Diomedes


Destierro de Tideo:

El segundo matrimonio de Eneo es con Peribea, hermana de Capaneo, hijos de Hiponóo y nietos de Anaxágoras, rey de Argos. Eneo y Peribea son padres de Tideo, que lo es de Diomedes.

Peribea, está embarazada de Ares (o de Eneo, o de Hipóstrato). Su padre Hiponoo la manda de Oleno de Acaya a Calidón para que Eneo la mate (también pudiera ser el trofeo de Eneo por la conquista de Oleno). Eneo, que acaba de perder a su primera esposa Altea y a su hijo Meleagro, se casa con ella y tienen a Tideo.
 

Pasan los años y Agrio, hermano de Eneo, presenta una denuncia contra Tideo:
- Por haber matado a su hermano Alcátoo.
- Por haber matado a los sobrinos de Agrio, hijos de Melas: Feneo, Euríalo, Hiperloo, Antíaco, Eumedes, Estérnope, Jántipo y Estenela.
- A Olenas, hermano de Tideo.
 

Condenado a destierro, marcha a Argos, donde se casa con Deípile, hija del biántida rey Adrasto y tiene un hijo que es Diomedes. 

Muerte de Tideo

Muere durante la guerra de los siete contra Tebas. Se enfrenta en duelo individual con el defensor Melanipo y es herido mortalmente. La diosa Atenea había planeado hacerle inmortal pero lo rechaza después de que Tideo, engañado por Anfiarao devora el cerebro del derrotado Melanipo.

Tideo es enterrado por el tebano Meón, cuya vida había respetado en una emboscada.

 
Los hijos de Agrio


Los hijos de Agrio, arrebatan el trono de Calidón a Eneo: Tersites, que luchará en la guerra de Troya (feo y degenerado para Homero, pero aristócrata de sangre noble, hijo y nieto de reyes de Etolia); Onquesto; Protoo; Celeutor, Licopeo y Melanipo.

Tersites reaparece en la Iliada como uno de los combatientes en el bando griego, aunque no se cita su origen (a veces Homero duerme, aunque si es correctamente identificado en la Biblioteca Mitológica de Apolodoro). Es un personaje particularmente odiado por el resto de héroes griegos (excepto, curiosamente, por su primo Diomedes). Golpeado por Ulises con el cetro de Agamenón, muere a manos de Aquiles en venganza por la burla que realiza sobre el cadáver de la amazona Pentesilea. Esto provoca la famosa discusión de Diomedes con Aquiles.
 
Diomedes. Museo de Louvre.
Reditum Diomedis: 

Diomedes y Alcmeón recuperan el trono de Calidón y matan a los hijos de Agrio, excepto a Tersites y a Onquesto. En el trono se coloca Andrenón, marido de Gorge (Deyanira y Gorge son las únicas hermanas de Menelao que no fueron metamorfoseadas en aves). Eneo es liberado y viaja al Peloponeso, donde es asesinado en una emboscada por Onquesto y Tersites.

Diomedes entierra a Eneo en Argos, en la ciudad de Enoe. Se casa con su hija Egialea (que es su tía paterna) y comienza sus campañas:
 

- Contra Tebas, con los Epígonos.
- La segunda guerra de Troya (de Homero; en Higino, el regreso de Diomedes a Etolia es anterior a la guerra de Troya).



La Ilíada

Canto V 


Atenea inspira valor en Diomedes. Pone una llamarada del fuego en su escudo y casco. Diomedes mata a varios guerreros troyanos incluyendo Fegeo (su hermano Ideo es salvado por Hefesto). Pandaro hiere a Diomedes con una flecha. Diomedes entonces ruega a Atenea pidiendo venganza  y ella responde ofreciéndole una visión especial para distinguir a los dioses de los hombres y le pide que herir a Afrodita si alguna vez viene a la batalla, pero a ningún otro dios.

