Mito de sucesión

Urano:

Urano es el primer señor del mundo. El primer rey de los Atlantes y conquistador de la mayor parte del mundo habitado, quien reune a los hombres salvajes en una ciudad y les enseña a conservar los frutos cultivados.

Urano también es un sabio y un augur cuyas profecias determinan el curso de la historia de los dioses y los hombres. Observador de los movimientos de los astros que introduce el concepto de año a partir del movimiento del Sol y de mes por los movimientos de la Luna (Diod. III 56).

La castración de Urano, Giorgio Vasari y Cristofano Gherardi (ca. 1560). Sala di Cosimo I, del Palazzo Vecchio (Florencia).


Castración de Urano:

Urano tiene cuarenta y cinco hijos de muchas mujeres, dieciocho de ellos con Gea o Titea. Se desconoce el motivo por el que Urano odia a los hijos que ha engendrado en su madre Gea y los oculta en las profundidades de la tierra (Teog. 157 s.) aunque pudiera estar relacionado con el asesinato por los Titanes de su primogénito Hiperión y sus hijos (Diod. III 57). La Tierra, a punto de reventar (como si el daño en el objeto físico fuese sentido en el espíritu rector o guardián del lugar), suplica a sus hijos y promueve a una rebelión contra su padre. Crono, el menor, acude en su ayuda (Diod. III 60: Crono y Atlas invaden el reino de Urano, pero pueden ser rebeliones distintas).

Gea entrega a Crono como arma una hoz dentada "adamantina" (puede ser un material desconocido o una característica "adámastos", inflexible). Una noche, mientras Urano está extendido en “amorosa unión sobre la Tierra”, Crono corta los órganos genitales de su padre, empuñando la hoz en la mano derecha y sujetándose  con la izquierda (en Apd. I 1.4, los Titanes, con la excepción de Océano, tienden una emboscada a su padre y es Crono quien le amputa los genitales). Urano predice el derrocamiento de Crono por su hijo menor (Teog. 209).

Crono arroja en el mar los genitales de su padre tirándolos a su espalda sin mirar donde caen (siguiendo el conocido ritual del lanzamiento de piedras por Deucalión y Pirra, la prohibición de mirar atrás que se impone a Orfeo para la resurrección de Eurídice, el lanzamiento por Ulises del velo de Leucotea en Odisea V 350, la prohibición de mirar atrás de Lot cuando la destrucción de Sodoma...).

La hoz de Crono se encuentra en el mar junto al promontorio de Drepano en la desembocadura del río Bolineo (Platani) en la costa de Acaya (Paus. VII 23.4).

En la teogonía hurrita, el dios primordial Alalu fue derrocado por Anu (Urano), quien a su vez fue derrocado por Kumarbi (Crono). Cuando Anu intentó escapar, Kumarbi mordió sus genitales y escupió en la tierra tres nuevos dioses: Teshub, Tigris y Tašmišu. Teshub o Tarhun (Zeus, Thor) es el dios de la tormenta y portador del triple rayo que derrota a su padre y a sus monstruosos aliados para convertirse en el dios supremo.

La sangre de Urano:

La castración de Urano es fecunda. Las gotas de sangre secretadas de la herida caen sobre la Tierra que engendra tres grupos de seres: las Erinias, los Gigantes y las Ninfas Melias.

Las Erinias o Furias son personificaciones de la venganza, venerables diosas conocidas como la Euménides (Benévolas). Diosas encargadas de castigar sobre todo a los parricidas (es simbólico su nacimiento de las gotas de sangre del padre mutilado por su hijo). Su aspecto es horrible: mujeres con cabellera de serpientes y blandiendo en las manos látigos que son también serpientes.

Son tres, llamadas Alecto, Tisífone y Megara (Esquilo Hum. 321; Licofrón v. 437 y Servio Aen. VII 327):
- Alecto (implacable) castiga los delitos morales y es la responsable de provocar la guerra entre latinos y troyanos.  
- Megera (celosa) castiga los delitos de infidelidad.  
- Tisífone (vengadora del asesinato) quien castiga los delitos de sangre se enamora de Citerón (Ps-Plut,  De fl. II) rey de Platea y epónimo del monte dedicado a las Erinias (vecino del Mt. Helicón de las Musas).

Las Erinias persiguen a los parricidas Orestes (hijo de Agamenón), Alcmeón (hijo de Anfiarao) y Fénix (tutor de Aquiles) y privan del habla a Janto (caballo de Aquiles, Il. XIX 400).

Los Gigantes son seres colosales con una fuerza intermedia entre dioses y hombres (Od. VII 206) aunque mortales como los hombres (Od. VII 59). Otros seres parecidos a los Gigantes son los Lestrígones y los Feacios (además, Alcínoo, el rey de los Feacios es bisnieto del gigante Eurimedonte; Od. VII 59).

Se conoce un gran número de nombres individuales de Gigantes: Encélado, Alcioneo, Porfirión, Mimante, Efialtes, Éurito, Clitio, Palante, Polibotes, Hipólito, Agrio, Toon, Óbrimo, Reto, Peloro, Énfito, Teodamante, Asco, Oromedonte, Damástor, Paleneo, Equíon, Ctonio, Peloreo.

Las Ninfas Melias son el último grupo de seres que brotan de la Tierra al caer las gotas de sangre de Urano (Calimaco, hymn. I 47, IV 79; Nono X IV 212, X V I 245). Ninfas de los fresnos, semejantes a las Dríades.

