marco Manlio y su defensa del Capitolio frente a los galos, sacerdotes salios y desfile de romanas tras la victoria. 

- Catilina en el Tártaro castigado por las Furias y Catón como ejemplo de rectitud. 


En el centro del escudo está labrada la batalla de Accio: Agripa y augusto frente a Marco Antonio y Cleopatra. Neptuno, Venus, Minerva y Marte contra Anubis y los dioses de Oriente. La victoria de Augusto y los pueblos vencidos. Eneas carga su escudo sobre su espalda.


Turno (En. VIII-XII)

IX. Batalla del campamento:
 
Iris, por orden de Juno, se reúne con Turno en el bosque de su padre Pilumno y le revela que Eneas ha abandonado el campamento. Turno toma las armas con los hijos de Tirro y con Mesapo. Los troyanos se refugian tras las murallas. Los rútulos se acercan con antorchas para quemar las naves troyanas que se convierte en ninfas, cumpliendo la promesa que Zeus hiciera a Cibeles cuando los troyanos talaron su bosque sagrado. 

El joven Niso hijo de Hírtaco y Euríalo hijo de Ofeltes  planean  escapar del cerco para avisar a Eneas. Se reúnen con líderes troyanos bajo el mando de Mnesteo y Seresto. Iulo promete una recompensa si consiguen traer a su padre: dos copas de plata de Arisbe, dos trípodes, dos talentos de oro y una crátera, doce esclavas y para Niso el caballo y las armas de turno. Euríalo encomienda a Iulo el cuidado de su madre.  El anciano Aletes apoya a los dos guerreros. Reciben regalos para la su misión: la espada de Licaón de Cnosos, una piel de león de Mnesteo y el yelmo de Aletes.

Niso y Euríalo rompen el sitio aprovechando la noche y que los rútulos se han emborrachado. Euríalo mata al augur Ramnete y le roba su collar. Niso mata a los tres criados, al escudero Remo y al cochero, a Lámino, Lemo y al joven Serrano mientras duerme. Euríalo degüella a Fado, Herbeso, Ábaris, Reto y roba el yelmo de Mesapo. 

Comienza a amanecer. Llega un grupo de rútulos dirigidos por Volscente que descubre a Euríalo por el brillo de su casco. Los troyanos huyen pero Euríalo se retrasa y es capturado. Niso regresa para ayudar a su compañero. Niso mata a Salmón y a Tago con sus dardos. Volcente como venganza mata a Euríalo. Niso se lanza sobre Volcente y consigue matarlo clavando su espada en la boca pero los rútulos acaban con él. Los rútulos exhiben ante el campamento las cabezas sobre picas de Niso y Euríalo. La madre de Euríalo llora desde la muralla la muerte de su hijo.

Los rútulos atacan. Masapo intenta romper la empalizada. Turno prende fuego a un torreón que se derrumba. Turno mata a los dos supervivientes que salen de los escombros, Helénor (hijo de la esclava Licimnia y del rey de Meonia) y a Lico. Los rútulos llenan el foso defensivo de tierra. Lioneo derriba a Lucrecio. Liger a Ematión y a Corineo lo mata Asilas (distinto de En. XII 298). Ceneo a Ortigio. Turno acaba con Ceneo, Itis, Clonio, Dioxipo, Crómolo, Ságaris e Idas. Capis mata a Priverno, herido por Temles. El hijo de Arconte muere de una pedrada de la honda de Mecencio. Ascanio mata a Numano Rémulo, cuñado de Turno, que se burlaba de los troyanos. Apolo, con la forma del viejo Butes, lo felicita pero le pide que no se arriesgue más. 

Pándaro y Bitias tratan de emboscar a los sitiadores abriendo las puertas. Los troyanos consiguen eliminar a Quercente, Aquículo, Tmaro y Hermón. Turno derrota a Antífates, hijo de Sarpedón, Mérope, Erimante y Afidno. Turno mata a Bitias con una viga y Pándaro, al ver caído a su hermano, cierra la puerta. Algunos troyanos han quedado fuera y algunos rútulos dentro de las murallas. Turno ayudado por la inspiración de Juno, mata a Pándaro con un golpe de su espada en la frente. Turno, en lugar de abrir la empalizada, realiza una matanza con los troyanos: Faleris, Giges, Halis, Tegeo, Alcandro, Halio, Noemon, Pritanis, Linceo, Amico, Clicio y el poeta Creteo. Seresteo y Mnesteo acorralan a Turno que se arroja al Tíber.


