Perseo

Dánae y la lluvia dorada:

Oráculo de Acrisio:

Acrisio, una vez dividido el reino con su hermano Preto (Apd. II 4), sigue considerándose rey de Argos. Acrisio, casado con Eurídice (Aganipe en Hig. Fab. 63) hija de Lacedemón y Esparta, tiene una hija llamada Dánae. Acrisio pregunta a un oráculo cómo tener hijos varones. El oráculo profetiza que un hijo de su hija Dánae le dará muerte. Los oráculos pueden ser:
  • condicionales, es decir, sujetos al cumplimiento de una condición puede o no ocurrir el suceso funesto (como en el caso de Layo, Edipo o Prometeo). 
  • absolutos, se cumplen siempre y no existe escapatoria posible. Los medios expuestos para impedir su resultado desencadenan una secuencia de acontecimientos que terminan necesariariamente en el cumplimiento de la profecía.

Concepción de Perseo:

Acrisio encierra a su hija en una prisión de bronce bajo tierra para que no tenga relación con los hombres (o en una torre de bronce. Hor., Odas III 16; Ov., Met. IV 697). Zeus consigue acceder a la cámara metamorfoseado en una lluvia de oro a través del techo cayendo hasta el útero de Dánae. Zeus deja embarazada a Dánae de Perseo (Dánae es seducida por su tío Preto y esto provoca la reyerta entre los hermanos, en Apd. II 2.4; pero no existe un padre mortal de Perseo, Hdt. VII 61).  La cámara subterránea de bronce fue destruida por el tirano Perilao (Paus. II 23.7).

El arca de Dánae:

Acrisio introduce a madre e hijo en un arca y la tira al mar. Dánae canta en su arca una triste canción para entretener a su hijo (Simonides 543).

El arca de Dánae y Perseo atraviesa el Egeo y llega a las Cícladas donde encalla en la isla de Sérifos (Apd. II 4). Los Sátiros rederos abren el arca y la acercan a la orilla. Dictis y el viejo Sileno compiten para ofrecer refugio a Dánae y su hijo. Aunque los sátiros amenazan con violar a Dánae, al pequeño Perseo le hace gracia la coronilla calva de Sileno (Esquilo, Los Dictiulcos, Frag. 274-275 Papiro de Oxirrinco). Madre e hijo son recogidos por el pescador Dictis, hermano del rey Polidectes (hijos de eólida Magnes o hijos de Perístenes, descendiente de Nauplio, Ferecides 3F4).

 

Descendencia de Acrisio. Hijos de Perseo se unirán a hijas de Pélope.

La cabeza de Medusa:

La misión de Perseo:

La belleza de Dánae hace que Polidectes, igual que Zeus, caiga enamorado de ella. Pensando que el joven Perseo puede ser un estorbo en sus planes, el rey intenta librarse de él mediante una estratagema que consiste en hacer creer a todo el mundo que pretende conquistar a la princesa Hipodamía (la hija de Enómao y Evarete de Pisa, en Élide). Polidectes celebra una fiesta (éranos) en la que los invitados deben traer regalos. Pide a los habitantes de la isla que le entreguen un caballo como presente para poder ofrecer como dote para la princesa. Al no tener ningún caballo que ofrecer, Perseo promete traer la cabeza de Medusa, una de las tres Gorgonas capaces de convertir en piedra a los hombres sólo con su mirada (es el héroe quien propone la prueba, como Jasón y la búsqueda del vellocino ante Pelías. Apd. II 4; Fer. 3F11; Pind., Pít. XII 14). Polidectes acepta el ofrecimiento, pensando que el joven nunca regresaría.

La ayuda de los dioses:

Zeus decide ayudar a su hijo. Ordena a los dioses Atenea y Hermes que le presten su ayuda. Hermes  entrega a Perseo una hoz de acero (harpê) con la que poder cortar la cabeza de Medusa (un cuchillo de adamantio es regalo de Vulcano, el gorro o pétaso y las talarias o sandalias aladas que permiten volar son los regalos de Hermes en Hig. Astr. II 12) mientras que Atenea le regala un brillante escudo y le aconseja sobre las tareas que tendría que realizar.

Las Grayas:

Con el fin de encontrar el escondite de Medusa, Perseo parte en busca de las hijas de Forcis, las ancianas Grayas, llamadas Dino (terror), Enio (horror) y Penfredo (alarma). Son unas brujas del mar que solo tienen un mismo ojo y un mismo diente que comparten pasándoselos de una a otra. Perseo les arrebata el ojo y el diente, obligándoles a revelar el camino a la presencia de las ninfas Náyades, que conocen con el secreto para derrotar a Medusa. Perseo arroja su único ojo a la laguna Tritónide (Hig., Astr. II 12, Eratóst. 22, según Fórcides de Esquilo).