Se conoce muy pocos nombres individuales de melias. La madre del rey Ámico es una ninfa llamada Bitínide Melia (Ap. Rd. II 4); hay una Oceánide Melia, madre del ináquida Foroneo; y una Melia, madre de Folo, de Sileno y de Egialeo. La raza de bronce, poderosos guerreros con corazón de pedernal que se regocijan en la guerra y en la matanza, surgen de las melias que pueden ser las ninfas o los fresnos.

Nacimiento de Afrodita Urania:

Los  órganos genitales de Urano caen al mar y junto a ellos se forma una blanca espuma, sobre la que brota la joven diosa del amor y de la belleza, Afrodita. Este suceso ocurre junto a Citera, isla al sur del Peloponeso que en tiempos históricos poseyó un famoso santuario de Afrodita, y viaja hasta Chipre donde establece su residencia principal.

Los nombres usuales de Afrodita son Citerea  y Cipris  y por haber brotado de la espuma, el de Afrodita ("aphrós", espuma).  Afrodita se acompaña con el Amor (Eros, el ser primigenio surgido en cuarto lugar, después del Caos, la Tierra y el Tártaro).

Venus nace de la espuma del mar. Sandro Boticeli.


Crono:

La Edad de Oro:

En los tiempos en que Crono reina en el cielo habita la tierra la primera raza de oro. Son hombres que viven como dioses, con el corazón libre de preocupaciones, sin fatiga ni miseria. Sobre ellos no cae la vejez despreciable, al contrario, siempre con juvenil vitalidad en piernas y brazos, se recrean en fiestas ajenos a todo tipo de males y cuando mueren lo hacen como sumidos en un sueño. Poseen toda clase de alegrías y el campo fértil produce para ellos espontáneamente abundantes y excelentes frutos. Éstos contentos y tranquilos alternan sus faenas con numerosos deleites (Trabajos y días, 110). Así es la raza de oro que fue convertida por Zeus en Demones que vigilan las buenas y malas acciones de los mortales.

En Atenas, durante las fiestas de las Cronias, que se celebran después de las cosechas durante el mes de Hecatombeon, el orden social se invierte, los esclavos son servidos por sus señores y pueden alborotar por la ciudad todo lo que quieran.

Crono devora a sus hijos:

Mutilado Urano por su hijo Crono, los titanes emergen a la luz desde las profundidades de la Tierra. Crono ocupa el poder supremo (Teog. 486 llama a Crono «el Uránida, gran soberano, rey de los primeros dioses»). Se casa con su hermana Rea, tiene seis hijos (las tres hembras, Hestia, Deméter y Hera, y los tres varones, Hades, Poseidón y Zeus, consecutivamente) que devora conforme van naciendo.

Rea, desolada, pide ayuda a sus padres, Urano y Gea, quienes le aconsejan que se vaya a Licto, en Creta, para dar a luz al más joven de sus hijos. Rea y, después de dar a luz a Zeus, lo esconde en una profunda cueva del monte Egeo, y a Crono, en lugar del niño, entrega una piedra envuelta en pañales.

Saturno devora a su hijo, Francisco de Goya (1820-1823). Museo del Prado (Madrid)

Rea no es la única pareja de Crono. Mientras Rea ocultaba a su hijo Zeus, Crono mantuvo relaciones con la Ninfa Fílira en la isla del Mar negro del mismo nombre tomando la forma de semental. Fílara tiene un hijo que es el Centauro Quirón y asustada por la naturaleza monstruosa de su descendiente ruega a Zeus que la transforme en tilo (Hig. Fab. 138).

La huida de Zeus:

Los Curetes:

La crianza de Zeus tiene lugar en Creta (Apolodoro I 1, 6; Higino Fab. 139) en el interior de una gruta, pues Gea oculta a Zeus en su interior (Teog.477). Esta gruta se encuentra en Mt. Ida donde unos Curetes (de Kuros, soldado joven, también encargados de proteger al niño Dioniso y a Épafo) ejecutan armados ruidosas danzas para que el llanto del niño no llegue a oídos de Crono.

Las niñeras de Zeus:

Zeus es criado por la ninfa Amaltea con leche de cabra (Eratóstenes Catast. 13; Higino Astron. II 13; Ovidio Fast. V 115-21 y III 443 s., pero llama Náyade a Amaltea). Puesto que Crono gobierna la tierra, los cielos y el mar, ella debe esconder al infante colgándolo con una cuerda de un árbol, de forma que quedaba suspendido entre la tierra, el mar y el cielo, siendo invisible a su padre (Hig. Fab. 139, es Juno quien lleva junto a Amaltea a su hermano).

Las cuidadoras de Zeus son dos Ninfas llamadas:

 - Adrastea e Ida, hijas de Meliseo, que se encargan de alimentar a Zeus con leche de la cabra Amaltea (en Apolodoro I 1,6);
- Amaltea y Melisa, hijas del rey Meliseo de Creta, crían al niño Júpiter con leche de cabra y miel (en Lactancio 22).
- Hélice y Cinosura catasterizadas en las constelaciones de la Osa mayor y menor. Hélice se identifica también con Calisto en el catasterismo de la Osa Mayor  y Cinosura con una ninfa del séquito de Artemis castigada al descubrirla embarazada (Eratost. Catast. 1 y 2). Zeus, para salvar a sus dos nodrizas de la inminente agresión de Crono, las convierte en osas, convirtiéndose él mismo en dragón, y después catasteriza las tres figuras  (Od. V 272).