X. Palante:

Asamblea de los dioses. Venus intercede por su hijo Eneas y por su nieto Julo. Juno discute con venus. Júpiter se declara neutral en la guerra y prohíbe intervenir a los dioses.


Asedio al campamento. Asio (hijo de Ímbraso), Timetes (hijo de Hicetaón), dos troyanos llamados  Asáraco, Cástor, el anciano Timbris y dos hermanos de Saredón, llamados Claro y Temón protegen la muralla. Acmón de Lirneso, Ascanio, Ísmaro, Mnesteo y Capis lanzan proyectiles desde las murallas.



Llegada de Eneas con sus aliados Tirrenos:

- Másico de las ciudades de Clunio y Cosa en la nave con mascarón de tigre, con 1000 guerreros. 

- Abante con la nave de Apolo con 600 de Populonia y 300 de Elba. 

- El augur Asilo de Pisa con 1000 guerreros. 

- Astur de Cere con 300. 

- Cinira de los Ligures. Cupavo, hijo de Cicno con la nave Centauro. 

- Ocno, hijo de Manto con 500 soldados. 

- Auletes con la nave Tritón.



La ninfa Cimodocea avisa a Eneas del asedio de Turno.



Los troyanos desembarcan. Turno anima a su tropa diciendo que la fortuna favorece a los audaces (Audentes fortuna iuvat). La nave de Tarconte embarranca. Eneas provoca una matanza: Terón, Licas, Ciseo, Gías (hijo de Melampo), Farón, Cidón, Ciclio. Los siete hijos de Forco arrojan flechas sobre los troyanos. Eneas mata a Meón y a su hermano Alcánor. Numítor hiere a Acates.



Clauso mata a Driope con su jabalina y a tres tracios de Ismara, hijos de Idas. Se acercan las tropas de Haleso de Aurunca y de Mesapo.



Hazañas de Palante. El hijo de Evandro mata a Lago con su jabalina, a Hisbón con su espada, a Estenio y a Aquémolo (hijo del rey Reto de los marrubios, exiliado en la corte de Dauno por cometer incesto con su madrastra  Casperia). También a los hijos gemelos de Dauco, Lárides y Timbro. Muere Reteo en su carro. Haleso mata a Ladón, Feres y Demódoco, corta la diestra de Estrimonio y elimina a Toante de una pedrada. Palante, tras invocar al dios Tíber, acaba con Haleso.


Lauso mata a Abante. Júpiter impide que se enfrenten Palante y Lauso. Turno se enfrenta a Palante. Palante reza a Hércules, quien no puede intervenir. Lanza su jabalina pero no consigue herir a Turno. Palante muere bajo la lanza de Turno. El rútulo arranca el tahalí del cadáver donde Clono, hijo de Éurito había labrado la historia de las Danaides.

Eneas se abre camino en busca de Turno. Captura a cuatro hijos de Sulmón y cuatro de Ufente para sacrificarlos. Mago suplica en vano por su vida. Persigue al hijo de Hemón, sacerdote de Apolo, hasta que se cae. Seresto toma su armadura.

Céculo y Umbrón restablecen la línea de combate. Eneas sigue atacando, corta la mano izquierda a Ánxur, mata a Tárquito, hijo de Fauno y una dríope. Persigue a Anteo, a Lucas, a Numa y a Carmente, hijo de Volcente. Ataca el carro de Nifeo y los caballos galopan marcha atrás. Líger recuerda a Eneas su derrota frente a Diomedes y a Aquiles cuando fue salvado por Venus y por Neptuno (Il. V 311 e Il. XX 273). Eneas mata a Líger y a su hermano Lucago. Ascanio abandona el campamento.

Juno pide a Júpiter retrasar la muerte de Turno. Recuerda que el dios Pilumno es su tatarabuelo. Juno crea un fantasma con la forma de Eneas. Turno lo persigue hasta subir al barco del rey Osinio. El fantasma desaparece. Juno corta amarras. El barco llega hasta la ciudad de Dauno, padre de Turno.