Las Náyades:

Las Náyades son tres hermosas doncellas que guardan los tesoros de los dioses. Entregan a Perseo un zurrón mágico de metal, la kíbisis, para guardar la cabeza de Medusa, el casco de Hades, que vuelve invisible a quien lo lleve puesto, y las talaria o sandalias aladas que permiten volar (Apd. II 4). Con la ayuda de estos objetos Perseo llega a las costas de Tartessos (Escolio Lic. 653) y consigue introducirse en la residencia de las Gorgonas, que, como las Grayas, eran también hijas de Forcis.

Templo C de Selinunte - Perseo y Medusa, S.VI a.C.


Las Gorgonas:

Las Gorgonas tienen cabezas recuiertas de escamas de dragón, grandes colmillos de jabalí, manos de bronce, alas doradas con las que pueden volar y además convierten en piedra a quien las mire. Perseo encuentra a los monstruos durmiendo. Atenea guía el brazo de Perseo y, utilizando el escudo como espejo, logra cortar la cabeza de Medusa sin tener que mirarla. De la sangre de Medusa nace el caballo alado Pegaso y también el gigante Crisaor, padre de Gerión (Hes., Teog. 278). Perseo huye del palacio de las Gorgonas. Esteno y Euríale, las hermanas inmortales de Medusa, lo buscan, pero sin encontrarlo, ya que el casco lo vuelve invisible.

Euríale grita desesperada y para imitar su funeral gemido, Atenea inventa la flauta a la que llamó "melodía de las muchas cabezas" (Píndaro, Pít. XII.19).

Perseo de Cellini

La cabeza de Medusa se encuentra enterrada en un túmulo cerca del ágora de Argos (Paus. II 21.5). Medusa, no era un ser sobrenatural sino una mujer mortal, era la lideresa de un pueblo de mujeres salvajes (llamadas Gorgonas, Diod. III 52.2) a los que se enfrentó Perseo en Libia, cerca del la laguna Tritónide. Perseo asesinó a Medusa mientras dormía y le cortó la cabeza, fascinado por su belleza, para enseñarla a sus tropas del Peloponeso.

Atlas:

Existen tres etapas en el vuelo de regreso de Perseo. En la primera parte, Perseo viaja al reino de Atlas, en el extremo occidental del mundo, donde se encuentra el huerto de las Hespérides con las manzanas de oro. Atlas es el bisabuelo de la abuela de Perseo según la siguiente línea: Atlas- Taigete- Lacedemón- Eurídice- Dánae- Perseo (Atlas es un pastor local que custodia un árbol de frutos maravillosos en Poliído 837, lo que salva la incongruencia de la historia posterior de Hércules porque sino la metamorfosis no sería permanente)

El oráculo de Temis había prevenido al titán que un hijo de Zeus le robaría su tesoro (las manzanas doradas, en realidad se refería a Hércules, nieto de Perseo e hijo de Zeus). Perseo utiliza el poder de Medusa para convertir a Atlas en montaña (Ovid., Met. IV 617). Como su tamaño es gigantesco, acaba identificado una cordillera en el Noroeste de África, que da su nombre a un océano, el mar de Atlas (Atlántico).

Las gotas derramadas de la cabeza de Medusa se convierten en serpientes venenosas al tocar la tierra en Libia. Una de ellas morderá al argonauta Mopso (Ap. Rd., IV 1504).

Fresco de Perseo y Andrómeda. Casa del sacerdote Amandus. Pompeya.

Andrómeda:

Sacrificio de Andrómeda:

En la segunda etapa, Perseo llega al reino de Etiopía occidental. Aquí encuentra a la princesa Andrómeda desnuda y encadenada a una roca (en la ciudad marítima de Joppa o Jaffa, "la novia del mar" en Israel, Paus. IV 35.9). Había sido dejada por sus padres, los reyes Cefeo y Casiopea, para ser devorada por el monstruo marino Ceto por orden del oráculo de Ammon de Siwa, para aplacar su furia. 

El monstruo Ceto:

Andrómeda tiene que pagar con su vida por un delito cometido por su madre Casiopea, quien se había gloriado de ser tan bella como las Nereidas o su hija Andrómeda más bella que las Nereidas (Hig. Fab. 64). 

Perseo, enamorado de la princesa, decide liberarla, por lo que tras pedir su mano a Cefeo y Casiopea mata al monstruo con su espada o petrificando una parte del monstruo al mostrarle la cabeza de Medusa.

