Ares

 
Busto de Ares de Alcamenes, ca. 420 a.C. Museos Capitolinos, Roma.

ARES es el dios olímpico de la guerra, la violencia de la batalla y la hombría, el que se complace en la matanza y en el saqueo de las ciudades, sin mostrar inclinación por un bando u otro. Para su padre Zeus, un ser tan violento estaría mejor entre los Titanes en lo más profundo del Tártaro (Il. V 890). El de áureo yelmo, de intrépido corazón, portador de escudo, salvador de ciudades, revestido de bronce, de brazo poderoso, infatigable, ardida lanza, valladar del Olimpo, padre de la Victoria, quien concluye con bien la guerra, auxiliador de la Justicia, dictador para sus adversarios, guía de los varones mas justos, poseedor del cetro de la hombría, protector de los mortales, dispensador de la arrojada juventud, quien expande desde lo alto sobre nuestra vida su suave brillo y su fuerza marcial (Himno Homérico a Ares). Se identifica con el dios etrusco Marte, dios de la guerra y protector de la agricultura.

Nacimiento de Ares:

I. Zeus tomó Hera para ser su consorte, y ella, acostada en los brazos del padre de dioses y mortales, concibió de él a Hebe, Ares e Ilítia (Hesíodo, Teogonía 921; Apolodoro, Biblioteca I.13; Pausanias, Descripción de Grecia II 14.3).
   
II. Marte es creado por las artes de Flora. Juno oró para que Jove/Zeus permaneciese ignorante de este prodigio. Cuando Minerva surgió de la cabeza de Zeus, se dolió de que Jove no necesitara su servicio. Fue a quejarse a Océano de los hechos de su marido, padre sin necesidad de cónyuge y, ¿por qué no esperar una maternidad sin marido, un parto casto, sin ser tocada por un hombre? Buscó todas las drogas en la Tierra amplia y en el vacío Océano y también en los huecos del Tártaro. Por fin, Flora ayudó a Hera con una flor de los campos de Oleno (en el Peloponeso) que, tocada con el pulgar, al tacto hace concebir en Juno. Viaja a Tracia y Propontis al oeste, y así Marte nace sin la participación de Zeus. Recordando el papel en su nacimiento, Marte compensa a Flora con un lugar en la ciudad de Romulo (Ovidio, Fastos 5. 229, también Hera queda embarazada de Hebe al tocar una lechuga en Mit. Vat. I 2015; y Tifón nace de Hera después de invocar a Gea y los Titanes en el Himno homérico a Apolo).

La ninfa Tero. Príapo:


En el camino que lleva de la ciudad de Esparta a través del río Eurotas hasta Terapne se encuentra un santuario de Ares llamado Teritas después de Tero, de quien se dice que fue la cuidadora de Ares en su infancia, probablemente se trate de una ninfa náyade hija del río Eurotas. En el santuario se custodia una imagen que trajeron los Dioscuros de La Cólquide. Tal vez fue por los Colcos que escucharon por vez primera el nombre de Teritas, ya que los griegos no conocen a Tero, la niñera de Ares y "tero" significa "bestia salvaje" (Pausanias, Descripción de Grecia III 19. 7).
 
El niño Ares, acostado en el seno de la tierra de primavera y hundido en lo profundo de la hierba, arrastra hacia adelante su rostro aplastando las hierbas suaves y, sediento de leche, da gritos a su amada cuidadora. Tal era el joven Marte en medio de la nieve Odrisia (Tracia)
(Estacio, Tebaida IV 786).

Un relato bitinio afirma que Príapo (sea un genio de la guerra, uno de los Titanes o uno de los Dáctilos Ideos) que había dedicado toda su actividad a la enseñanza de la danza con armas, recibió de Hera a Ares, aún niño, pero duro y más viril de lo normal, con el encargo de no enseñarle la lucha con armas antes de haberle convertido en un bailarín perfecto. Y con esta condición recibió como recompensa de Hera cobrar de Ares el diezmo de todos los ingresos procedentes de la guerra (Luciano de Samosata, Sobre la danza 21).

La lanza de Marte:

La lanza es el instrumento de Marte de la misma manera que Júpiter empuña el rayo, Neptuno el tridente y Saturno la hoz o la guadaña. La lanza de Marte se mantuvo en un santuario en Regia, la antigua residencia de los reyes de Roma. Se cree que la lanza se movía, temblaba o vibraba ante una guerra inminente u otro peligro para el estado, como se comprobó antes del asesinato de Julio César (Aulo Gelio, Noches Áticas 4, 6.1). Cuando se representa a Marte como portador de la paz, su lanza está envuelta en laurel, como en el Ara Pacis.

La mansión de Marte:

En un bosque estéril de Tracia se encuentra la guarida sagrada de Marte (Ares), en las lejanas laderas del Hemo (i.e. sangriento), donde su salvaje mansión está rodeada por mil furias. Las paredes son de estructura de hierro, las puertas de hierro se asientan sobre el umbral, el techo es soportado por columnas forjadas en el mismo metal. Los rayos de Helio se debilitan cuando se encuentran, la luz teme que la vivienda y su resplandor turbio deslumbre a las estrellas. Allí residen Temeridad, Crimen ciego, Cólera y el pálido Miedo, con las Insidias y las Discordias, que custodian sus armas, y las Amenazas; en el interior del palacio habitan Valor y Furor. La Muerte se sienta en un trono con las armas en sus manos. Belona, de cara ensangrentada, cuida de los caballos de Marte (Estacio, La Tebaida VII 27).

