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Jasón regurgitado por el dragón, con Atenea a su lado.Cílix de Duris (480-470 a. C.), Museos Vaticanos. |
Los dioses deciden ayudar a
Jasón:
Hera y
Atenea observan a los Argonautas ocultos en un pantano cerca de la ciudad de
Eetes. Viajan al palacio de Afrodita con
un plan para ayudar a Jasón. Afrodita
debe ordenar a su hijo Eros que Medea caiga enamorada de Jasón. Con la ayuda de
Medea el esónida podría regresar a salvo a Grecia con el Vellocino. Hera
justifica su amor por Jasón, aunque quisiera liberar a Ixión del Hades, porque
le ayudó a cruzar el río Anuro (III 67) y porque odia a Pelias que le niega
sacrificios (además Pelias asesina a su madrasta ante el altar de Hera).
Eros
juega a las tabas con Gamínedes cuando Afrodita le encuentra. Es un dios adolescente, rebelde y tramposo en el juego
(como Seragunting de Borneo, Vali, Loki). Afrodita promete a su hijo una
pelota dorada que deja una estela por el cielo al arrojarla si dispara su dardo
de amor sobre la hija de Eetes. Jura por
la cabeza (Il. XV 39; Himno Afrodita 27).
Embajada de los Argonautas:
Los Argonautas esconden el barco en una laguna. Jasón decide dirigirse solo al
palacio de Eetes mientras sus compañeros esperan en la nave. Jasón trata de
probar la voluntad de Eetes de entregar el vellocino utilizando las razones y
el poder de la palabra antes que desencadenar una guerra. Todos aprueban la
decisión de Jasón.
Jasón
toma el cetro de heraldo de Etálides. Acompañado de los hijos de Frixo, Telamón
y Augías, hijo de Helios, que quiere conocer a su hermano Eetes, se ponen en camino.
Atraviesan la llanura de Circe donde crecen tamarindos y sauces sobre los que
están suspendidos cadáveres atados con cuerdas pues los colcos tienen prohibido
quemar sus cadáveres o sepultarlos (como los Escitas, Silo Itálico XIII 486)
aunque si entierran a las mujeres.
Hera esparce
niebla sobre la ciudad de Eetes para que los colcos no vean llegar a los
extranjeros (como Ulises en la ciudad de los Feacios, Od.VII 14 y Eneas enla
ciudad de los tirios, En. I 411).
El
palacio de Eetes es parecido al de Calipso (Od. V68) con sus viñas y las cuatro
fuentes de leche, vino, aceite oloroso y agua, caliente en verano (ocaso de las
Pléyades) y fría en invierno (orto helíaco de las Pléyades). Hefesto construyó
el palacio, los toros de bronce que exhalan fuego (Pind. Pit. IV 224) y el
arado de acero como presentes a Helios, padre de Eetes, por haberle recogido en
su carro después del combate con los gigantes de Flegra. En el palacio de Eetes
viven su hijo Apsirto, nacido de la ninfa Asterodea (en Apolonio es el mayor) y
sus hijas con Idía, Calcíope (mujer de
Frixo) y Medea (sacerdotisa de Hécate, hija del titán Perses).
Calcíope
se reúne con sus hijos. Eros dispara su flecha sobre Medea. Eetes pregunta a
sus nietos por el viaje. Argos cuenta su naufragio en la isla de Enialio y su
rescate por los argonautas que además acabaron con las aves terroríficas. El
motivo del viaje es el rescate del Velocino. A cambio prometen someter a los Sármatas (Val. VI, 162). Argos presenta a Jasón, hijo de Esón y nieto del
eólida Creteo, a Augías, hijo de Helios
como Eetes y a Telamón.
Eetes
encolerizado amenaza con cortarles las manos y las lenguas. Jasón se compromete
a realizar cualquier tarea que le imponga. Eetes prueba a Jasón con un doble trabajo:
- Por la mañana, debe uncir los
toros de patas de bronce y aliento de fuego que pastan en la llanura de Ares,
arar cuatro fanegas y sembrar los dientes de un dragón (el mismo monstruo que derrotó Cadmo en el lugar donde fue fundada Tebas).
- Por la tarde los dientes germinan. Crecen
hombres armados de la tierra y debe derrotarlos antes que se ponga el Sol (son los Espartos o Terrígenas).
Deliberación de los Argonautas:
Jasón
expone a sus compañeros el plan de Eetes. Peleo prefiere una acción armada y también Telamón, Idas, los hijos de
Tindáreo (Cástor y Pólux) y Meleagro, el hijo de Eneo, a pesar de su juventud.
Argos,
hijo de Frixo, propone hablar con su madre para conseguir la ayuda de Medea,
hechicera que puede dominar los elementos a su voluntad.
Una
paloma que huye de un gavilán se refugia en el regazo de Jasón. Mopso
interpreta la huida de la paloma (símbolo de Cipris, Afrodita) del gavilán
(símbolo de Eetes) como un vaticinio favorable. Idas se enfada por confiar en los presagios de
Cipris más que en la fuerza de Enialio, en el amor de las mujeres en lugar de
la fuerza de las armas.
Deliberación de los Colcos:
Eetes
reúne en asamblea a su pueblo. Decide quemar la nave con los Argonautas dentro
en cuanto los toros maten a Jasón.
Una
profecía de Helios había prevenido a Eetes de un engaño de su propia familia y
por eso quería alejar a los hijos de Frixo y Calcíope (sin embargo el engaño
vendrá de su hija Medea).