La cabra Amaltea:

La cabra (Erastótenes, Higino) es hija del Sol y de aspecto monstruoso. Zeus fabrica con su piel el escudo llamado égida, utilizado también por Atenea y por lo menos en dos ocasiones por Apolo (Il.XV 229, para ayudar a los troyanos; Il.XXIV 20, para proteger el cuerpo de Héctor). La cabra es la estrella Capella en la constelación de Auriga (Erat.13; Hig.Astr. II, 13). Uno de sus cuernos es el Cuerno de la Abundancia (Arato 161-64; Germánico 165-68 y Avieno 405; Arato llama «Olenia», epíteto interpretado como ‘del codo', por encontrarse en el codo u olecranon del Auriga, o bien ‘hija de Óleno’).

La gruta sagrada:

En la gruta sagrada del nacimiento de Zeus, cada año se licua la sangre de Zeus derramada en el momento de su nacimiento lo que provoca un resplandor inmenso de fuego. Habitan en la gruta abejas sagradas que producen la miel que alimentó al niño Zeus. Cuatro ladrones llamados Layo, Céleo, Cerbero y Egolio penetran en la gruta sagrada para robar esta miel y al ver los pañales manchados con la sangre, su armadura de bronce se resquebraja. Zeus quiere fulminarlos con su rayo pero las Moiras y Temis se lo impiden porque está prohibido matar en lugar sagrado. Los ladrones son metamorfoseados en aves (Ant. Lib., Met. 19).

Titanomaquia:

Los aliados. Zeus llegado a la edad adulta, consigue que Crono vomite a sus hermanos en orden inverso del cual los había tragado (después de este segundo nacimiento, Zeus es el mayor de sus hermanos aunque el último concebido) mediante un vomitivo que le administra la Oceánide Metis (Apolod. I 2, 1). Primero vomita la piedra que había deglutido creyendo ser Zeus  que se encuentra en la tierra de Pito, la futura Delfos (Pausanias X 24, 6). Libera Zeus a sus tíos los Cíclopes (Teog. 501-506) que, encadenados por su padre Urano, permanecían todavía en las entrañas de la tierra. Los Cíclopes agradecidos regalan a Zeus su poderoso rayo, a Poseidón su tridente y a Hades su casco que lo vuelve invisible.

Zeus y sus hermanos con la ayuda de otros dioses como la Oceánide Estige y sus hijos la Gloria/Celo, la Victoria/Nike, la Fuerza/Cratos y la Violencia/Bías (Teog. 383 - 401) comienzan una encarnizada guerra contra los aliados de su padre Crono, guerra conocida por la Titanomaquia.

Los Titanes que se alzan contra Zeus son Ceo, Crío, Hiperíon, Crono y Jápeto con sus hijos los Japetiónidas,  Menecio (al que Zeus confina después en el Tártaro en Apolodoro I 2, 3) y Atlas (caudillo de los Titanes en la Titanomaquia según Higino fab. 150 y Mit. Vat. II 53). Se excluye el Hiperiónida Helio (Servio Aen. V I 580), el Océano y a Tetis (II. XX I 195-99 y XX 7).

Los Titanes luchan desde el monte Otris; los Crónidas, desde el Olimpo (Teog. 632-34), con lo que parece que las batallas se producen en la llanura Tesalia que se extiende entre ambas montañas.

Arce. Era la hija de Taumante y hermana gemela de Iris; ambas tenían alas, pero, durante la lucha de los dioses contra los titanes, Arce salió volando del campamento de los dioses y se unió a los titanes. Después de la victoria, Zeus le quitó las alas antes de arrojarla al Tártaro. Cuando vino a la boda de Peleo y Tetis, trajo estas alas como un regalo para Tetis. La nereida cosió a su hijo recién nacido, Aquiles las alas de Arce y su epíteto Podarce significa que sus pies tenían las alas de Arce. (Ptolomeo Hefestión 9 en Focio Miriabiblion 190).

La guerra dura más de diez años sin que ningún bando obtenga la victoria hasta que Gea aconseja a Zeus liberar a los Hecatonquiros, Coto, Briareo y Giges. Zeus los libera, dando muerte para ello a su guardiana, la monstruosa Campe (Apolodoro I 2, 1) y restaura su poder con néctar y ambrosía. Coto agradece a Zeus su liberación de las penumbras a la luz. Los Hecatonquiros luchan contra los Titanes arrojando enormes piedras.

Zeus depone del trono a su padre y le sucede en el gobierno del mundo. Los Titanes son expulsados del cielo y encadenados y encerrados bajo la custodia de los Hecatonquiros (Apolodoro I 2, 1) en las profundidades de la tierra, en el Tártaro, tan distante de la tierra, como ésta del cielo (Teog. 715-33) rodeados por un muro de bronce y cubierto por una espesa niebla. Los Titanes permanecen en prisión hasta que son perdonados por Zeus (Pínd. Pít. IV 289).

Juramento por la Estige. Cuando termina la batalla de Zeus contra los Titanes, como recompensa por su ayuda, Estige se convierte en fiadora de los solemnes juramentos de los dioses. Cuando un dios quiere comprometerse por juramento, Zeus envía a Iris por un jarro de agua del río infernal que sirve de testigo. Si se comete perjuro, el dios permanece un año privado de ambrosía y néctar y durante otros nueve años permanece desterrado de la mesa de los dioses, recuperando su dignidad después de 10 años (Teog. 775). Existe una fuente de este río infernal en Arcadia, cerca de la ciudad de Nonacris (Paus. VIII 17,6).