Él continúa causando estragos entre los troyanos matando a Astínoo, Hipeiron, y tres parejas de hermanos, Abas y Políido, Janto y Thoon, Equemón y Cromio (dos hijos de Priamo). Eneas y  Pandaro que monte su carro para que combatan juntos a Diomedes.
 

Diomedes ordena a Esténelo robar los caballos de Eneas, regalo de Zeus a Tros por el rapto de su hijo Gamínides mientras que él hace frente al hijo de Afrodita.

Pandarus arroja su lanza primero y se jacta de que ha matado al hijo de Tideo. Diomedes lanza su jabalina y acierta a Pándaro en la boca. Eneas deja su carro para luchar contra Diomedes que ahora está desarmado. Diomedes coge una enorme piedra y la aplasta contra la cadera de su enemigo. Eneas se desmaya y es rescatado por su madre. Diomedes corre tras Afrodita y le hiere el brazo. Dejando caer a su hijo, la diosa huye hacia el Olimpo. Apolo viene al rescate del héroe troyano. Diomedes, ignorando el consejo de Atenea, ataca a Apolo dos veces antes de que Apolo le advierta que no se enfrente a los inmortales. Diomedes se retira del combate.


Afrodita se queja a su madre Dione de la obra de Diomedes. Ésta le recuerda cuando el poderoso Heracles  hirió a Hera y a Hades (en el sitio de Ecalia).
 

Ares desceinede al campo de batalla para ayudar a los troyanos. Diomedes ordena a los griegos que se retiraren a sus barcos. Hera junto con Atenea, viene en ayuda de los aqueos. Atenea se presenta ante Diomedes sin disfraz y pide que ataque sin temor a Ares. Lanzando a Esténelo fuera del carro, conduce directamente a Diomedes contra Ares. Atenea con el casco del Hades es invisible a los dioses. Ares solo ve a Diomedes en el carro y lanza su lanza que es desviada por Atenea. Diomedes entonces lanza su lanza  guiada por Atenea, hiriendole en el abdomen.
 

Canto VI 

Diomedes continuó sus hazañas matando a Axilo Teutánida y su escudero Calesio. El hermano de Héctor, Heleno, teme más a diomedes que a Aquiles. Pide a Héctor que vaya a la ciudad de Troya para contarle a su madre lo que está sucediendo y realice un sacrificio para satisfacera a Atenea.

Diomedes y Glauco

Glauco desafia al hijo de Tideo a un combate individual. Impresionado por su valentía y noble apariencia, Diomedes preguntó si era un inmortal disfrazado. Glauco cuenta la historia de cómo descendió de Belerofonte que mató a la Quimera y se enfrentó a las Amazonas. Diomedes se da cuenta de que su abuelo Eneo recibió a Belerofonte, y así Diomedes y Glauco también deben ser amigos. Deciden no pelear entre sí y Diomedes propuso intercambiar sus armaduras. El astuto Diomedes regaló una armadura de bronce y recibió una de oro (de ahí la frase "el intercambio de Diomedes").

Libro VII


Diomedes es uno de los nueve guerreros aqueos que se presentan voluntarios para combatir a Héctor, pero Ajax es el elegido.

Ideo, heraldo de Príamo, propone una negociación de paz, y se ofrece a devolver todos los tesoros que París robó, excepto Helena. Diomedes es el primero en contestar que el destino de Troya está escrito.

Canto VIII 


Zeus ordena a los dioses que no interfirieran con la batalla. Envía el resplandor de su relámpago sobre los aqueos. Viendo esto, los guerreros aqueos, incluyendo los dos Ajax, Agamenón, Idomeneo y Odiseo, huyen. Néstor no puedo escapar porque uno de sus caballos y es herido por la flecha de París. Diómedes queda solo en el campo de batalla con Néstor y le ordena ocupar el lugar de Esténelo en su carro. Diomedes corre valientemente contra Héctor. Eniopeo, el auriga de Héctor, muere asesinado por su lanza  y tomando un nuevo conductor, Arqueeptolemo, Héctor avanza de nuevo. Zeus viendo que tanto Héctor como Arqueptolemo iban a ser muertos por Diomedes, decide intervenir. Dispara su relámpago frente al carro de Diomedes. Nestor aconseja a Diomedes que se volviera atrás ya que ninguna persona debía intentar traspasar la voluntad de Zeus.