Mecencio entra en combate. Mata a Hebro (hijo de Dolicaón), a Látrago y a Palmo. Entrega a su hijo Lauso el botín de sus armas. Mata a Mimante, hijo de Teano. Acrón de Córito muere al enfrentarse a Mecencio.  Mecencio vence a Orodes que antes de morir profetiza su final (como Patroclo a Héctor y Héctor a Aquiles, Il. XVI 852 e Il. XXII358).
Relieve de Louis-Léon Cugnot: Mezencio, herido,  socorrido por su hijo Lauso.

Contraatacan los latinos. Cédico decapita a Alcátoo. Sacrátor a Hidaspes. Rapón mata a Partenio y a Orses. Mesapo a Clonio y Ericetes sobre su caballo. Valero al licio Agis. Salio a Tronio pero muere a manos de Nealces.

Lucha de Mecencio y Eneas. Mecencio dispara su lanza y mata a Antores. Eneas hiere a Mecencio. Lauso acude en ayuda de su padre. Eneas mata a Lauso con su espada pero se compadece de él.

Mecencio toma su caballo Rebo y busca a Eneas. Eneas lo derriba con su lanza. Mecencio pide a Eneas que lo entierre al lado de su hijo, que no lo entregue a los etruscos.



XI. Muerte de Camila

Eneas realiza la ofrenda a los dioses de las armas de Mecencio para celebrar su victoria. Los troyanos levantan piras para honrar a sus muertos. Eneas manda el cadáver de Palante a la ciudad de su padre Evandro. Lo viste con una clámide dorada tejida por Dido. El anciano Acates acompaña el séquito. El caballo de Palante, Etón, llora la muerte de su amo (como los caballos de Aquiles lloraron la muerte de Patroclo, Il. VIII, 185). Los soldados de Eneas desfilan con las armas vueltas hacia tierra.



Embajada de los latinos. Un grupo de latinos se acerca portando ramas de olivos. Pactan el rescate de los cuerpos. Eneas propone un duelo singular con Turno. Drances, enemigo de Turno, elogia a Eneas. Los latino acuerdan 12 días de tregua. 



El cortejo fúnebre de Palante llega a la ciudad. Evandro pide a Eneas la vida de Turno.



Los latinos se reúnen. Drances pide un duelo entre Turno y Eneas para finalizar la guerra. Regresa la embajada de Vénulo de Argíripia. Los griegos se niegan a la alianza. Diomedes recuerda las desgracias de la guerra: Ayax muerto en las rocas de Eubea,  los locrios naufragados en Libia, Menelao perdido en Egipto, Ulises enfrentado al Cíclope del Etna, Neoptólemo muerto por Orestes, Idomeneo desterrado, Agamenón asesinado a su regreso. Diomedes elogia a Eneas y anima a los latinos a pactar con los troyanos. 



Turno se enfrenta a Drances. Recuerda sus victorias sobre Palante, Bitias y Pándaro. Recuerda a sus aliados Masapo, Tolumnio y Camila. 



La asamblea se disuelve porque un contingente tirreno avanza sobre Laurento. Turno se prepara para la lucha. El rey Latino lamenta no haber acogido a Eneas, cuando ve su ciudad asediada. Camila se presenta voluntaria para atacar a los sitiadores. Turno prepara una emboscada en un desfiladero para el ejército principal de Eneas.



Diana cuenta a la ninfa Opis la historia de Camila. Metabo, padre de Camila,  escapó de la ciudad de Priverno con su hija en brazos. Cuando está a punto de ser atrapado, lanza a su hija atada a una jabalina lejos de sus perseguidores. La niña se cría entre animales salvajes y es amantada por una yegua (Hig. Fab. CCLII).



La batalla en torno a la ciudad. Tirreno mata a Aconteo. Orsíloco a Rémulo. Cátilo a Julas y Herminio. Camila lucha con su lanza, segur y flechas. Las doncellas guerreras Lavinia, Tula y Tarpeya le acompañan. Camila provoca una gran mortandad entre los aliados de los troyanos: Eumeo hijo de Clicio, Liris, Págaso, Amastro de Hipotas, Tereo, Harpálico, Demofonte, Cromis, Órnito que combate con armadura de cuero, Orsíloco que fallece de un golpe de lanza y Butes de un golpe con la segur. También cae un embustero ligur, hijo de Auno que la convence para luchar a pie. Tarcón anima a sus tirrenos y ataca a Vénulo



El astuto Arunte hiere a Camila mientras persigue a Cloreo para apropiarse de su armadura. Camila muere entre los brazos de la doncella Aca. Opis persigue a Arunte hasta matarlo ante la tumba de Derceno, antiguo rey de Laurento. El ejército rútulo al mando de Atinas huye tras la muerte de Camila. 