La corte de Ares:

Deimos y Fobos, son dos dioses gemelos del terror y el miedo, compañeros cercanos de Ares. Conducen el carro del dios y lo ayudan en el campo de batalla.

Zeus armó a los dos lúgubres hijos Ares, sus propios nietos, Fobos y Deimos, sus sirvientes, los guardias inseparables del cielo. A Fobos entregó el rayo y Deimos se hizo fuerte con el trueno, como un aterrador Tifón. Nike levantó su escudo y lo sostuvo ante Zeus, Enio respondió con un grito y Ares hizo un estruendo (Nono II 4114).

Eris/Enio, la diosa de la lucha, el odio y la guerra a veces se considera hermana de Ares y siempre es descrita como su compañera más cercana. Conduce su carro, montando a su lado en la batalla y furiosa entre los rivales del campo de batalla. A veces, Eris y Enio son consideradas como distintas diosas, dos asistentes femeninas del dios.


Eris cuya ira es implacable, hermana y compañera de Ares asesino. Ella es solo una pequeña cosa al principio, pero luego crece hasta que avanza la tierra con su cabeza golpeando el cielo. Arrojó amargura por igual entre ambos contendientes mientras caminaba a través de la embestida que hacía el dolor de los hombres más pesado (Il. IV 441).

Otros espíritus de la batalla (Macai) se encuentran labrados en el escudo de Heracles (Hes. Escudo 154): Proixis (Ataque) y Palioxis (Contraataque), Homados (Tumulto), Cidoimos (Confusión) y Alala (Rugido de guerra, hija de Pólemo en Pind. Ditirambos Frag. 32). En la égida de Atenea (Il. V 738) aparece Alke (Coraje).
Mars Balearicus (ca. 400-101 AC). Museo de Mallorca

El mito de sucesión:

Titanomaquia:

Ares venció a un enemigo de los dioses, de igual clase que los titanes, un gigantesco hijo de Equidna, enemiga de los dioses, que escupía veneno y tenía una doble naturaleza en un mismo cuerpo. Crono utiliza esta criatura enorme para enfrentarse al rayo de Zeus. Aunque podía alzar su cabeza por encima de las nubes y las aves se enredabane en su cabello, Ares dió muerte a esta extraordinaria criatura con su lanza (Nono XVIII 274).


Ares es el destructor de los Titanes, el campeón de su padre, quien levanta un orgulloso cuello en el cielo, aún sosteniendo ese escudo empapado de sangre (Nono XX, 35).

Gigantomaquia:

Ares asistió con los otros dioses en la guerra contra los Gigantes. Venció a Mimante en los campos de Flegra y le quitó su coraza que regaló al rey Eetes de La Cólquide (Apolonio Rodio, Argonautica III 1227).

Tifonomaquia:

Cuando Tifón sintió deseos de adueñarse del poder de Zeus, atacó a los dioses, pero ninguno de ellos fue capaz de hacerle frente, sino, aterrorizados, huyeron a Egipto, con la única excepción de Atenea y el mismo Zeus. Tifón siguió los pasos de los dioses. Éstos, al emprender la huida, adoptaron la forma de animales: Apolo se transformó en un milano, Hermes en un ibis, Ares en un «lepidoto» (pez consagrado a Osiris), Ártemis en una gata, Dioniso tomó el aspecto de un macho cabrío, Heracles
en un cervatillo, Hefesto en un buey, Leto en una musaraña... (
Antonino Liberal, Metamorfosis 28).

Los Alóadas:
 

Los gigantes Aloadas decidieron luchar contra los dioses. Pusieron el monte Ossa en la cima del monte Olimpo, y luego colocan monte Pelión en la parte superior del Ossa, amenazando por medio de estas montañas para subir hasta el cielo ... Y también ataron a Ares. Pero Hermes secretamente arrebató a Ares (Apd. I 54).

Ares sufrió las ofensas de los ortales, cuando Oto y el fornido Efialtes, hijos de Aloeo, le tuvieron trece meses atado con fuertes cadenas en una cárcel de bronce. Allí perecería el dios insaciable de combate, si la madrastra de los Alóadas, la bellísima Eribea, no hubiese advertido a Hermes, quien sacó furtivamente de la cárcel a Ares casi exánime, pues las crueles ataduras le agobiaban (Homero, Ilíada V 385).

Ares estaba herméticamente atado sin gloria por cadenas terrenales y encerrado un frasco, donde Efialtes lo había escondido (Nono, Dionisiaca XXI 41). La Constelación Crátera, puede ser la jarra en la que Ares fue arrojado por Oto y Efialtes (Higino, Astronomica 2. 40).


La familia de Ares
  
1. Diosas:

Afrodita:


El adulterio de Ares y Afrodita:

Después de su nacimiento, Hera expulsó al lisiado Hefesto del cielo con disgusto, pero, cuando creció, envió regalos a Olimpo, incluido un trono dorado para Hera. Cuando la diosa se sentó sobre él, quedó inmediatamente atrapada. Hera ofreció la mano de Afrodita en matrimonio al dios que pudiera liberarla. Ares intentó traer a Hefesto de vuelta al Olimpo por la fuerza, pero fue rechazado por una descarga de fragmentos de metal. Dioniso más tarde consiguió que un Hefesto borracho regresara voluntariamente para reclamar la mano de Afrodita (Paus. I 20.3).