Cuando todos los aqueos parecían desanimados, Zeus envia un águila como un buen presagio. Diomedes es el primer guerrero que leyó este presagio  y atacando a los troyanos, acaba con la vida de Agelao.

Al final del día, Hector pide a los troyanops que vigilen la ciudad para no ser sorprendidos por la noche y promete que matará a diomedes y seraá adorado como un dios. Estas palabras resultaron ser erróneas, porque los griegos lograrán lanzar un ataque contra los troyanos mientras dormían, Héctor será vencido por Diomedes una vez más y Diomedes terminará siendo adorado como un inmortal.

Canto IX 


Agamenón llora y propone abandonar la guerra definitivamente porque Zeus auxilia a los troyanos. Diomedes vuelve a señalar que este comportamiento es inapropiado para un líder como Agamenón. Declara que nunca abandonará la ciudad sin vencer porque los dioses están con los griegos. Néstor elogia la inteligencia de Diomedes y afirma que ninguna persona de su edad podía igualar a Diomedes en el consejo, pero le critica por por no haber hecho ninguna propuesta positiva. Néstor propone cambiar la decisión de Aquiles ofreciendo muchos regalos. La embajada fracasa. Diomedes critica la decisión de Néstor y el orgullo de Aquiles, añadiendo que luchará cuando llegue el momento.

Canto X


Agamenón y Menelao reunen a sus comandantes principales para prepararse para la batalla al día siguiente: Odiseo, Nestor, Ajax, Diomedes e Idomeneo. Diomedes es visto fuera de su tienda con su armadura durmiendo sobre una piel de buey, preparado para cualquier problema que pueda encontrar en la noche. Durante el consejo de los Aqueos, Agamenon pide un voluntario para espiar a los troyanos. Diomedes se presenta voluntario y pide tener por compañero a Odiseo, amado por Atenea y rápido de ingenio.
 

Héctor quiere envíar un espía al campamento troyano pero ni un solo príncipe ni rey se ofrecían voluntarios. Héctor envía a Dolon, un buen corredor, prometiéndole los caballos de Aquiles después de la victoria.

Diomedes y Odiseo capturan a Dolón acercándose al campamento aqueo. Dolón confiesa informaciones valiosas. Héctor y sus notables celebran una conferencia en el monumento del gran Ilo, lejos del tumulto general. Además, cuenta una gran debilidad en el ejército troyano: solo los troyanos tenían vigilancia, estaban despiertos y se mantenían en sus deberes como centinelas; pero los aliados de otros lugares estaban durmiendo.

Diomedes y Odiseo descubren que, entre los diversos aliados, los tracios son los más vulnerables porque llegaron los últimos y dormían separados de los demás en el extremo más alejado del campamento. Reso es su rey, quien posee los caballos más finos y más fuertes, más blancos que la nieve y más veloces que cualquier viento que sople.
 

Dolon esperaba ser tomado como prisionero de las naves, o ser atado, mientras sus captores descubrien si les había dicho la verdad. Diómedes cortó la cabeza del prisionero con su espada, sin darle tiempo para implorar su vida, asegurándose que nunca más vuelva a espiar o no pueda encontrarlo en el campo de batalla.

La información dada por Dolon convence a los dos amigos para planear un ataque contra los tracios. Tomaron los despojos y los pusieron sobre un árbol de tamarisco en honor de Atenea. Diomedes mata a Reso con doce de sus soldados mientras duermen. Mientras tanto, Odiseo reune los caballos de Reso. Diomedes se pregunta cuándo parar. Planea matar a más tracios y robar el carro del rey con su armadura cuando Atenea le aconseja que se retirara antes de que  Apolo pueda advertir a los troyanos.

