Layo y Pélope


El rey Pélope: 

Tántalo:

Layo, desterrado de Tebas por los hermanos Anfión y Zeto, se refugia en la corte de Pélope. El rey Pélope es hijo de Tántalo de "Lidia" y hermano de Niobe (esposa de Anfión y reina de Tebas).

Tántalo es hijo de Zeus y Pluto (Hig. Fab. 155) hija de Himas o Himante. Reina en el monte Sípilo de Frigia (donde existe un lago llamado Tántalo) o en Paflagonia (Diodoro IV,74). Casado con la Atlántide Dione (Hig. Fab. 82; Ov. Met. 174) tiene 3 hijos:

- Niobe, esposa de Anfión de Tebas,
- Bróteas, que enloquece y muere al arrojarse a una pira. Tiene un hijo, Tántalo II que es el primer marido de Clitemnestra (Eurípides, Ifigenia en Áulide 1148; Apolodoro, Epítome 2,15-16; Pausanias II,18,2).
 - Pélope, rey del Peloponeso

Los Tantálidas son expulsados de Asia Menor a Grecia por Ilo el "frigio", padre de Laomedonte de Troya (Pausanias II, 22.3; Diod. IV 74).

Tántalo es castigado en el Hades, en el medio de un lago con el agua al cuello y bajo las ramas de un árbol cargado de fruta madura. Cuando quiere beber, las aguas se retiran y cuando quiere comer, las ramas se alejan (Odisea XI, 582) y además, sobre su cabeza cuelga una piedra que amenaza con desprenderse (Pínd. Ol. I 57; Eur. orestes 4; Paus. X 31; Ant. Lib. 37; Ov. Met. IV 458; Hig. Fab. 82). Es su castigo por haber abusado de la confianza de los dioses:
 

    - Había revelado secretos de los dioses (Apd. Ep. 2.1).    
    - Repartió la ambrosía (alimento divino) entre mortales (Píndaro Olimp. I, 35)
    - Robó del perro de oro (Antonino Liberal Met. 36). Rea esconde al infante Zeus en una cuevacustodiada por un perro de oro. Pandáreo lo roba y lo esconde en el Mt. Sípilo bajo la custodia de Tántalo. Zeus castiga a Pandáreo convirtiéndolo en roca y a Tántalo lo arroja de la cima del monte.
    - El secuestro de Ganímedes, hijo de Tros, de quien estaba enamorado (Juan e Isaac Tzetzes, Escolio sobre Licofrón 355). Este sería el motivo de la expulsión de los Tantálidas por Ilo, hermano de Gamínedes.
    - Había revelado al río Asopo el secuestro de sus hijas por los dioses.

El crimen más famoso de Tántalo es haber cocido y despedazado a su hijo Pélope para  servirlo de comida a los dioses (Hig. Fab. 83). Demeter devora su escápula sin darse cuenta (estaba muy triste porque Hades había secuestrado a su hija Perséfone o porque Zeus había matado a su amante Iasión). Los dioses resucitan a Pélope con prótesis de marfil en el hombro. El omóplato de Pélope se conserva como reliquia hasta la época de Plinio en Élide.


Enómao e Hipodamía:

Poseidón se convierte en amante de Pélope resucitado. El dios le regala un carro tirado por caballos alados que pueden correr por la superficie del mar sin mojarse. En este carro, Pélope se dirige a Élide para presentarse como pretendiente a la mano de Hipodamia, hija del rey Enómao (hijo del dios Ares y de la Atlantide Estérope o de la Asópida Harpina).
Pélope e Hipodamia, Museo Metropolitano de Nueva York
Enómao, rey de Pisa y Élide (pero no de Olimpia, donde reina Epeo, hijo de Endimión) concede la mano de su hija a quien le gane una carrera, pero el perdedor debe morir (tiene un paralelismo con la carrera de la Atlanta beocia). Un oráculo había predicho que seria muerto por su yerno. La carrera transcurre desde Pisa, la capital del reino, cerca de Olimpia, hasta el istmo de Corintio, unos 150 km. Los aspirantes tienen la ventaja de partir antes, mientras Enómao ofrece un sacrificio de un carnero a Zeus. Enomao ganaba siempre y cuando alcanzaba a los pretendientes, los mataba con su lanza. Las cabezas de los pretendientes muertos son exhibidas a la entrada de su palacio.

Pelope soborna a Mirtilo, el auriga de Enómao, hijo de Hermes,  prometiéndole una noche con Hipodamia. Mirtilo quita los clavos y los pernos de las ruedas del carro de Enomao y los sustituye por unos de cera. De esta forma, las ruedas sale del carro durante la carrera, el carro vuelca y Enómao fallece arrastrado por los caballos. Antes de morir, maldice a Mírtilo, condenándolo a morir a manos de Pélope.

La muerte de Enómao se produce cuando Hipodamia intenta seducir a Mírtilo y, siendo rechazada, lo acusa de intento de violación, siendo muerto por Pélope, quien lo arroja desde el promontorio Geresto, en la costa de la Argólide, pasando a llamarse el mar que baña esas costas, mar Mirtoo. Antes de morir, Mirtilo maldice a Pélope y a su descendencia.

Taraxipo:


Es el fantasma que vaga por el hipódromo de Olimpia y asusta a los caballos en una curva, donde se levanta su tumba. Existen varias explicaciones:

- el alma en pena de Ísqueno, hijo de gigante, sacrificado para poner fin a una hambruna (Lic. 38).
- Olenio, hombre autóctono de Olimpia experto en hípica.
- Dameón, hijo de Fliunte, muerto por Ctéato en la guerra de Heracles contra Augías y enterrado con su caballo.
- Alcátoo, hijo de Portaón muerto por Enómao.
- un cenotafio levantado por Pélope en recuerdo de Mirtilo o un objeto mágico enterrado por Pélope que habría recibido de Anfión el tebano (Paus. VI 20).