Saturno y Jano:

Saturno y Cronos. El romano Saturno se identifica con el dios Cronos, que es lo mismo que Cronos o Tiempo. Saturno obtuvo su nombre porque estaba saturado con los años. La historia de que regularmente devoraba a sus propios hijos se explica por el hecho de que el tiempo devora los cursos de las estaciones y se colma de los años pasados sin llegar a saciarse. Saturno fue encadenado por Júpiter para asegurarse de que sus circuitos no se salieran de control y restringirlo con los lazos de las estrellas, es decir, que el tiempo estuviese delimitado y definido por el movimiento de los astros. (Ov., Sobre la naturaleza de los dioses II 25).

Saturno y la agricultura. Saturno, desterrado del poder por su hijo Júpiter, fue acogido en hospitalidad por Jano, llegado por mar al Lacio. Los hombres aprendieron de él la técnica de la agricultura y así mejoraron su forma de vida que antes de conocer las cosechas era agreste y ruda. Saturno recibió los nombres de Sterculius, Stercutus y Sterces, que derivan de sus funciones agrícolas, pues stercus significa estiércol, excremento de animal utilizado para fertilizar los cultivos (Macrobio, Saturnalia I 7.25); y Stercutius es llamado también Pilumno (Serv. Eneida X 76, en Serv. Eneida IX 4, Pilumno es hermano de un Pitumno que tiene también el nombre de Sterculinius o Sterquilinius).

Jano y Cameses. Jano, el dios con doble cara, es identificado con Caos (Ovidio, Fast. I 103), es hijo del Cielo y de Hécate (Arnobio III 29), «dios de dioses» según el canto de los Salios (Macrobio, Sat. I 9, 14), el más antiguo de los dioses (Juvenal V I 393; Herodiano I 16, 1; Procopio Historia de las guerras V, Guerra Gótica I 19), llegado desde Perrebia en Tesalia (Ateneo 692 d; Plut. Cuestiones Romanas 22) o  o del Mar Jónico (Ovidio Met. XIV 334) al Lacio, donde fue acogido por el rey aborigen Cameses (Macr. Sat. I 7, 19). Agradecido por haber aprendido de él la técnica de la agricultura, lo hace partícipe de su trono. Jano funda una ciudad en la colina en el Lacio llamada Janículo a partir de su nombre, donde en el futuro se levantará Roma.

Los hijos de Jano. Sus hijos son Tibris o Tíber, epónimo del río Tíber, la ninfa Canente (‘Cantante’), esposa de Pico, y Fonto, dios de las fuentes. La madre de Tibris es Camasena, hermana y esposa de Jano (Ateneo XV 692 d-e, pero llamándola Camese y citando a Draconte de Córcira). La madre de Canente es la ninfa Venilia (Ov. Met. XIV 333-38), que es también la madre de Turno (Virgilio Eneida X 76) e identificada con la diosa Salacia, esposa de Neptuno. La madre de Fonto es la ninfa Yuturna, hija del dios Volturno (Arnob. III 29; que en Virgilio Eneida XII 222 es la hermana de Turno, hijo de Dauno en Eneida X 615 y de Venilia en Eneida X 76 y nieto de Pilumno). Jano amó también a otra ninfa, Carna o Crane, diosa de los quicios de las puertas (Ov. Fast. VI 101; llamada Cardea en San Agustín, La ciudad de Dios IV 8 y VI 7).

Carna y Jano. En el antiguo bosque de Helerno está situado junto al Tíber, nació una ninfa llamada Carna o Crane. Acostumbraba a recorrer los campos y perseguir con dardos a las fieras y echar las redes anudadas en un valle profundo. Cuando creció fue requerida en vano muchas veces por numerosos pretendientes de quienes se ocultaba. Jano la habia visto, y preso de pasión al verla, había empleado blandas palabras frente a su dureza. La ninfa le invitó a que buscasen una cueva más alejada, e iba acompañándole, pero se descolgó de su guía. Jano que puede ver lo que ocurre a su espalda, descubrió su escondite. A cambio de su unión, Crane recibió el derecho sobre los goznes; ésa es la recompensa por haber perdido su virginidad. Jano le dio una espina blanca con la que pudiese repeler de las puertas los amargos agravios.

Las estriges. Son unos pajaros voraces que descienden de las Harpías que torturaban a Fineo. Tienen una cabeza grande, ojos fijos, aptos para la rapiña, las plumas blancas y anzuelos por uñas. Vuelan de noche y atacan a los niños, desamparados de nodriza, y los arañan en la cuna. Desgarran con el pico las vísceras del lactante y tienen las fauces llenas de la sangre que beben. Su nombre es «striges»(vampiros) porque emiten un estridor (stridere) escalofriante por la noche. Estos pájaros llegaron a meterse en la habitación del niño Proca (futuro rey de Alba Longa, padre de Númitor y Amulio) que era a los cinco años de edad un botín fresco. Chuparon el pecho del niño con sus lenguas voraces. El pobre muchacho daba vagidos y pedía socorro. Asustada por la voz de su pupilo acudió corriendo la nodriza y halló sus mejillas arafiadas por las aceradas uñas. Fue en busca de Crane y le contó lo sucedido. Crane se acercó a la cuna e inmediatamente tocó tres veces consecutivas las jambas de la puerta con hojas de madroño, marcando el umbral. Salpicó con agua la entrada y ofreció las entrañas crudas de una marrana de dos meses como sacrificio en lugar del niño, prohibiendo a los presentes mirar. Después colocó la varita de espino blanco de Jano en la ventana de la habitación. Los pájaros no volvieron a ultrajar la cuna y el niño recobró su color. (Ov. Fastos I 101).