El adulterio de Ares y Afrodita (cantado por Demódeco en Od. VIII 267) en la misma morada de Hefesto es descubierto por Helios, quien lleva las amargas noticias al herrero. Hefesto clamando venganza, forja sobre un gran yunque unas cadenas indestructibles capaces de atar a los amantes (o una red, en Ov. Met. IV 170). Hefesto finge viajar a Lemnos y sorprende a los amantes atrapados en su trampa. Los dioses, llamados por Hefesto, acuden a burlarse, pero las diosas, más discretas, esperan en la puerta. Las malas acciones nunca prosperan y la astucia del herrero lento y tullido supera al más veloz de los olímpicos. Poseidón se compromete a pagar la multa por adulterio de su sobrino.

Hijos de Ares y Afrodita:

Ares y Afrodita se convirtieron en amantes secretos, a pesar del matrimonio de Afrodita y Hefesto y tuvieron cuatro hijos: Eros, Anteros, Deimos, Fobos y una hija, Harmonía.

EROS. Dios de amor, un hijo de Ares y Afrodita (Simonides Frag. 575; Nono, Dionisiaca V 88)

HARMONÍA. Diosa de la armonía, hija de Ares y Afrodita (Hesíodo, Teogonía 933; Apd. III 25; Higino Prefacio Fab.; Ovid. Metamorfosis III 131; Nono Dionisiaca  III 373). En su boda, Harmonía recibe una túnica de Hefesto y Atenea, sumergida en crímenes, para que su descendencia quede marcada como desventurada (Hig. Fab. 148) y un collar maldito (Estacio, Tebaida II 265).

ANTEROS. Dios de amor recíproco (o vengador del amor no correspondido), hijo de Ares y Afrodita (Cicerón, De Natura Deorum 2.21).
Anteros, de Alfred Gilbert. Piccadilly Circus. Se representa como un joven de larga cabellera con alas de mariposa.
DEIMOS. Dios del temor o miedo, un hijo de Ares y Afrodita (Homero, Iliada XIII 298; Quinto Esmirna, Posth. X 51; Nono, Dionisiaca II 414). 

FOBOS. Dios del terror o pánico, hijo de Ares y Afrodita (Iliada 13.298; Posth. X 51; Nono, Dionisiaca II 414).

Adonis:

Adonis nace del incesto de su padre con su hija (según Apolodoro III 14.3, hijo de Ciniras de Chipre y Metarme, según Hesíodo, hijo de Fénix y Alfesibea, y según el poeta cíclico Panyasis, hijo de Theias, rey de Asiria, que lo engendró por su propia hija Esmirna o Mirra). Esmirna había descuidado la adoración de Afrodita, y fue castigada por la diosa con un amor antinatural por su padre. Con la ayuda de su esclava consiguió compartir la cama de su padre sin que él lo supiera. Cuando descubrió el crimen, quiso matarla; pero ella huyó, y al ser casi alcanzada, oró a los dioses para hacerla invisible.Conmovidos por la compasión y los dioses la convirtieron en un árbol llamado mirra. Después de nueve meses, el árbol estalló y nació Adonis. Afrodita estaba tan encantada con la belleza del bebé, que lo ocultó en un cofre que confió a Perséfone; pero cuando descubrió el tesoro que tenía a su cuidado, se negó a devolverlo. Zeus decidió la disputa declarando que durante cuatro meses de cada año Adonis debería ser dejado solo, durante cuatro meses debería pertenecer a Perséfone, y durante los cuatro restantes a Afrodita. Adonis, sin embargo, prefiere vivir con Afrodita, también pasó con ella los cuatro meses que tuvo control. Luego Adonis murió de una herida que recibió de un jabalí durante la persecución, posiblemente el dios Ares, celoso amante metamorfoseado de Afrodita.

Enio/Eris/Belona:

Diosa de la guerra, asimilada a Eris (Discordia) y a Belona. 

Existen dos diosas llamadas Érides (Discordias). Una es de naturaleza benigna e hija de la Noche, pero la más joven fomenta el mal y la batalla, siendo cruel, nadie la ama. La segunda puede ser madre, esposa o hija de Ares (Il. V 592; Cornuto 21; Posth. VIII 425; Paus. I 8.5). Tiene un hijo con Ares llamado Enialio.

ENIALIO. Un dios de la guerra hijo de Ares y Eris, aunque puede tratarse solamente de un epíteto de Ares (Dion. Hal. II 48).
Eris en un plato Ático, ca. 575–525 AC. Berlin Antikensammlung

Eos:

La diosa Aurora tiene una breve aventura amorosa con el dios de la guerra. Afrodita celosa maldice a Eos con una pasión constante y una sexualidad rampante (Apd. I 27).

Nike:

La diosa de la victoria es hija de Ares (Himno Homérico 8 A Ares) aunque generalmente, se considera hija de Palas y Estige (Teog. 383).