Medea y Calcíope:
Medea
tiene un sueño engañoso. Cree que Jasón no viene en busca del Vellocino sino para
secuestrarla y hacerla su esposa. Medea como viuda recién casada llora la
muerte de Jasón. Una sirvienta la descubre y avisa a Calcíope.
Calcíope
encuentra a su hermana con las mejillas arañadas y los ojos bañados en
lágrimas. Medea engaña a Calcíope. Llora abrazada a su hermana porque teme la
muerte de sus sobrinos como castigo por auxiliar a un extranjero. Calcíope
suplica ayuda a Medea. Jura por Gea y
por Urano (el cielo y la tierra, juramento de los colcos, también utilizado por
los dioses acompañando al juramento por Estige, Il. XV 36). Si Medea falla a
ella y a sus hijos, Calcíope se convertirá en una Erinia vengadora después de
su muerte. Medea se compromete a favorecer a Jasón utilizando sus pociones
mágicas.
Calcíope acuerda con su hijo Argos la reunión de Jasón
y Medea en el templo de Hécate al día siguiente.
Medea no
puede dormir esa noche porque se debate entre el amor parental y la pasión de Jasón. Medea toma una pócima mortífera de
su cofre y está a punto de consumirla en su desesperación.
La poción mágica:
Al salir
la aurora, Medea coge de su cofre la pócima Prometeica, que induce la
invulnerabilidad a las armas de bronce y al fuego. La fórmula procede de una
flor que crece en las laderas del Cáucaso a partir del icor de Prometeo brotado
de la herida que le produce el águila carnicera (una flor mágica como la hierba
Moly que es el antídoto contra los encantamientos de Circe, Od. X, 302). La
pócima debe ser recogida en una concha del mar Caspio después de bañarse siete
veces invocando a la diosa Hécate. Al cortar la flor, Prometeo grita de dolor.
Encuentro de Jasón y Medea:
Medea
sube al carro con sus doncellas, de
manera similar a Ártemis con sus ninfas. La gente retrocede a su paso y evita
la mirada de la princesa. Medea promete regalos a sus doncellas a cambio de la
ayuda que prestará a Jasón.
Argos y
Mopso acompañan a Jasón al templo de Hécate. La diosa Hera embellece a Jasón
(como Atenea a Ulises en su encuentro con Nausícaa, en Od. VI 229 y Venus a Eneas para reunirse con Dido, En. I
588). En el camino, una corneja subida a un álamo, cuyo lenguaje comprende el
adivino Mopso, le indica que Jasón debe acudir solo al encuentro con Medea.
Medea se
paraliza cunado ve a Jasón. Las sirvientas se retiran. Jasón se presenta como
huésped y suplicante. Compara la ayuda de Medea con la ayuda de su prima
Ariadna a Teseo. Con ella, no solo obtiene la gratitud de los hombres sino
también la de los dioses.
Medea
entrega la pócima y le explica cómo debe actuar. Antes de plantar los dientes
del dragón, debe realizar un rito a Hécate. Envuelto en un manto negro, debe
cavar un foso circular en el que tiene que sacrificar una oveja y hacer
libaciones con miel. Cuando se retire, en ningún caso debe volver la vista
atrás. Antes de uncir los toros, no solo debe acicalar su cuerpo con el
ungüento sino también su escudo, lanza y espada. Cuando surjan los guerreros
terrígenas de los surcos, debe lanzar una piedra para que luchen entre ellos
(similar al modo de actuar de Cadmo con los primeros espartos, Ferecides 3,
Frag. 22).
Medea
pide a Jasón que le hable de su patria. Jasón promete llevarla con él.
El sacrificio a Hécate:
Telamón
y Etálides piden a Eetes los dientes del dragón de Cadmo. A medianoche, Jasón
se dirige a un prado solitario. Se lava en un río y se viste con un manto
negro, regalo de Hipsípila. Excava un foso y sacrifica una oveja que había
traído Argos. Vierte libaciones y se aleja.
Aunque
puede oír el sonido de los perros infernales y ver el resplandor por la
presencia divina, Jasón no vuelve la vista atrás.
Aristía de Jasón:
Por la
mañana, Eetes se presenta vestido con la armadura del gigante Mimante del
Flegra, regalo de Ares. Marcha en su carro con Apsirto como auriga, semejante a
Poseidón.
Jasón
extiende la pócima de Medea por sus armas. Los argonautas golpean la lanza para
comprobar su invulnerabilidad. Idas rompe su espada contra la punta de la
lanza.
Los
colcos se reunen en un campo donde se realizan los juegos funerarios por la
muerte de un monarca. Los dos toros ignívoros surgen de un refugio
subterráneo. Mugen y escupen fuego por
la boca. Jasón sujeta a ambos toros mientras los Tindáridas acercan el yugo.
El
sembrador en su arado dirige con destreza las ruedas. Durante una tercera parte
del día Jasón ara el campo de cuatro fanegas. Luego descansa y bebe agua de
su casco de colmillos de jabalí.
Los
terrígenas comienzan a surgir como espigas, armados con lanza, escudo y espada.
Jasón arroja una gran piedra en medio de los guerreros. La multitud grita pero
Eetes permanece en mudo. Los guerreros comienzan a luchar entre ellos como
perros. Jasón se lanza contra ellos como un cometa. Algunos terrígenas son
segados antes de que acaben de surgir por entero de la tierra. Antes de que acabe el día, Jasón vence a los espartos.
Eetes
regresa a su ciudad meditando en su venganza contra Jasón.