La nueva edad de oro. Saturno y Jano reinaron juntos y en buena armonía, y fundaron conjuntamente ciudades vecinas. La posteridad les consagró dos meses consecutivos, de forma que diciembre está consagrado a Saturno, y enero (Ianuarius) se ha adueñado del nombre del otro dios (Ianus). Cuando Saturno desapareció de repente Jano planeó acrecentar los honores de aquel dios. En primer lugar, dio el nombre de Saturnia a toda la tierra que obedece a su dominio; luego le consagró un altar y unas fiestas que llamó Saturnales. Se dicen que los tiempos de su reinado fueron muy felices, no solo por la abundancia, sino sobre todo porque no había aún diferencia entre esclavos y hombres libres, por eso, durante las Saturnales, se permite a los esclavos total libertad.

Jano fue el primero en acuñar moneda y también en esto observó agradecimiento hacia Saturno. Como éste había arribado en barco, por un lado se grababa en la moneda un retrato de su propia cabeza, pero por el otro una nave, a fin de transmitir a la posteridad la memoria de Saturno. De aquí el juego de tirar una moneda y adivinar de que lado cae, Caput aut navis (cara o cruz) (Plutarco, Cuestiones Romanas 41).
Templo de Saturno en el Foro de Roma, en la ladera oriental del Capitolio. En su interior se guardaba el Tesoro Público o Ærarium populi Romani.

El Lacio. Los reyes del Lacio descienden de Saturno y de Jano. Saturno fue padre de Pico, éste de Fauno y éste de Latino (Virg. Eneida VII 454; Ovidio Met. XIV 320; Silio Itálico VIII 439).

Pico fue el marido de la hija de Jano, Canente, que, por mantenerse fiel a ella, desdeñando a Circe, ésta lo convierte en pájaro pico (Ovidio Met. XIV 333; en cambio, en Virgilio Eneida VII 189 la esposa de Pico es la propia Circe; según Plutarco Cuest. Rom. 21, fue la esposa de Pico, quien lo metamorfoseó; en Servio Eneida VII 190 la esposa de Pico se llama Pomona, que es, en Ov. Met. XIV 622, una Hamadríade amada por el dios Vertumno).

Fauno (‘Favorecedor’), dios protector, especialmente de los rebaños, llamado también Silvano e identificado con Pan (Ov. Fast. II 271); con frecuencia pluralizado también, como vimos, en los Faunos y Silvanos identificados a su vez con los Sátiros o Silenos.

Latino, epónimo del Lacio y padre de Lavinia la segunda esposa de Eneas. La madre de Latino es la ninfa Marica (Virgilio Eneida VII 47) o Fauna o Fatua, que es la hermana y esposa de Fauno (Lactancio Instituciones Divinas I 22; Servio Eneida V II 47). Marica se identifica con Circe, hija del Helios, porque sus caballos llevan el emblema de su abuelo el Sol (Eneida XII 164). Fenta o Fatua, se identifica con la llamada Bona Dea (Arnobio I 36) que también es hija de Fauno (Macrobio Sat. I 12, 21, 22, 24 y 27). En otras versiones Latino es hijo de Hércules y de cierta muchacha hiperbórea que se convierte en esposa de Fauno después de haber quedado encinta de Hércules (Dion. Hal. I 43; Escolio a Licofrón 1232), o de Hércules y una hija de Fauno (Justino XLIII 1, 9). Latino es hijo de Ulises y Circe (Hes. Teog. 1011) o de Telémaco y Circe (Hig. Fab. 127).

Templo de Jano. En tiempos de Rómulo, Jano hizo brotar de su templo un surtidor de agua caliente, para impedir que los Sabinos conquistaran el Capitolio con la ayuda de la traición de Tarpeya (Ov. Fast. I 260). Desde entonces se mantienen abiertas las puertas del templo de Jano en tiempo de guerra, señalando que Jano está en campaña, manteniéndolas cerradas en tiempo de paz (Macrobio Sat. I 9, 17). Las puertas están abiertas para permitir el regreso de los guerreros en tiempo de guerra, y cerradas en tiempo de paz para que la paz no se escape (Ov. Fast. I 277) o para tener bien guardada a la guerra y evitar que el mundo entero se inunde de sangre y mortandad (Virg. Eneida V II 610; también  los espartanos tenían la imagen de Enialio encadenado para que no se les escapase, Paus. III 15. 7).

Destino de Crono/Saturno. Derrotado Crono huye al Lacio donde se oculta de Zeus y gobierna durante un tiempo en el lugar donde se levantará un día la futura Roma (En. VIII 319). Después se exilia en las Isla de los Bienaventirados con Radamantis (Pind. Ol. II 70) o en una isla en los confines del mundo con Briáreo como su guardián (Plut. Moralia 419) donde duerme un sueño eterno.

La división del mundo:

Una vez terminada la Titanomaquia, Zeus se convierte en el rey y soberano de los dioses (Teog. 881-85). Zeus reparte el gobierno del mundo con sus hermanos (Il. XV 187-95; también en Plat. Gorg. 523 a y en Apolod. I 2, 1). Zeus, Poseidón y Hades poseen la soberanía del cielo, el mar y el infierno.  

Hestia, la primogénita de Crono, pero la última en nacer por segunda vez, pretendida por su hermano Poseidon y por su sobrino Apolo, jura por la cabeza de Zeus permanecer vírgen el resto de sus días. Zeus concede a Hestia el honor de ser objeto de culto en todos los templos y ser la primera en recibir las ofrendas de los mortales en los sacrificios (Himno Homérico V A Afrodita, 20).