Telfusa:

Puede tratarse de las Erinias o un epíteto de la diosa Deméter. Es la madre con Ares del Dragón custodio de la fuente Ismenia de Tebas muerto por Cadmo. Los Espartos surgen de la siembra del los dientes de este dragón. Cadmo sirvió como esclavo de Ares durante un período de ocho años y después Atenea le dió la soberanía de Tebas y Zeus  concedió a Harmonía, hija de Ares, como esposa. Cadmo y Harmonía, después de la muerte de sus hijos, fueron convertidos en serpientes en la tierra de Iliria, castigo  de Ares o de Apolo (Apd. III 22; Hig. Fab. 178; Ovidio Metamorfosis III 874; Nono Dionisiaca IV 352) y después trasladados a la Isla de los Bienaventurados por voluntad de Ares (Eur. Bacantes 1357).

Perséfone:

Los dioses cortejaron a la doncella y llevan presentes: Hermes ofreció su vara como regalo, Apolo su arpa melodiosa y Ares su lanza, coraza y escudo. Todas las ofertas fueron rechazadas por su madre Deméter (Nono, Dionisíaca V 562).
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2. Ninfas:

Cirene:

Ninfa de Bistonia en Tracia. Madre de Diomedes (Apd. II 96; en Hig. Fab. 250 la madre de Diomedes en Asteria o Estérope, hija de Atlas). Puede tratarse de la misma Pirene, madre de Cicno.

Diomedes era un rey de Bistonia, en Tracia, que poseía un rebaño de yeguas devoradoras de hombres (probable regalo de su padre Ares). El octavo trabajo de Hércules fue buscar esta manada para el rey Euristeo. Heracles roba sus yeguas antropófagas despues de dar muerte a Diomedes (en Diod. IV 15.3 es devorado por sus propias yeguas).

Cicno es un príncipe bandido que tomó el control de la arboleda sagrada de Apolo en Itone en el sur de Tesalia, donde asesinaba a peregrinos y robaba las ofrendas destinadas al dios. Cuando Heracles estaba pasando por la región, camino a la corte de Céix de Traquis, Cicno lo desafió a un duelo, pero fue derrotado, a pesar del apoyo de su padre el dios de la guerra. Ares luego se adelantó para luchar, pero Zeus separó a la pareja con el lanzamiento de un rayo (Hes. Esc. 345 ; Apd. II 7.7). Cicno fue transformado en un cisne y, tal vez, se estableció entre las estrellas como la constelación de Cygnus.

Estérope:

Pléyade o ninfa madre de Enómao (Apd. Ep. 2. 5; Plut. Historias Paralelas 38; Hig. Fab. 84, Hig. Astronomica 2.21) y de Eveno (Plut. Historias Paralelas 38) .

Harmonía:

Ninfa de Asiria seducida por Ares en el bosque de Akmonia. Es la madre de la tribu de las Amazonas (Ap. Rd. II 989).  Otrera, reina de las amazonas es la madre por Ares de Hipólita, Antíope (Hig. Fab. 30) y Pentesilea (Apd. Ep. 5.1; Hig. 112).

Harpina:

Ninfa Náyade de Pisa en Élide. Amada por Ares y madre del cruel rey Enómao (Paus. V 22.6; Diod. IV 73.1). Aquellos que buscaran el matrimonio con Hipodamía, hija de Enómao, deben vencer a su padre en una carrera de cuádrigas pero el perdedor debe morir y las cabezas de los pretendientes se exponían sobre la puerta del palacio. Los caballos de Enómao eran un regalo de su padre Ares. Pélope, con la complicidad de Mírtilo, hijo de Hermes y auriga de Enómao, consigue vencerle (Hig. Fab. 84). 

Tanagra

Ninfa Asópida de Argos. Hermes y Ares compitieron en boxeo por ella y ganó Hermes (Corinna 666).

Tereina:

Náyade, hija del río Estrimón. Madre de Trasa, que se casó con Hiponoo, hijo de Tríbalo y tuvieron una hija llamada Polifono. Ésta se hizo compañera de Ártemis y despreció el culto a Afrodita por lo que fue castigada con una pasión antinatural por un oso. Polifono dió a luz a dos hijos de gran tamaño llamados Agrio ("salvaje") y Oreo ("montañés"). Los hijos de polifono se hicieron famosos por su crueldad y su impiedad hacia los dioses. Zeus llegó a aborrecerlos tanto que envió a Hermes para que les impusiera el castigo de cortarles los pies y las manos. Pero Ares, debido a que Polifono era su descendiente, con la colaboración de Hermes, los metamorfoseó en pájaros. Polifono fue convertida en un pájaro tenebroso, que emite sonidos durante la noche, no come ni bebe, mantiene la cabeza hacia abajo y las patas en alto. Oreo se convirtió en un búho, ave de mal augüero. Agrio se transformó en un buitre, el más odiado de todos los pájaros para dioses y hombres. y le infundieron en él un deseo permanente de carne y de sangre humana (Ant. Lib. 21).

Tritea:

Ninfa marina de Acaya. Madre de Melanipo (Pausanias VII 22.8)
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3. Descendencia MORTAL:

La mayoría de estos estaban conectados a él con solo una breve referencia genealógica y su paternidad usualmente se asignaba para enfatizar una naturaleza brutal o guerrera. Unos pocos fueron los míticos fundadores de ciertas casas reales y nobles como la reina Harmonia de Tebas y el rey Portaón de Etolia. 

