Los últimos reyes de Arcadia



Cefeo y Équemo:


Cefeo reina al mismo tiempo que su hermano Licurgo. Funda el santuario de Atenea Polias (guardián de la ciudad) de Tegea.


Atenea le ayuda a defender su ciudad con un regalo, el rizo de la Gorgona Medusa (que aparece en algunas monedas modernas de Tegea).


Cefeo también participa en la búsqueda de los Argonautas y en la cacería de Calidón.


Hércules llega a Tegea y le pide ayuda a Cefeo y sus 20 hijos en la expedición de castigo contra Hipocoonte de Esparta, donde fallece el padre y todos sus hijos.


Estérope, hija de Cefeo, se queda sola en la ciudad. Si un ejército la atacaba, enseñaba el mechón de pelo de Medusa tres veces desde la muralla de la ciudad (evitando mirarlo). El mechón provoca terror en el ejército invasor pero no convierte a las personas en piedra como la cabeza de Medusa.


Équemo, hijo de Aérope y nieto de Cefeo (Paus. VIII 4.7), participa en la conquista del Ática con los Dioscuros. 

La victoria de Équemo sobre Hilo, hijo de Hércules en el istmo de Corinto, en combate singular, evita el (segundo) intento de los heráclidas de invadir el Peloponeso. Esta victoria supone a los arcadios el privilegio de dirigir un ala de los ejércitos peloponesios en el futuro.


Equemo también es famoso por una importante victoria en los Juegos Olímpicos.


Se casa con Timandra, hermana de Clitemnestra y de Helena, tan poco fiable como el resto de las hijas de Tindáreo de Esparta. Timandra abandona a su esposo por Fileo de Duliquio, hijo del rey Éurito de Ecalia.


Los últimos reyes de Arcadia:

Hipótoo a veces es descrito como hijo de Cerción y nieto de Estínfalo, otras como uno de los hijos de Aleo (entonces hermano de Cefeo y de Licurgo).  Tras la guerra de Troya, al no regresar Agapenor (hijo de Anceo y nieto de Licurgo), se convierte en rey de Arcadia (además de serlo de Eleusis). Una de las diez tribus clisténicas de Atenas lleva su nombre. Le sucede su hijo Épito, el segundo de su nombre.

En aquellos tiempos, Trofonio y Agamedes de Orcómeno construyeron en Mantinea, al este de Arcadia, un templo dedicado a Poseidón. Colocaron un hilo de madera en la entrada para impedir que ningún mortal pusiera los pies dentro del recinto. Épito cortó el hilo y entró. Por este motivo  se quedó ciego y murió al poco tiempo.

Cipselo, hijo y sucesor de Épito (II), gobierna Arcadia en los tiempos en que el ejército de los Heráclidas se hace con el control de la mayoría de los reinos del Peloponeso.  Descubre que uno de los líderes heráclidas, Cresfontes, es soltero y le propone una alianza al casarla con su hija Mérope. Cresfontes se convirte en rey de Mesenia y Cipselo conserva su trono en Arcadia. El hijo de Cresfontes es llamado Épito (III), igual que el abuelo paterno de su madre. Antes de ser derrocado y asesinado por el usurpador Polifontes, Cresfontes esconde a su hijo en Arcadia para que consiga al hacerse adulto, recuperar el trono de  Mesenia.


Los descendientes de Cipselo a través de su hijo Holeas conservan el trono de Arcadia durante diez generaciones hasta la desaparición de la monarquía en el s. VII a.C. (Paus. VIII 5).

Hijo de Holeas es Bucolión, y de éste Fíalo, el cual le robó el honor a Fígalo, hijo de Licaón, de ser el fundador de Figalía, cambiando el nombre de la ciudad por Fialía. Durante el reinado de Simo, hijo de Fíalo, desaparece en Figalía consumida por el fuego la antigua imagen de madera de Deméter Melena. Se interpretó como la señal de que no mucho después sucedería la muerte del propio Simo. 

Pompo, hijo de Simo, heredó el trono. En ese tiempo, los eginetas acostumbraban a navegar con sus naves a Cilene con fines comerciales, y desde allí llevaban las mercancías en animales de carga a los arcadios. Pompo los protegió y puso a su hijo y sucesor el nombre de Eginetes. Después de Eginetes fue rey de los arcadios Poliméstor, hijo de Eginetes, y por primera vez los lacedemonios y Carilo invadieron con su ejército el país de los tegeatas. Los arcadios se levantaron en armas hombres y mujeres. Los tegeatas vencieron en batalla y cogieron prisioneros a Carilo y al resto del ejército. Poliméstor no tenía hijos y recibió el poder Ecmis, hijo de su hermano Briacas. En el reinado
de Ecmis tuvo lugar la guerra de los lacedemonios contra los mesenios. Los arcadios lucharon al lado de Aristodemo, rey de Mesenia.
 

Aristócrates I, hijo de Ecmis, quizá contra los dioses cuando deshonró a una sacerdotisa vírgen que se había refugiado en el santuario de Ártemis. Por su crímen, los arcadios, lo lapidaron y a partir de aquello se cambió la costumbre, pues en lugar de una doncella dan a Ártemis como sacerdotisa a una mujer de probada experiencia con hombres. Hijo de éste fue Hicetas, y su nieto otro Aristócrates del  que tuvo precisamente la misma muerte que su abuelo. Los arcadios lapidaron a su rey cuando descubrieron que había recibido regalos de Lacedemón y que el fracaso de los mesemos en la Gran
Fosa se debió a una traición suya. Este delito fue causa de que todo el linaje de Arcas perdiese el poder.


La casa de Épito gobierna Mesenia hasta su anexión por Lacedemonia a finales del s.VIII a.C. (por este motivo los reyes de Mesenia se llaman epítidas y no heráclidas).