La misión nocturna cumple una de las profecías requeridas para la caída de Troya, que no caerá mientras los caballos de Reso se alimentan en sus llanuras. Si los sementales bebieran del río Escamandro, que corta a través de la llanura troyana, entonces la ciudad nunca caería. Los aqueos nunca permitieron que los caballos bebieran de ese río porque todos ellos fueron robados por Diomedes y Odiseo poco después de su llegada. En una historia diferente (Píndaro), Reso lucha tan bien contra los aqueos que Hera envía a Odiseo y Diomedes a matarlo en secreto por la noche. Otra versión (Virgilio) dice que Reso recibió un oráculo que asegura que será invencible después de que él y sus caballos beban del Escamandro.


El resto de los tracios, privados de su rey, abandonan Troya para volver a su reino.

Canto XI


La lucha está igualada hasta que Agamenón es herido y sale del campo. Héctor entonces toma entonces el campo de batalla y mata a muchos aqueos. Contemplando esto, Diomedes y Ulises siguien luchando con mucho valor, dando esperanza a los aqueos. El rey de Argos mata a Timbreo, dos hijos de Merope y a Agastrofo Peónida.

Héctor descubre el estrago que Diomedes y Ulises están haciendo, y se acerca a ellos. Diomedes lanza de inmediato su lanza a Héctor, apuntando hacia su cabeza, pero el casco, regalo Apolo, salva la vida de Héctor, aunque la lanza fue arrojada con tanta fuerza que Héctor se desmaya. Diomedes corre hacia Héctor para conseguir su lanza. Héctor se recupera y se mezcla con la multitud, salvando su vida de Diomedes por segunda vez. Frustrado, Diomedes grita después de que Héctor lo llamara perro. El hijo de Tideo, señor del grito de guerra, nunca hasta entonces habló palabras irrespetuosas a sus enemigos.
 

París, protegido detrás de la tumba de Ilo, hiere en el pie a Diomedes con una flecha. Bajo la cubierta de Odiseo, Diomedes extrae la flecha pero no pudo luchar con cojera, se retiró de la batalla.

Canto XIV


Los reyes heridos (Diomedes, Agamenón y Odiseo) celebran un consejo con Néstor sobre la posibilidad de que el ejército troyano llegara a sus naves. Agamenón propone arrastrar los barcos de la playa al agua, pero Odiseo señala la locura de tal consejo. El sabio Diomedes propone acudir a la batalla para estimular a los compañeros pero mantenerse alejados de las lanzas para no ser heridos.

Canto XXIII


En los juegos funerarios de Patroclo, Diomedes (aunque herido) gana todas las competiciones. En  la carrera de carros, donde es el último lugar en la línea de salida (elegido por lotes de lanzamiento). Diomedes poseía los caballos más rápidos después de los de Aquiles (que no participa). Eumelo toma la delantera y Diomedes pudpodría haberlo superado fácilmente pero Apolo, que guardaba rencor contra él, le hace caer su látigo. Atenea reacciona con gran ira, no sólo devuelve el látigo al hijo de Tideo, sino que también renueva las fuerzas a sus caballos y va tras Eumelo para romper su yugo. El pobre Eumelo, derribado, los codos, la boca y las fosas nasales se desgarra. Antíloco dice a sus caballos que no hay ningún punto que intenta adelantar a Diomedes porque Atenea desea su victoria. Diomedes gana el primer premio, "una mujer experta en todas las artes útiles, y un caldero de tres patas". La carrera de carros es la competición más prestigiosa en los juegos funerarios.