Atenas:

Agraulo. Hija del rey Cécrope y madre con Ares de Alcipe (Apolodoro III.180, Pausanias 1.21.4; Suidas "Areios pagos"). Halirrotio, hijo de Poseidón y la ninfa Eurite, intentó violar a Alcipe y Ares lo mató. Poseidón hizo que Ares fuese juzgado por los 12 dioses en el Areópago, cerro de Ares, pero fue absuelto.

Metiadusa, esposa de Pandión II de Atenas. Niso, rey de Megara es hijo de Pandión II de Atenas, de Deión o de Ares
  (Hig. Fab. 198 y 242). Niso poseía un mechón de pelo púrpura, tal vez regalo de su padre divino, que garantizba la seguridad de su reino. Su hija Escila lo traicinó cortando este mechón y el rey Minos de Creta conquistó su reino. Niso fue transformado en ave marina y su hija en pez (Ov. Met. VIII 6, muy similar al mito del rey Tereo).
 
Arcadia:

 
 

Aerope, madre de Aeropos (Pausanias 8.44.7). Aerope, hija de Cefeo, hijo de Aleo, muere al dar a luz a su hijo. El niño se aferró a su madre cuando ya estaba muerta y tomó gran cantidad de leche de sus pechos muertos. Esto sucedió por voluntad de Ares.
 

Filónome, hija del licaónida Nictimo y de Arcadia. Solía cazar con Ártemis, pero fue seducida por ares con la apariencia de un pastor y fue madre de los mellizos Licasto y Parrasio. Los niños fueron arrojados al río Erimanto pero encontraron refugio en el interior de un tronco hueco. Una loba cuya guarida estaba en el árbol, arrojó a sus propios cachorros al río y tomando a los niños, los amamantó. Parrasio llegó a ser rey de Arcadia después de la metamorfosis de su primo Arcas (Plut., Historias Paralelas 36, que recuerda al mito de Rómulo y Remo).
 
Atalanta, madre de Partenopeo de los Siete (Apd. III 109).

Argos:

Pero, hija de Neleo y mujer de Biante, con Ares es la madre de Leodoco (Hig. 149), quien partició en la expedición de los Siete contra Tebas (Ap. Rd. I 119; Apd. III 6.4).

Orcómeno:

Astíoque, hija de Áctor, madre de los gemelos Ascálafo y Yálmeno, que condujeron a los hombres de Orcómeno a la guerra de Troya, después de la muerte de su primo Trofonio (Ilíada  II 512; Pausanias IX 37.7; Apd. I 113; Hig. Fab.
159).

Crise, hija de Halmo, madre de Flegías quien se convirtió en rey de Orcómeno después de Eteocles. Comenzó una campaña militar contra los reinos vecinos y llegó a incendiar el templo de Apolo en Delfos. Murió a manos de los tebanos Lico y Nicteo (Pausanias IX 36.1).

Etolia: 

Altea, esposa del rey Eneo. Madre de Meleagro, héroe máximo de Calidón (Apd. I 65; Plutarco Historias Paralelas 26; Hig. Fab. 14; Ovidio Met. VIII 269).

Demonice, hija de Agenor. Madre con Ares de cuatro hijos: Eveno (es hijo de Estérope (en Plut. Historias Paralelas 38), Molos, Pilos y Testio (Apd. I 59). 

Eveno es el padre en su sobrina Alcipe, hija de Enómao, de Marpesa. Eveno mataba a sus pretendientes para adornar el templo de Poseidón con sus cráneos. Cuando Idas el Afárida secuestró a Marpesa en un carro alado, se ahogó durante la persecución en el río Licormas, desde entonces río Eveno (Apd. I 7,7; Hig. Fab. 242 ¿hijo de Heracles?).

Molos puede ser el padre de Molione, casada con Áctor (hermano de Augías rey de Élide) y madre con Poseidón de los gemelos Éurito y Ctéato. Los Moliónidas habrían nacido de un huevo de plata (como los hijos de Leda) y eran unos guerreros de inmensa fuerza. Néstor en su juventud había luchado contra ellos en las guerras contra los epeos de Élide e incluso habría podido matarlos pero Poseidón los salvó envolviéndolos en una nube (Il. XI 655). Los Moliónidas ayudaron a su tío Augías en la guerra de Hércules contra Élide, donde fueron derrotados (Apd. II 7.2). Éurito y Ctéato, casados con dos hijas de Dexámeno de Oleno, Terónice y Teréfone, tuvieron a Anfímaco y a Talpio, quienes mandaron el ejército de los epeos en la guerra de Troya (Il. II 621).

Testio casado con Deidamia (hija de Perieres de Mesenia, Escolio a Ap. Rd.), Eurítemis (Apd.) o Leucipe (Hig. 14) tiene por hijas a Leda (madre de Helena) y Altea (madre de Meleagro) y por hijos a los Testíades: Íficlo, Plexipo, Eurípilo, Evipo (Apd. I 7.7) o Protóo y Cometes (Paus. IX 27.7) muertos por Meleagro tras la Cacería de Calidón.
 
 

Epicaste, hija de Calidón, hermana de Protogenia y mujer de Agenor, es la madre con Ares del rey Portaón, padre de Eneo (solamente en Antoninus Liberalis 2).