Eros, llamado por las oraciones de Perseo, desata a Andrómeda. Ceto cae a la orilla revolcado en corrientes de sangre que dan color al mar (Filóstrato 1.21, el suceso tiene lugar en el Mar Rojo).

Boda de Perseo y Andrómeda:

Durante el banquete de bodas con Andrómeda, llega Fineo, tío paterno de ésta y a la vez su antiguo prometido. Comienza una batalla entre quienes apoyaban el enlace y los partidarios de Fineo. Cefeo, padre de Andrómeda, declarar su favor por Perseo pero no participa en la lucha. La diosa Atenea aparece para apoyar a su hermano. 

Perseo mata con un leño al joven indo Atis y con la espada a su amante el asirio Licabante. El sienita Forbante y el libio Anfimedonte resbalan en la sangre fresca y Perseo los remata. A Érito el Actórida aplasta con una enorme crátera. Caen Polidegmón, Abaris el caucasio, Liceto el Esperquiónida, Hélice, Flegias y Clito, cuyos cuerpos se amontonan en el suelo. Fineo, que no se atreve a luchar con Perseo, lanza un dardo y acierta al tibio Ida, quien evitaba los dos bandos. Hodites el cefeno cae bajo la espada de Clímeno. Protoénor muere a manos de Hipseo y a éste mata el Lincida Perseo. El anciano pacifista Ematión, maldiciendo la batalla se agarra al altar y es decapitado por Cromis. Fineo acaba con los hermanos Bróteas y Amón, invencibles en el pugilato pero no con las espadas, y con el anciano sacerdote Ceres. El poeta Lampétida muere atacado por Pétalo pero es cruelmente vengado por Licormas quien lo masacra con una jamba de la puerta. Pélates el cinifio, mientras intenta arrancar la otra barra de la puerta, es atravesado por la lanza de Córiro el Marmárida y Abante lo remata, quedando colgado. Muere Melaneo, partidario de Perseo, y el rico Dórilas asesinado por el bactriano Halcioneo. Perseo venga a sus compañeros caídos matando a Halcioneo, a los gemelos Clitio y Clanis  que la naturaleza confunde pero la muerte bie los distingue, Celadón el mendesio, Astreo el palestino, el vidente Etión, Toactes el escudero real y al parricida Agirtes

Perseo, Andrómeda y sus padres se ven rodeados por enemigos. Perseo pone en fuga a Molpeo de Caonia y mata a Equemón el nabateo. El último recurso de Perseo es la cabeza de la Gorgona y pide a sus amigos que no la miren. Téscelo es el primero convertido en piedra cuando se dispone a golpear, luego Ámpice y el bravucón Nileo. Érix quien no cree en el poder de la Gorgona, también es petrificado. La cabeza no distingue amigos de enemigos al convertir en piedra a Aconteo, uno de los soldados de Perseo, a su oponente Astiages y así hasta doscientos. Fineo, rodeado por un bosque de estatuas, suplica por su vida pero también es convertido en piedra (Ov., Met. V 1).

Perseo y Andrómeda logran finalmente casarse y tienen siete hijos. El mayor, Perses, hereda el reino de sus abuelos, Etiopía.

Regreso a Grecia:

El fin de Polidectes:

Dictis y Dánae se han refugiado en un templo huyendo del acoso de Polidectes. Perseo se presenta ante Polidectes y ante toda su corte, pero ellos empiezan a burlarse de él. Mirando hacia otro lado, saca la cabeza de Medusa y la muestra. Todos quedan petrificados con una expresión de incredulidad en sus rostros, en especial Polidectes. Dictis y Dánae se casan y gobiernan juntos el reino de Sérifos.

Perseo devuelve todos los objetos mágicos a Hermes para que los devuelva a las ninfas y posteriormente regala a Atenea la cabeza de Medusa, quien la coloca en su escudo. Después decide regresar a Argos, donde reina su abuelo Acrisio (Apd. II 4).

Muerte de Acrisio:

Acrisio se entera de que su nieto viaja para encontrarse con él y pone tierra de por medio. Cuando Perseo llega, no lo encuentra. Está en un reino vecino, Larisa pelasgiótide (Apd. II 4.4) presenciando los juegos fúnebres en honor de Amintor, padre del rey Tautámides. Perseo decide participar en los juegos. Lanza un disco con tan mala fortuna que golpea a Acrisio en un pie y lo mata, cumpliéndose así la profecía (en Hig. Fab. 63 son los juegos fúnebres de Polidectes es Sérifos y Acrisio es herido en la cabeza). El mausoleo de Acrisio se construye a las afueras de Larisa.

Acrisio es recordado como reformador de la Anfictionía de Delfos (Estr. IX 420).