En la competición de lucha, se enfrenta con Ajax Telamonio en un combate armado donde el ganador debía sacar sangre primero. Ajax ataca a Diomedes, donde su armadura cubre su cuerpo y no logra ningún éxito. Ajax poseía la armadura más grande y el escudo más alto que cubría la mayor parte de su cuerpo dejando sólo dos lugares vulnerables; su cuello y axilas. Así, Diomedes maniobra su lanza por encima del escudo de Ajax y ataca su cuello, derramando sangre. Los líderes aqueos, asustados de que otro golpe igual mataría a Ajax, detienen la pelea. Diomedes es declarado vencedor.


Posthomérica


Amazonas

Pentesilea llevó un pequeño ejército de amazonas a Troya durante el último año de la guerra. Dos de sus guerreras, Alcibie y Derimaquea, son muertas por Diomedes.La reina Pentesilea mata a muchos aqueos en la batalla. Sin embargo, no es rival para Aquiles, quien la derrota. Cuando Aquiles despoja a Pentesilea de su armadura, descubre una mujer joven y muy hermosa, y se enamora de ella. Aquiles entonces lamenta haberla matado. Tersites se burla de Aquiles porque el héroe está de luto por su enemigo y maltrata el cadaver quitándole los ojos. Enfurecido, Aquiles mata a Tersites con un solo golpe en la cara.
 

Diomedes quiere vengar a su primo, pero los otros líderes persuaden a los dos más poderosos guerreros aqueos de luchar entre sí. Escuchando las oraciones de los camaradas, los dos héroes se reconcilian por fin. Los líderes aqueos acuerdan la bendición de devolver su cuerpo a los troyanos para su pira funeraria (Posth.; según otras fuentes, Diomedes lanzó con enojo el cuerpo de Pentesilea al río, por lo que ninguna de las partes pudo darle un entierro decente).

Juegos fúnebres
 

El hijo de Nestor, Antíloco es asesinado por Memnón, y Aquiles celebró juegos funerales para Antilochus. Diomedes ganana la carrera (Etiópica).

Después de la muerte de Aquiles, los aqueos le levantan un montículo y celebran magníficos juegos en su honor. Diomedes gana la carrera (Apd.). El combate de lucha entre él y Ajax el Grande llegó a un empate (Posth)..

Neoptólemo

Después de la muerte de Aquiles, se profetizó que Troya solo podría ser tomada si Neoptólemo (el hijo de Aquiles) se incorporaba a la lucha. Odiseo y Diomedes viajan hasta Esciros para reclutarlo a la guerra en Troya (Odiseo y Fénix, en el ciclo épico).

Filoctetes

El vidente Calcas profetiza el arco de Heracles, en poder de Filoctetes (a quien los aqueos habían abandonado en la isla de Lemnos debido al nauseabundo olor de la mordedura de serpiente) es necesario para tomar a Troya. Filoctetes odia Odiseo, Agamenón y Menelao, porque fueron responsables de dejarlo atrás.


Diomedes y Odiseo, sabiendo que Filoctetes nunca aceptaría venir con ellos, navegan a la isla y tratan de robar el arco de Heracles. Odiseo quería navegar a casa con el arco, pero Diomedes se negó a dejar atrás a Filoctetes (Pequeña Ilíada). Heracles (ahora un dios) o Atenea entonces persuaden a Filoctetes a unirse a los aqueos de nuevo (con la promesa de que va a ser sanado) y acepta ir con Diomedes. Filoctetes utiliza el arco de Heracles y las flechas envenenadas para matar a París.


Según algunos, Diomedes y Ulises fueron enviados a la ciudad de Troya para negociar la paz después de la muerte de París (Dictis cretense V, 4).

El Paladio

Después de la muerte de París y la boda de Helena y Deífobo, Heleno abandona la ciudad pero es capturado por Ulises. Los aqueos logran persuadir al vidente para revelar las debilidades de Troya. Los aqueos conocen por Heleno que Troya no caería, mientras que el Paladio, imagen o estatua de Atenea, permanezca dentro de los muros de Troya. La difícil tarea de robar esta sagrada estatua recae sobre los hombros de Odiseo y Diomedes.