Turno corre en ayuda de la ciudad. Aca cuenta a Turno la muerta de Camila. Los rútulos abandonan la emboscada. Eneas entra en el vale con el grueso de sus fuerzas se planta ante las murallas de Lourento.




XII. Muerte de Turno:

Turno se reúne con el rey Latino. Se ofrece a luchar con Eneas. Latino propone a su sobrino otra esposa. Amata llora porque presiente la muerte de Turno. El heraldo Idmón viaja al campamento troyano para pactar una tregua. Turno toma los caballos que Oritía la hija de Erecteo regalara a su antepasado Pilumno, la espada de su padre Dauno forjada por Vulcano, la lanza de Áctor de Araunca y un casco con cuernos, airón y plumas. En las puertas de la ciudad le esperan los soldados con armaduras de hierro y los capitanes Mnesteo, Asilas y Mesapo con armaduras de oro.

Juno habla con la diosa Yuturna, hermana de Turno (deificada por Júpiter a cambio de su virginidad). Persuadida por Juno, Yuturna va intentar romper los pactos.

Eneas y Latino realizan sacrificios ante el Sol (Helios, padre de Circe, la abuela de Latino). Si vence Turno el combate, los troyanos se retirarán a la ciudad de Evandro. Si gana Eneas, troyanos y latinos formarán una alianza entre iguales y levantarán una nueva ciudad llamada Lavinia. Latino jura por su cetro.

Yuturna toma la forma de Camertes. Anima a laurentes y rútulos a la lucha. Ven un presagio, un águila con un cisne entre las garras. Tolumnio el augur rompe el pacto al arrojar su lanza contra uno de los nueve hijos de Gilipo. Troyanos, agilinos y árcades toman las armas. Masapo mata al rey tirreno Auletes sobre el altar. Corineo ataca con un tizón a Ébiso (XII, 298. Macrobio, Saturnales V) y lo remata con la espada. Podalirio ataca sin éxito a Also y muere.

Eneas intenta mediar pero es herido por una flecha. Turno se lanza al combate al ver que Eneas se retira. Turno provoca una gran mortandad: Esténelo, Támiro, Folo, Glauco y su hermano Lades (hijos de Ímbraso), Eumedes (hijo de Dolón, Il. X), Asbites, Cloreo (consiguió escapar de Camila), Síbaris, Dares, Tersíloco, Timetes y Fegeo.

Mnesteo, Acates y Ascanio llevan a Eneas ante el médico Yápige, hijo de Yaso (¿hermano de Palinuro?). Venus toma la yerba de díctamo (tiene el poder de epulsar las flechas clavadas) y la mezcla con ambrosía en el agua que utiliza Yápige para curar la herida. 
Fresco de la Casa de Sirico (Pompeya). Yápige cura la herida de Eneas

Eneas regresa al campo de batalla. Yuturna huye y los troyanos toman ventaja. Eneas mata a Timbreo y a Osiris. Mnesteo a Arcetio. Acates a Epulón. Gías a Ufente. Muere Tolumnio, el culpable de romper la tregua. Yuturna expulsa del carro a Metisco, auriga de Turno, para alejar a su hermano del combate. Mesapo lanza sus jabalinas a Eneas y rompen las plumas del casco. Eneas derrota a Sucrón. Turno ataca a los hermanos Amico y Diores con lanza y espada y cuelga de su carro las cabezas cortadas. Eneas da muerte a Talo, Tánais, Cétego y Onites, hijo de Equión (¿el esparto?). Turno mata a Menetas y a dos hermanos de Licia. Eneas derriba al latino Murrano de una pedrada y sus caballos lo pisotean. Hilo lo remata con su lanza. Turno ataca a Creteo. Eneas a Cupenco. Turno a Eolo. Mnesteo, Sergesto y Seresto componen una línea de batalla frente a Mesapo y Asilas.

Eneas se da cuenta de que la ciudad está desprotegida. Los troyanos atacan Laurento. La reina Amata se suicida en la horca.  Turno reconoce a su hermana con la apariencia del cochero. El herido Sares pide ayuda a Turno. Solo Mesapo y Atinas defienden la ciudad. Turno ve una torre ardiendo cuando entra en la ciudad y ordena bajar las armas.