Fundación de Micenas:

Preto aprovecha la muerte de su hermano Acrisio para conquistar su reino, pero es derrotado por Perseo. Debido a los remordimientos por la muerte accidental de su abuelo, Perseo no quiere seguir gobernando su legítimo reino, Argos. En consecuencia, intercambia el reino de Argos con su vecino y primo Megapentes, hijo de Preto, rey de Tirinto. 

Perseo construye una poderosa capital, Micenas, en el lugar donde cae la borla de la funda de su espada o donde arranca un hongo (mycos) de donde surge un manantial conocido como fuente Persea (Paus. II 16.3). Los cíclopes levantan las murallas de Micenas.

Guerra de Perseo y Dioniso:

Perseo y Baco descienden de los hijos de Libia (hija de Épafo y nieta de Ío, quien fue secuestrada por Zeus), Belo (tatarabuelo de Acrisio quien es abuelo de Perseo) y Agénor (bisabuelo de Baco). Acrisio no cree en la divinidad de Baco igual que no cree que Perseo sea hijo de Zeus (Met. IV 605). Dioniso llega a Argos, donde su culto es rechazado. Provoca que las argivas enloquezcan y algunas llegan a matar a sus propios hijos.

Hera asumiendo la forma del rey-adivino Melampo convence a Perseo para comenzar una lucha contra Dioniso. En la batalla, Dioniso crece por encima de las montañas y Perseo vuela con sus sandalias aladas. Muere la mujer de Dioniso, Ariadna convertida en piedra por la cabeza de Medusa. Ariadna es catasterizada en la constelación de Corona Borealis.


Aparece un tercer hijo de Zeus, Hermes, quien detiene a Dioniso cogiéndole por los pelos en el aire y le cuenta la estrategia de Hera. Melampo, el auténtico, intercede por la paz. Los argivos por fin aceptan el culto a Dioniso (Nono XLVII).

Cerca del templo de Zeus Nemeo en Argos se encuentra la tumba de Ménade Corea (Paus. II 20.4). Las mujeres del ejército de Dioniso llamadas Halias (mujeres del mar) que fallecen en la guerra tienen sus tumbas en el templo de Hera Antea (Paus. II 22.1). Ariadna está enterrada en el templo Dioniso Cretense (Paus.,II 23.7).
 
La descendencia de Perseo:

Perseo y Andrómeda son padres de una numerosa familia que forman las casas reales de distintas naciones:

-  los hermanos Alceo, Electrión y Esténelo reinan consecutivamente en el reino Norte de Argos (Micenas, Tirinto, Argos y Midea)

Alceo y Astidamia, hija de Pélope, son padres de Anfitrión y de una hija llamada Anaxo. Electrión, casado con su sobrina Anaxo, es el padre de Alcmena. Esténelo y Nicipe, hija de Pélope, son padres de dos hijas llamadas Alcíone y Medusa y un hijo menor, Euristeo, que es el último rey de Micenas descendiente por línea masculina de Perseo. Hércules es hijo de Anfitrión el hijo de Alceo y de Alcmena hija de Electrión (Apd. II 4.5).

- Heleo es el rey de Élide (se confunde con Eleo el nieto de Endimión y con Helios el Sol) y es sucedido por su hijo Augías.

- stor, casado con Lisídice, hija de Pélope, es la madre de Hipótoe, la amante de Poseidón con quien tiene a su hijo Tafio, epónimo del pueblo de los Tafios y padre del rey Pterelao.

- Gorgófone, casada con Perieres se convierte en reina de Mesenia y tiene por hijos a Leucipo (padre de las Leucipades) y Afareo (padre de los Afáridas).  

Gorgófone casada por segunda vez con Ébalo de Esparta tiene a Tindáreo (padre de los Dioscuros, Helena y Clitemmestra) y a Icario (padre de Penélope). La reina Clitemmestra, esposa del Tantálida Agamenón, es bisnieta de Perseo a través de su hija Gorgófone y su nieto Tindáreo.

- Perses, el primer hijo de Perseo y Andrómeda es criado por sus abuelos maternos, Cefeo y Casiopea. Se convierte el legendario epónimo del pueblo persa fundador de la casa real Aqueménida (Hdt. VII 61; VII 150; VI 54).

- Cinuro es el fundador de Cinuria, ciudad entre Esparta y la Argólide (Paus. III 2,2).

La muerte de Perseo: 

Megapentes asesina a Perseo (Hig. Fab. 244) para vengar la muerte de su padre Preto, petrificado por Perseo utilizando la cabeza de la Medusa (Ov. Met. V 236-249).

Dánae y Pilumno, hijo de Fauno, fundan la ciudad de Ardea en el Lacio. Su hijo, Dauno es el padre de Turno, rey de los Rútulos (En. VII, 410).