Protogenia, hija de Calidón, es la madre con Ares madre de Óxilo (Apolodoro I 59)

Tesalia:


Dotis, hija de Elato o Astero, de Anfictione, de quien se cree ha derivado el nombre de la llanura Dotia, en Tesalia. Dotis era la madre de Flegías, por Ares (en Apd. III 5.5). 

Pelopia, madre de Cicno (Apd. II 7.7; Hesiod., Escudo 57; Hig. Fab. 31 y 159).
 

Tracia: 

Madre desconocida: 

Tereo (Apolodoro III 14.8; Ov. Metamorfosis VI 426). Pandión de Atenas dió a su aliado Tereo de Tracia a su hija Procne en matrimonio y tuvieron un hijo llamado Itis. Tereo enamorado de su hermana Filomela la sedujo diciendo que Procne estaba muerta. Después de violar a Filomela le cortó la lengua y la ocultó en una prisión. Filomela tejiendo dibujos en una tela reveló a Procne su desgracia. Procne mató a su hijo Itis, lo hirvió y le sirvió como una cena a Tereo. Cuando Tereo descubrió lo que había pasado, cogió un hacha y los persiguió. Habiendo sido alcanzadas en Daulia, Fócida, las hermanas oraron a los dioses para ser convertidas en pájaros. Procne se convirtió en un ruiseñor y Filomela en una golondrina. Y Tereo también se transformó en una abubilla (gavilán en Hig. Fab. 45).

Driante, hijo de Ares (Hig. Fab. 45). Participó en la caza del jabalí de Calidón y en la guerra de Lápitas y Centauros. Su hermano Tereo, malinterpretando la respuesta de un oráculo, lo mató, temiendo que Driante el habría asesinado a su pequeño hijo Itis (Apd. I 67; Hig. Fab. 159 y en 173 "hijo de Jápeto").
 

Alcón, hijo de Marte originaro de Tracia, figura entre los cazadores de Calidón (Hig. Fab. 172).

Roma:

Ilia/Rea Silvia, vírgen vestal del Lacio, seducida por Ares mientras dormía, dió a luz a Rómulo y Remo (Hig. Fab. 252).
Marte y Cupido - Bertel Thorvaldson, 1862. Thorvaldsen Museum, Copenague.

El Reino de la Amazonas:

Las amazonas son una tribu bárbara de mujeres guerreras relacionadas con escitas y sármatas. Las amazonas eran las hijas de Ares y Harmonia, una ninfa del bosque de Akmonia (Ap. Rd. II 989). Eran brutales y agresivas, y su principal preocupación en la vida era la guerra.

Las amazonas eran hombres que sus enemigos confundían con mujeres porque usaban ropa que les llegaba a los pies, se ataban el pelo con cintas y se afeitaban la barba (Paléfato, Historias increíbles). 

El término 'Amazona' puede tener muchos significadospero siempre hace referencia a una mujer con unas características especiales:

- Griego: "a-massein" (“inaccesible”), "a-mangion" (“sin hombres”), "ama-hazo" (“con honor”). "ama-zoonais" (“con cinturón”), "ama-zoosai" (“viven juntas”), "Amazo-nes" (“hijas de Amazo”).
- Iranio antiguo: hemeh-zen (“toda mujer”) o ha-mazan (“guerrera”).
- Caucásico: "amaze" (“joven”).
- Hebreo: "ammitz" (“fuerte”) y "zouheh" (“mujer caída”).
- Mongol: "aeme-zaïne" (“mujer excelente”).
- Godo: "magath" (“vírgen”).
- Sanscrito: "Uma-soona" (“hijos de la diosa Uma”).
- Armenio: "ama-zon" (“hijos de la diosa de la Luna”).
- Fenicio: "am-azon" (“señora madre”).
- Eslavo: "omuzhony" (“mujeres masculinas”).

Mirina y las Amazonas de Libia:


Existía desde tiempo muy antiguo en el oeste de libia, en los límites del mundo civilizado, en una isla llamada Hespera, un pueblo gobernado por mujeres y dedicado a los asuntos de la guerra. Las mujeres realizaban el servicio militar y al terminar podían unirse a extranjeros para la procreación de niñas. Después de los nacimientos de los hijos, daban los bebés a los varones y éstos los criaban con leche y con algunos otros alimentos hervidos; si el nacido fuere hembra, se le quemaban los pechos para que no se les desarrollaran en su madurez porque les parecía que los pechos sobresalientes son un impedimento para la milicia y por eso carentes de pechos, eran llamadas Amazonas por los griegos (ἀ- μαζόνες, "privadas de una mama", de ἀ- μαζός, jón. para μαστός). Los varones llevaban una vida hogareña y no tenían ningún derecho de expresión en asuntos públicos.

La reina Mirina al frente de un ejército de treinta mil infantes y tres mil jinetes dirigió un ataque contra los Atlantes que era el pueblo más civilizado del norte de África y destruyó la ciudad de Cerme antes de llegar a un pacto con ellos. A petición de los Atlantes, las Amazonas hicieron la guerra al pueblo de las Gorgonas, otro pueblo gobernado por mujeres. Mirina recorrió Libia y Egipto donde hizo un tratado de paz con el rey Horus, venció a los árabes y sometió Siria, llegando hasta el Tauro. Como recuerdo de su paso, fundó las ciudades de Mirina, Cime, Pítane y Prien en Asia Menor, y la ciudad de Mitilene en Lesbos, en honor a su hermana. Las Amazonas sorprendidas por una tormentam, naufragaron en la isla de Samotracia donde levantaron altares de agradecimiento a la Madre de los Dioses. Mirina murió en combate contra Mopso el tracio (y Sípilo el escita) que dirigía un ejército desterrado por el rey Licurgo (Diod. III 52).