Odiseo entra de noche en Troya, disfrazado como un mendigo. Allí es reconocido por Helena, quien le indica dónde está el Paladio. Diomedes entonces escala la muralla de Troya y entra en la ciudad. Juntos, los dos amigos matan a varios guardias y uno o más sacerdotes del templo de Atenea y roban el Paladio "con sus manos ensangrentadas" (En. II 163).


En el camino hacia las naves, Odiseo conspira para matar a Diomedes y reclamar el Paladio para sí mismo. Levanta la espada para apuñalar a Diomedes, pero éste es alertado del peligro al vislumbrar el brillo de la espada a la luz de la luna. Le ató las manos y lo empuja delante, golpeándolo con la espada. De aquí ha surgido la expresión proverbial griega "
Compulsión Diomedea", aplicada a los que actúan bajo compulsión (Platón Rep. 493D).

Diomedes conserva el Paladio con él cuando regresa de Troya. Se custodió en Argos donde permaneció hasta que Ergeo, uno de sus descendientes, se lo llevó con la ayuda del Lacónico Leagro, que lo trasladó a Esparta (Plut., Cuest Griegas 48). Otros dicen que viajó con Diomedes a Italia. Algunos dicen que el Paladio fue robado del paladio por Demófono de Atica, donde aterrizó una noche a su regreso de Troya. Según otra tradición, Diomedes fue informado por un oráculo, que debía restaurar la imagen sagrada a los troyanos y, por lo tanto, lo devolvió a su viejo enemigo, Eneas (
Serv. ad Aen. II 166, III 407, IV 427, V 81). 

El caballo de madera

Robar el paladio después de matar a los sacerdotes fue visto como la mayor transgresión cometida por Diomedes y Odiseo por los troyanos. Odiseo usó este sentimiento a su favor cuando inventó la estratagema del caballo de Troya. Diomedes fue uno de los guerreros en el interior. Mató a muchos guerreros troyanos dentro de la ciudad.

Algunos de los guerreros troyanos asesinados por Diomedes durante esa noche fueron Coroebo que acudió a Troya para ganar la mano de Casandra, Euridamante y Euricoon.
Polixena murió después de ser herida por Odiseo y Diomedes en la captura de la ciudad (Cipria).

Mientras que sacrificaba a incontables troyanos, Diomedes encontró a un hombre anciano nombrado Ilioneo que suplicó misericordia. A pesar de la furia de la guerra, Diomedes guardó su espada para que el anciano pudiera hablar. Cuando terminó, Diomedes mató a Ilioneo.

Regresos

Durante la rapiña y el saqueo de la  ciudad, la vidente Cassandra, hija de Príamo y Hécuba, se aferró a la estatua de Atenea, pero el Ajax Oileo la violó. Ulises, sin éxito, trató de persuadir a los líderes aqueos de condenar a Ajax a la muerte, apedreando al líder Locrio para evitar
la ira de la diosa. Diomedes y otros líderes aqueos no estaban de acuerdo porque Ajax se aferró a la misma estatua de Atenea para salvarse. El fracaso de los líderes aqueos para castigar a Ajax el menor por el sacrilegio del altar de Atenea resultó en la ira de los dioses.

Atenea provocó una disputa entre Agamenón y Menelao por el viaje desde Troya. Agamenón se quedó para apaciguar la ira de Atenea. Diomedes y Nestor mantuvieron una discusión sobre la situación y decidieron marcharse inmediatamente. Tomaron sus enormes ejércitos y abandonaron Troya. Se las arreglaron para llegar a casa con seguridad, pero Atenea invitó a Poseidón a traer una violenta tormenta sobre la mayoría de los otros barcos aqueos. Diomedes es uno de los pocos comandantes aqueos que pueden volver a casa con seguridad. Puesto que los otros aqueos sufrieron durante sus respectivos 'nostoi' (Regresos) porque cometieron una atrocidad de algún tipo. El nostos seguro de Diomedes implica que tuvo el favor de los dioses durante su viaje.