Estatua de Zesus, museo de Hermitage, San petersburgo (Rusia)

Zeus:

Rebeliones contra Zeus:

La supremacía de Zeus es incontestable: si todos los dioses tiraran del extremo de una cuerda y Zeus del otro, Zeus tendría fuerza para elevarlos por los aires y atarlos al monte Olimpo junto con la tierra y el mar (Il. VIII 19). Su poder es amenazado en cinco rebeliones, tres veces por seres ajenos al poder olímpico y dos debido a la venganza de Hera a causa de las infidelidades del propio Zeus:

- la Titanomaquia, que fracasa por la intervención de los Hecatonquiros.
- la Gigantomaquia
- la lucha de los Alóadas.
- la rebelión de Hera, Atenea y Poseidón planean destronar a Zeus y atarlo pero fracasan por la intervención de Tetis que avisa al hecatonquiro Briáreo (Il. I 396).
- la segunda Gigantomaquia o Titanomaquia, promovida por Hera.

Gigantomaquia:

La Gigantomaquia es, la guerra entre Gigantes y Dioses, posterior a la Titanomaquia (Píndaro Nem. I 67-69 y Pit. VIII 12 y 17; Apolodoro  I 6, 1).

Gea quiere vengar la derrota y prisión de sus hijos los Titanes. La lucha se desarrolla en los campos de Flegra (Palene, la más occidental de las tres penínsulas que componen la también península de la Calcídica, en el NE. de Grecia).

Un oráculo vaticina la condición imprescindible para la victoria de los dioses contra los Gigantes que al lado de aquéllos combatiese un mortal (Apolodoro I 6, 1). La condición se cumple con la participación en la guerra de Hércules y de Baco (Hor. Carm. II 19, 21-29, Diod. IV 15, 1).

La lucha de Hércules comienza cuando el gigante Alcioneo roba los ganados de Helios o de Gerión. Hércules, que regresa de su expedición contra Troya, derrota al gigante con sus flechas.

Los gigantes asaltan el Olimpo. Los dioses atacan a los gigantes dejando el golpe de gracia para Heracles: Porfirión, el líder de los gigantes intenta violar a la diosa Hera y es herido por el rayo de Zeus y rematado por las flechas de Heracles; Apolo acierta con una flecha en el ojo izquierdo de Efiales y Heracles en el derecho.

Dioniso ataca a Éurito con su tirso. Hécate a Clitio con antorchas encendidas. Hefesto ataca a Mimante con hierros al rojo vivo. Atenea mata a Encelado, arrojando sobre él la isla de Sicilia y desuella a Palante cuya piel utiliza de armadura. Poseidón persigue a Polipetes por el Egeo y arranca una parte de la isla de Cos que arroja sobre él creando la isla de Nísiros, entre Cos y Rodas (lo sepulta bajo el cabo Quelone en Paus. I 2.4). Hades mata a Hipólito, Ártemis a Gratión y las Moiras derriban a Agrio y a Toante que son rematados por Heracles (Apd. I 6.2).

Los dioses consiguen una victoria total, dando muerte a los Gigantes, algunos de los cuales quedan sepultados debajo de islas o de montañas.
Gigantomaquia, Hécate y Ártemis. Altar de Pérgamo (Berlín)
Catálogo de Gigantes:

Agrio ("salvaje") Las Moiras que lo golpean con mazas de bronce hasta matarlo (Apd. I 6.2).

Alcioneo ("burro poderoso"). Uno de los líderes de la Gigantomaquia. Inmortal siempre que se encuentre en su tierra de origen, es muerto por Heracles que lo arrastra fuera de Palene. Aparece como guardián del istmo de Corinto (Pind. Nem. IV 44) o como pastor en los campos de Flegra (Pind. Ist. IV 45). Hera promete a Alcioneo la mano de Ártemis si vence a Dioniso. Sus hijas, las siete alciónides se transforman en aves (Suidas).

Alpo. Gigante de Sicilia con gran número de brazos y cabellera de serpientes. Habita la montaña Peloro donde las Ninfas, Pan ni eco se atreven a entrar. Dioniso mata a Alpo con un golpe de su Tirso en la garganta (Nono XXV 236; XLV 172: XLVII 627).

Aristeo. El único gigante que sobrevive a la batalla (Suidas).

Asterio ("brillante"). Gigante invulnerable muerto por Atenea. Su piel es uno de los posibles origenes de la égida (los otros son la piel de Palas o de la Gorgona).

Clitio. Muerto por Hécate con antorchas.

Ctonio ("de la tierra"). Hera promete a Ctonio la mano de Afrodita/Citerea si vence a Dioniso (Nono XLVIII 15).

Damasén ("domador"). Nacido con barna y criado por Éride. La ninfa Moria le pide ayuda contra la serpiente que había matado a su hermano Tilo. Damasén mata a la serpiente pero otra serpiente la resucita con la flor de Zeus (Nono XXV 486).

Dámiso. El gigante más rápido en carrera. Enterrado en Palene. Quirón exhuma a Dámisopara extraer el hueso de su tobillo y reemplazar el del niño Aquiles quemado por el fuego.Por eso Aquiles tiene los pies veloces (Ptol. Hef., Nov. Hist. VI).

Efialtes ("pesadilla"). Apolo le dispara en el ojo izquierdo y Heracles en el derecho.

Encélado ("exhortación"). Hera promete a Encelado la mano de Atenea (Nono XLVIII 15). Derrotado por Atenea y atrapado bajo el monte Etna.