Campaña de las Amazonas contra Licia y Frígia:

El héroe griego Belerofonte libró guerra contra las Amazonas por orden de Yóbates, rey de Licia (Il.  VI 171). El rey troyano Príamo fue aliado de Frigia, los pueblos de Otreo y de Migdón una generación antes de los acontecimientos de la Ilíada (Il. III 181; Homero no dice dónde vivían las amazonas, pero como pelearon en dos guerras en Asia Menor, parece lógico suponer que vivieron allí...).

Hércules y el cinturón de Hipólita:

Vivían las Amazonas ala sazón en las proximidades del río Termodonte, en la costa sudoriental del Ponto Euxino (Eurípides, Hércules w . 408-410, las sitúa en la costa opuesta, la Quersoneso Táurica o península de Crimea). Su reina Hipólita poseía un cinturón recibido de su padre Ares, como insignia real. Admeta, hija del rey Euristeo, pide a Hércules traer el cinturón como uno de sus trabajos. Hércules se embarca,en compañía de  Telamón y Yolao (Píndaro Nem. III 36-39) y Peleo (Escolio Nem. III 64) y todos los Argonautas (Helánico 4 F 106), y tras las aventuras en Paros con los hijos de Minos y en Misia con la derrota de los Bébrices y la fundación de Heraclea, llega a Temiscira, ciudad de las Amazonas.

La reina Hipólita (llamada Melanipe en Diodoro IV 16, 1-4) promete entregar de buen grado el cinturón a Hércules, pero, Hera, tomando la apariencia de una Amazona, se presenta ante la multitud y da la falsa noticia de que su reina ha sido hecha prisionera por los extranjeros. Las Amazonas atacan a los griegos. Hércules, creyendo que se trata de una emboscada, da muerte a Hipólita, le quita el cinturón, y huye (Apolodoro II 5, 9; en Diodoro, toma prisionera a Melanipe y pide el cinturón como rescate).

Antíope fue la recompensa que le otorgó Heracles a Teseo por su ayuda (Hig. 30). Heracles intentó tomar la ciudad amazona de Temiscira por asedio, pero fracasó. Antíope enamorada de Teseo, traicionó a su ciudad (Paus. I 2.1).

Teseo y Antíope:

Teseo navegó hacia la tierra de las Amazonas, en la punta nororiental de Asia Menor y raptó
a la reina Antíope (en ocasiones de Hipólita o Melanita, Apd. Ep. 1.16; Plut. Teseo 26) sin la ayuda de Hércules. Teseo estuvo acompañado por su amigo Pirítoo (Pind. fr. 175), y se apoderó de la amazona con la ayuda de su auriga Forbas (
Ferécides 3F152). Las Amazonas envían al barco de Teseo a una amazona con presentes. Entonces el héroe se aprovecha de la situación y la rapta: primero la invita a subir al barco y luego parten a toda prisa (Plutarco, Teseo 26).

Las amazonas determinaron llevar a cabo una expedición contra Atenas para vengarse de Teseo. Viajaron hacia las costas septentrionales del mar Negro, y cruzaron por el Bósforo cimerio en invierno, mientras estaba congelado (
Helánico 4F167). Cuando llegaron a Atenas, acamparon en un lugar conocido como "Amazeion", situado en las laderas del Areópago (según Esquilo Eum. 685, el Areópago recibió ese nombre porque allí hicieron sacrificios en honor de Ares). Las guerreras supervivientes huyeron a la vecina Mégara, donde se encuentran las tumbas de Amazonas. Antíope arregló un tratado de paz después de la guerra, que se extendió durante tres meses y acordó que las Amazonas heridas permanecieran en Calcis hasta que se curaran. Antíope, no deseaba volver a su patria, y murió a manos de una amazona llamada Molpadia. En época histórica se mostraba la tumba de Antíope en Atenas, al igual que la de la amazona que la mató (Paus. I 2.1 y I 41.7).

Pentesilea y la guerra de Troya:

Pentesilea llega a Troya al comienzo de Posthomerica, la noche antes de que comience la pelea después de la muerte y el funeral de Héctor. Ella vino para ser purificada por Príamo y apaciguar a los dioses por matar accidentalmente a su hermana Hipólita mientras cazaban.

Pentesilea llegó a Troya con otras doce compañeras (Quinto de Esmirna I, 42-47):
- Clonia (muerta por Podarces).

- Polemusa (muerta por Aquiles).
- Derinoe (muerta por Áyax el Menor).
- Evandra (muerta por Meríones).
- Antandra (muerta por Aquiles).
- Bremusa (muerta por Idomeneo).
- Hipótoe (muerta por Aquiles).
- Harmótoa (muerta por Aquiles)
- Alcibia (muerta por Diomedes).
- Derimaquea (muerta por Diomedes).
- Antíbrota (muerta por Aquiles).
- Termodosa (muerta por Meriones).