Comienza el combate entre eneas y Turno. Júpiter pesa los destinos. Turno descubre que perdió la espada de Dauno y esta utilizando la de Metisco. Turno huye. Eneas trata de sacar su lanza clavada en las raíces de un olivo. Juturna entrega a Turno la espada de Dauno. Venus ayuda a Eneas a extraer su lanza.

Júpiter prohíbe a Juno intervenir en la guerra. Juno pide que al finalizar el combate, no desaparezca el nombre de los latinos ni el Lacio. Júpiter le promete que los latinos no dejarán de adorar a Juno y envía a las Furias en busca de Juturna.

Eneas se acerca a Turno. Turno ataca con una piedra que sirve de marco. Eneas hiere a turno en el muslo. Turno se rinde y suplica por su vida. Eneas a punto de perdonarle, ve el tahalí de Palante y mata a Turno.
 
Tabula Iliaca. Tabula Capitolina (Theodoros, s.I-II AC). Musei Capitolini. Roma.

Después de la Eneida de Virgilio:

Según Tito Livio, el rey Latino muere en la guerra. Eneas funda la ciudad de Lavinio, el nombre de su nueva esposa. Más tarde, acoge a la hermana de Dido, Ana Perenna, quien se suicida después de enterarse de los celos de Lavinia.  

Tras la muerte de Eneas, Venus pide a Júpiter hacer su hijo inmortal. El dios río Numico limpia el cuerpo de Eneas de todas sus partes mortales. Venus lo unge con ambrosía y néctar, haciéndole inmortal. Eneas es reconocido como el dios Júpiter Indiges.

Ascanio, llamado Julio, funda Alba Longa treinta años después y es el primero de sus reyes. El segundo rey es Silvio, hijo de Eneas y Lavinia (Dion. I,70).  (Puede que un hermano detente el poder militar y otro el religioso, como Erecteo y Butes en Atenas o Moisés y Aarón). Existe otro Silvio que es hijo de Ascanio.

Rómulo y Remo son descendientes de Eneas a través de su madre Rea Silvia, por lo que Eneas es el progenitor del pueblo romano:

- en 281 AC. La ciudad de Tarento pide ayuda a Pirro de Epiro contra Roma. Como descendiente de Aquiles resultaría vencedor contra los descendientes de los troyanos.
- 246-216 AC. Alianza de Roma con Seleucia a cambio de liberar a sus parientes troyanos de la carga tributaria (citada por Suetonio en Claudio 25).
- 240 AC. Acarnania pide ayuda a Roma en su guerra contra Etolia. Los acarnanios son los únicos griegos que no participaron en la guerra de Troya.
- 196 AC. Tito Quinto Flaminio, en la Declaración de libertad para los griegos en los Juegos Ístmicos de Corinto, señala a los romanos como descendientes de la estirpe de Eneas (Plutarco, Tito 12)
- 190 AC. Lucio Cornelio Escipión realiza un homenaje en Troya (Livio XXVII, 37.3).
- 188 AC. Troya consigue ventajas en la Paz de Apameia.

La familia Julia de Roma (Julio César y Augusto) remonta su linaje a Ascanio y Eneas, de este modo a la diosa Venus. Un augur de este linaje, Próculo Julio en 717 AC es el encargado de comunicar a los romanos la apoteósis de Rómulo (Tito Livio, I, 17). Cayo Julio César en el discurso fúnebre de su tía Julia (68 AC) se declara descendiente de Eneas (Estrabón 13, 1.27) (Suetonio, César 6). 

A través de una rama menor de los Julio (Marco Antonio), los Palemónidas, Reyes del Ponto, descendientes de Pitidoris, (hija de Antonia la hija mayor del triunviro M. Antonio y su primera mujer Antonia Híbrida) y Polemón I, remontan su orígen a EneasLos Grandes Duques de Lituania y Rutenia se consideran descendientes Polemón II del Ponto, desterrado con 500 familias romanas por el emperador Nerón (Crónica de los Grandes Duques de Lituania, s. XV DC).

Los reyes legendarios de Gran Bretaña remontan su familia a través de un bisnieto de Eneas, Bruto, desterrado de Alba Longa por la muerte accidental de Silvio, el hijo de Ascanio (Geoffrey de Monmouth: Historia de los reyes de Britania).