Eurimedón. Rey de los gigantes culpable de la ruina de su raza. Es el padre de Peribea quien tiene Nausitoo rey de los Feacios con Poseidón (Od. VIII 58). Prometeo puede ser el fruto de la violación de Hera por Eurimedón (Escol. Il. XIV 295).

Éurito. Gigante muerto por Dioniso con un golpe de su tirso.

Gratión. Muerto por Ártemis.

Hipólito. Gigante muerto por Hermes con ayuda del casco de invisibilidad de Hades.

Hopladamo. Gigante que acompaña a Rea embarazada de Zeus para protegerla de Crono (Paus. VIII 36.2).

León. Gigante muerto por Heracles es uno de los tres orígenes de la armadura de Heracles (los otros son la piel del león de Citerón y el león de Nemea, Ptol. Hef., Nueva Historia V).

Mimas. Gigante muerto por Hefesto con hierros al rojo vivo.

Palas. Muerto por Atenea. su piel es uno de los posibles orígenes de su escudo (égida o aegis).

Peloro ("monstruoso"). Hera convence a Peloro para que luche con Dioniso. Muerto por Ares.

Picolóo. Gigante que intenta secuestrar ea Circe y muere a manos de Helios. La planta moly crece de su sangre derrramada.

Polibotes. Poseidón arranca un pedazo de la isla de Cos y sepulta a Polibotes creando la isla de Nísiros.

Porfirión ("brotar") Rasga la túnica de Hera cuando intenta violarla. Hera le promete la mano de Hebe si vence a Dioniso (Nono XLVIII 15). Zeus le hiere con un rayo y Heracles le remata con sus flechas.

Tifón ("humo"). Gigante que lucha contra Dioniso (Nono XLVIII 77).

Toante ("rápido") Golpeado con mazas de bronce hasta morir por la Moiras  (Apd. I 6.2).

Tifonomaquia:

Origen de Tifoeo. Terminada la Gigantomaquia, Gea engendra al espantoso Tifioeo o Tifón (Gea enfadada engendra primero a los Gigantes por el castigo de Zeus a los Titanes y después da a luz a Tifón para vengarse de la derrota de los Gigantes (Apd. I 6.1). Tifón es hijo de la rencorosa Hera, después del nacimiento de Atenea de la cabeza de Zeus, concebido sin padre después de rezar Hera a Gea y lo confía a la monstruosa serpiente de Delfos para que lo criara (en Himno homérico a Apolo 307-355; pero la Tifonomaquia es anterior a la Gigantomaquia en Dionisiacas XLVIII de Nono... ¿se trata de una segunda Gigantomaquia provocada por Gea a instancias de Hera para vengar la derrota de los indios terrígenas por Dioniso?).

Descripción. Tifón superaba en estatura a los más altos montes, tocando los astros con la cabeza; de las manos le salían cien cabezas de serpientes y sus extremidades inferiores estaban formadas por anillos de víboras (Teog. 823); todo el cuerpo lo tenía provisto de alas y expele fuego por sus ojos (Apolodoro I 6,3).

Metamorfosis de los dioses. El pánico que Tifoeo provoca en los dioses es tal que emprenden todos la huida a Egipto y allí se metamorfosean (Ov. Met. V 321-31, Apolod. I 6, 3, Higin. Astron. II 28; Antón. Lib. 28): Zeus en toro, Hera en vaca, Apolo en halcón (Ant. Lib. 28) o en cuervo (Ov. V 329), Baco en macho cabrío, Ártemis en gata, Venus en pez, Hermes en ibis. Pan se arroja al Nilo y sus extremidades traseras se convierten en cola de pez dándole un aspecto de pez-cabra, Zeus coloca su imagen etre las estrellas dando origen a la constelaciíon de Capricornio (Hig. Astr. 2.28).

Derrota de Tifoeo. Se produce un encuentro decisivo entre Zeus y Tifoeo. Zeus lo fulmina y llega con él a las manos en el monte Casio de Siria, pero Tifón le atrapa con sus extremidades viperinas y le corta los tendones, tras de lo cual se lo carga a cuestas y lo lleva a la cueva Coricia (en Cilicia, Asia Menor), entregando los tendones al dragón hembra Delfine, monstruo híbrido de mujer y serpiente. Pero Hermes y Pan (o Cadmo) consiguen robar los tendones y se los colocan de nuevo a Zeus, quien, recobrando su fuerza, persigue en su carro a Tifón hasta el Mt. Nisa, donde las Moiras engañan a Tifón haciéndole comer las "frutas efímeras que sustraen su fuerza". Luchando llegan a Tracia y Tifón se defiende descuajando montañas enteras, que arroja contra Zeus. La sangre de Tifón herido por los rayos de Zeus forma la cordillera Hemo.

Castigo de Tifoeo. Huye Tifón a Sicilia, donde por fin es definitivamente vencido por Zeus, que lo sepulta bajo el volcán Etna (Apolod. I 6, 3), cuyas erupciones son las convulsiones de Tifón, atrapado para siempre pero no muerto.

Los hijos de Tifoeo (Hig. Fab. 150). Equidna y el gigante Tifón tienen una monstruosa descendencia:
- Gorgona
- el can Cérbero
- Dragón de las Hespérides
- Dragón de la Cólquide
- Escila
- Esfinge de Tebas
- Quimera de Licia

Los Alóadas:

Origen de los Alóadas.