Pelópidas:

Pélope es purificado del crimen por Hefesto. Se convierte en rey de Élide y su reino será buena parte del Peloponeso (la isla de Pelope) que antes se llamaba Apia y Pelasgiótide, después de sucesivas conquistas de parte de Arcadia y Olimpia. Pélope e Hipodamia tienen gran cantidad hijos e hijas, los Pelópidas:

    - Atreo y Tiestes, reyes de Micenas.   

    - Piteo de Trecén, padre de Etra y abuelo de Teseo.
    - Alcátoo de Megara, se dice que mató al León de Citerión.
    - Hipálcimo el Argonauta.
    - Escirón, de Megara.
    - Copreo, el heraldo de Euristeo.
    - Epidauro el argivo.
    - Plístenes.
    - Diante.
    - Hípaso.
    - Corinto, rey de Sición.
    - Astidamia (madre de Anfitrión).
    - Lisídaca (madre de Tafio).
    - Eurídice (madre de Alcmena).
    - Arquipe o Nicipe (madre de Euristeo y Alcíone).

Además, Pélope tiene otro hijo con la ninfa Axioque, llamado Crísipo, su favorito (Plut., Historias Paralelas 33).


Mirtilo. Urna funeraria etrusca. Museo Guarnacci.

Layo de Tebas:

El crimen de Layo:

Layo, hijo de Lábdaco y legítimo rey de Tebas, es acogido en la corte de Pélope. Layo se convierte en el tutor de Crisipo y le enseña a manejar el carro de caballos. Después de la muerte de Anfión, el pueblo de Tebas llama a Layo para que sea su rey.

Layo traiciona a Pélope y regresa a Tebas con Crísipo, hijo menor de Pélope, de quien se había enamorado. Atreo y Tiestes acuden a Tebas para recuperarlo y en el viaje de regreso matan a Crísipo, inducidos por su madre Hipodamia. Pélope maldice a sus hijos e Hipodamia se suicida. Atreo y Tiestes sufren destierro hasta que son llamados por los miceneos, para que ocupen el trono de Euristeo, de quien eran tíos maternos.

Un oráculo predice la muerte de Layo a manos de su hijo. Layo se casa con Yocasta, hija de Meneceo y hermana de Creonte (el abuelo de Layo, Polidoro, y la tatarabuela de Yocasta, Ágave, eran hermanos e hijos de Cadmo). Layo decide no tener hijos con Yocasta, pero tiene un descuido provocado por la embriaguez. Una vez nacido su hijo, Layo lo abandona en el monte Citerión, atravesándole los pies con alfileres. De aquí su nombre, Edipo 'pies hinchados o edematosos'. Layo decide no matarlo por impiedad, pero cree que una criatura así herida no será acogida por nadie. Sin embargo, Mérope, esposa de Pólipo rey de Corinto (y posiblemente también rey de Sición), se hace cargo del niño, precisamente por tener los pies hinchados, ya que de esta manera podría hacerlo pasar por propio (nadie sospecharía que adoptara a un niño herido).


Esfinge:


Layo tiene otros hijos de mujeres distintas de su esposa. Una versión de la historia convierte a Esfinge de Tebas en la hija natural de Layo, a quien reveló el oráculo entregado a Cadmo desde Delfos. Si alguno de sus hermanos venía a reclamar el trono de Tebas, Esfinge, recurre a un truco para tratar con ellos, diciendo que si eran hijos de Layo, deberían conocer el oráculo de Cadmo. Como ninguno podía contestar, los castiga con la muerte, alegando que no tenían ninguna reclamación válida sobre el reino o sobre la relación. Pero Édipo había recibido el oráculo a través de un sueño (Pausanias, Descripción de Grecia IX 26, 3-4).


La 'ruina de los cadmeos' (Hes.) y la 'cruel cantora' (Sóf.) de acertijos es hija de Tifón y Equidna (Apd. III 52; Hig. Pref. y Fab. 151; Laso de Hermíone Frag. 706A) o de Orto y Quimera (Teog. 326) y es enviada por Hera para castigar a Layo por el secuestro de Crisipo (Apd. III 5.8).


Muerte de Layo:


Edipo crece en la corte de Corinto, pero es increpado por sus amigos, quienes le dicen que no es el hijo de los reyes. Decide consultar al oráculo de Delfos. En el camino de ida (Eurípides) o en el de vuelta (Sófocles) a la altura de Fócide, donde convergen los caminos de Tebas, Delfos y Daulia, Polifontes, heraldo de Layo, inicia una discusión con Edipo para que se aparte del camino y mata uno de sus caballos. Edipo asesina a Layo después de una discusión por no querer apartarse del camino. Parece que Layo acudía también a Delfos para consultar sobre el destino de su hijo abandonado o puede que para conocer el origen de la Esfinge que amenazaba Tebas enviada por los dioses como castigo. Damasistrato, rey de Platea, entierra el cuerpo de Layo (Apod. V 5; Diod. V 64).

A la muerte de Layo, Creonte se convierte en regente de Tebas. Durante alguno de los periodos de regencia de Creonte en Tebas, llegan a la ciudad los exiliados Anfitrión y Alcmena, padres de Heracles. Existe sin embargo, un proberbio: 'Ni siquiera Heracles contra dos' que hace referencia a la derrota de Hércules en pugilato por Layo y Ferandro durante los segundos juegos olímpicos (Zenobio V 49).