El caso de Palamedes perseguía a varios líderes aqueos, entre ellos Diomedes. El hermano de Palamedes Oeax fue a Argos y reportó a Aegialia, falsamente o no, que su marido traía una mujer que él prefería a su esposa. Otros dicen que Aegialia misma había tomado un amante, Cometes (hijo de Sthenelus), siendo persuadido para hacer así por el padre Nauplius de Palamedes. Otros dicen que, a pesar del noble trato dado por Diomedes a su hijo Eneas, Afrodita nunca logró olvidar la lanza argiva que una vez había perforado su carne en los campos de Troya. Ella ayudó a Aegialia a no obtener uno, sino muchos amantes. (Según diferentes tradiciones, Egialea vivía en adulterio con Hipolito Cometes o Cilabares;
Dictis Cretense 6. 2; Tzetzes sobre Licofron 609; Servio sobre la  Eneida  8. 9).
 
Egialea, impide a Diomedes entrar en la ciudad y cuando consigue entrar tiene que refugiarse en el templo de Hera, y de allí huir con sus compañeros por la noche. Cometes se convierte en rey de Argos pero es reemplazado rápidamente por el heredero legítimo, Cianipo, hijo de Egialeo y nieto del rey Adrasto.


Diomedes en Italia:

Después del saqueo de Troya, Diomedes llega a Libia debido a una tormenta, donde es encarcelado por el rey Lico, quien planea sacrificarlo al dios Ares. Calírroe la hija del rey, enamorada de Diomedes corta sus ataduras y lo salva. Diomedes sin agradecérselo zarpa, y la joven se suicida ahorcándose.

Diomedes luego emigra a Etolia, y de allí a Daunia (Apulia) en Italia. Se dirige a la corte del rey epónimo Daunio. El rey pide ayuda a Diomedes contra los mesapios, a cambio de una parte de la tierra y el matrimonio de su hija. Diomedes derrota a los mesapios y se casa con Evipe, con quien tiene dos hijos llamados Diomedes y Amfinomo.


Existen algunas ciudades italianas (en la parte oriental de Italia) cuya fundación se atribuye a Diomedes: Argyrippa, Tuticum aequum, Benevento y Brindisi. También Canusium, Venafrum, Salapia, Spina, Garganum, Sipus (cerca de Santa María de Siponto).

El nombre de la ciudad de "Venusia" (o Afrodisia) puede deberse a una ofrenda para su reconciliación con la diosa.

Cuando estalla la guerra entre Eneas y Turno, Turno trata de convencer a Diomedes para que le ayude en la guerra contra los troyanos. Diomedes  exhorta a Turno que lo mejor es hacer la paz con Eneas que luchar contra los troyanos y que su propósito en Italia es vivir en paz.

Muerte de Diómedes y Apoteósis:
 

Vive una vida larga, pero no hay constancia clara de cómo muere. Existen algunas informaciones de que habría desaparecido misteriosamente en una de las islas en el Adriático que lleva su nombre (Diomedeae).

A su muerte, los albatros se reunieron y cantaron una canción. De aquí es donde surge el nombre del género de los albatros (diomedeae).

Según relatos homéricos, Diomedes recibe la inmortalidad de Atenea, que ella no había dado a su padre Tideo. Píndaro dice que Diomedes se convierte en un dios menor en el sur de Italia. Adorado bajo diferentes nombres, con estatuas en Argyripa, Metaponto, Turios, y otros lugares.

Se atribuyen a Diomedes la construcción de varios templos de Atenea en Argos. Su armadura se conserva en el templo de Atenea en Lucera en Apulia, y una cadena de oro de su propiedad se mostró en un templo de Artemisa en Peucetia. En Trecén habría fundado el templo de Apolo Epibaterius e instituye los Juegos Píticos de allí.