Los Alóadas son dos muchachos, hijos de Poseidón y de Ifimedía, sobrina y esposa de Aloeo, de la estírpe eólida de Tesalia. Su media hermana es Pancratis. Los hermanos dotados de tan vertiginoso crecimiento a los nueve años de edad medían ya casi dieciséis metros de estatura (9 brazas) y cuatro (9 codos) de anchura (Od. X I 311 y Apd. I 7, 4).

Páncratis e Ifimedía.

Ifimedia y su hija son secuestradas por piratas tracios de Strongyle (Naxos) mientras estan celebrando el culto a Dioniso. Los jefes de los pitatas, Sicelo y Hegetoro (Part. Erot 19, llamados Escelis y Casameno en Diod. V 50) mueren en la lucha por la mano de Pancratis y la joven es entregada al rey Agasámeno. Aloleo manda a su hijos en una expedición contra Naxos pero Pancratis muere poco después de ser liberada.

Ares prisionero.

Los Alóadas mantienen prisionero a Ares durante trece meses en una vasija de bronce (II. V 385-91) como castigo por el asesinato de Adonis, el joven amante de Afrodita. Ares es liberado por Hermes, avisado por Eribea, madrastra de los Alóadas.

Escalera al cielo.

Los Alóadas colocan el monte Osa sobre el Olimpo y el Pelio sobre el Osa con el propósito de llegar al cielo y atacar a los dioses (Apd. I, 7.4; Hig. Fab.28).

La derrota y muerte de los Alóadas:

- Apolo (en la Odisea) acaba con ellos, al parecer antes de que logren alcanzar el cielo, y antes de que llegasen a la pubertad .

- Los Alóadas mueren en Naxos víctimas de una estratagema de Ártemis, a quien quería violar Oto, mientras que Efialtes lo intenta con Hera. Ártemis coloca una cierva (o es la misma diosa transformada) entre ambos, y al intentar ellos cazarla con sus dardos se matan el uno al otro (Pind. Pít. IV 88,156; Ov. Met. V I 116; Hig. Fab. 28).

- Después de la conquista de Naxos, los hermanos luchan entre sí por el control de la isla (Diod. V 59), matándose mutuamente sin intervención de los dioses.

Castigo de los Alóadas.

Los Alóadas son castigados en el Tártaro, atados con serpientes a una columna, espalda contra espalda, sobre la que se posa una lechuza.

Legado de los Alóadas.

Se atribuye a los Alóadas la fundación de las ciudades Aloo en Tracia y Ascra en Beocia (ciudad natal de Hesiodo) y el orígen del culto a las Musas en el Helicón (Paus. IX 29).

La tumba de los Alóadas se encuentran en Antedón (Beocia) (Paus. IX 22.5).

Segunda Titanomaquia:

Una segunda Titanomaquia (Higino Fab. 150) es provocada por Juno, celosa de los amores de Zeus y la argiva Ío. Los Titanes intentan ascender al Cielo pero son arrojados de nuevo al Tártaro por Zeus con la ayuda de Minerva, Apolo y Diana. Atlas, líder de esta segunda Titanomaquia es castigado con la bóveda del cielo sobre sus hombros.

La tierra de Hiriea y Pancaya:

Existe un lugar donde están registradas las hazañas de los dioses desde Urano hasta Zeus. La isla de Pancaya (o Panquea) se encuentra en algún punto en los océanos más allá de Arabia y desde sus alturas puede verse de forma borrosa la costa de la India. Cerca se encuentra la isla de Hiriea (sagrada) famosa por sus especias de mirra, incienso y paliuro. En esta isla, consagrada a los dioses, esta prohibido enterrrar a los muertos.
 
Panquea está habitada por una tribu griega perdida llevada allí desde Creta por el dios Zeus en los primeros días de su reinado.

Pancaya es renombrada por su riqueza en plata y oro. La capital se llama Pánara. Existe un enorme templo dedicado al dios Zeus Trifilio (de las tres tribus) por
que la población original procedía de tres tribus cuyos nombres eran panqueos, oceanitas y doos, destruidos por Ammón. Poseee la isla otras tres ciudades fabulosas denominadas Hiracia, Dálide y Oceánide.
 

Hiriea tiene un rey, a quien corresponde un diezmo de la tierra y los bienes de esta isla, pero los de Panquea se rigen por leyes propias y eligen cada año tres magistrados, aunque no tienen autoridad
para emitir la pena capital y someten los asuntos más importantes a los sacerdotes.

Existe en Panquea un monte consagrado a los dioses, que recibe el nombre de «Trono de Urano» y el de «Olimpo Trifilio». Antiguamente, cuando Urano reinaba en la tierra habitada, se complacía en pasar el tiempo en este lugar y desde la cima del monte observar el cielo y sus astros.

La ciudadanía está dividida en tres castas: la primera entre ellos es la de los sacerdotes y artesanos, la segunda casta es la de los agricultores y ganaderos  y la tercera la de los soldados. Entre ellos no existe la propiedad privada, aunque cada ciudadano puede disponer de una casa y jardín.
Los sacerdotes reciben todos los productos de la tierra y los ingresos y los distribuyen con justicia.
que a cada uno le corresponde, pero los sardotes reciben el doble. Los sacerdotes no pueden abandonar el territorio del templo y si lo hacen, cualquier ciudadano puede darles muerte.

En el templo de Zeus se encuentra una estancia con el lecho y la mesa del dios. Del lecho parte una gran estela de oro con letras que los egipcios llaman sagradas donde estan fueron registradas las hazañas de Urano y de Zeus, y a éstas Hermes añadió las acciones de Ártemis y de Apolo (Diod. V 41).