Pentesilea era una guerrera tan efectiva porque, a diferencia de la mayoría de las amazonas que tenían un solo seno, Pentesilea tenía ambos senos amputados. En su primer y único día de lucha, Pentesilea mata a muchos hombres. En el enfrentamiento con el Ajax Telamonio no hay un vencedor claro. Aquiles con un solo golpe, perfora su coraza y luego empala con su lanza tanto a ella como a su caballo. Se burla de su cadáver hasta le quita el casco y se enamora de ella después de su muerte. 

Caístro es un hijo de Aquiles y Pentesilea que se convirtió en dios-río homónimo en Lidia. Tuvo un hijo llamado Éfeso como la ciudad homónima, y una hija con la diosa Derceto, Semiramis que llegaría a ser reina de Babilonia (Serv. a Vir. En. XI 661; Estr. XIV 650; Paus. VII 2.7).

Pentesilea fue sucedida por Antianira, quien se rodeaba de sirvientes castrados porque, consideraba, así eran mejores amantes (Mimnermo Frag. 21).
 
Destino de las Amazonas:


Las Amazonas vivieron en Temiscira, pero más tarde naufragaron en Escitia. Finalmente se casaron con hombres escitas y se establecieron al este del Don (en lo que ahora es el sur de Rusia). Sus descendientes fueron llamados Sármatas, entre los cuales las mujeres son guerreras, montan a caballo, van de caza y visten igual que los hombres (Heródoto, Libro 6, CXVI). 

Amazona herida. Museo Capitolino.
Ares y los otros dioses

Los Juegos de los Olímpicos

Zeus llevó a cabo los juegos en honor a su victoria sobre Cronos. El registro de vencedores incluye Apolo, que corrió más rápido que Hermes y venció a Ares en el boxeo (Herodoto, Historias 5. 7. 10; Pausanias, V 7. 10).

Las fiestas de los dioses

En la fiesta de los dioses las Musas cantan los dones de los dioses inmortales y los sufrimientos de los hombres. ... Los Graces y las alegres Horas bailan con Harmonia, Hebe y Afrodita cogidas de las manos. Entre ellas canta Ártemis. Entre ellas juegan tarnbién Ares y el Argicida de larga vista, mientras Febo Apolo tañe su cítara, carninando con paso gallardo y arrogante. Sale en torno suyo un brillante resplandor, y centelleos de sus pies y de su túnica de fina textura (Himno Homérico 3 A Apolo Pítio).

En la fiesta nupcial de Peleo y Tetis asistieron los dioses. Ganimedes escanciaba vino por orden de Zeus; toda la familia de los dioses se afanaba en honrar a la hermana de blancos brazos de Anfitrite con Zeus llegado del Olimpo y Posidón del mar. Y, conduciendo el coro de las Musas que habían bajado desde el Helicón abundante en abejas, vino Apolo, el de armoniosa voz; el racimo de su intenso cabello, ondeante de una parte y de otra con sus rizos de oro, era agitado por el Zéfiro. Lo acompañaba Hera, la hermana de Zeus. Y la propia Afrodita, reina de la armonía, no se retrasó en su marcha a los bosques del centauro Quirón. Llegó además Pito, que había elaborado la corona nupcial, transportando la aljaba del arquero Eros. Tras quitarse de sus sienes el poderoso yelmo acudió a la boda, aun inexperta en bodas, Atenea. Ni siquiera la Letóyade hermana de Apolo, Ártemis, desdeñó
el ir, pese a que era diosa campestre. Y como cuando, sin cubrirse de casco ni blandir la destructora lanza,el férreo Ares va a la casa de Hefesto, así sin coraza, sin aguzada espada, danzaba sonriente. En cambio, no le preocupó a Quirón no conceder el honor a Éride ni le importó tampoco a Peleo... (Coluto, Rapto de Helena 20).

Ares y Dioniso

El dios Dionisos dirigió a sus ejércitos en la batalla contra el Reino de los Indios. Hera envió a Ares para apoyar a los indios en la lucha, porque todavía estaba llena de ira por Dioniso.


Ares combate al ejército de Dioniso asumiendo una forma mortal, con Enyo a su lado ... se ha armado contra Dioniso a las órdenes de Hera y apoya al rey indio Deríades que lucharon contra el dios (Nono XXXIII, 55).
 

Ares y Leto

Hera ordenó a Ares obligar a las tierras de Grecia a rechazar a la embarazada Leto en sus andanzas, llevándola de la tierra a la tierra en busca de un lugar para dar a luz a los gemelos Apollon y Leto.

Hera murmuró algo terrible contra todas las mujeres que dan a luz hijos que dan a luz a Zeus, pero especialmente contra Leto, porque ella estaba destinada a tener de Zeus un hijo más querido que Ares. Hera vigilaba desde el cielo, enojada, negaba asilo a Leto, que estaba atrapada en los dolores del parto. Tenía Hera dos vigías para vigilar la tierra. El espacio de los continentes lo observaba audazmente Ares, sentado con sus armas en lo alto del Hemo Tracio, mientras sus caballos acampaban en la cueva de siete cámaras de Bóreas. El otro centinela era la Taumantide Iris sentada en Mimas,vigilaba las islas remotas. Allí se sentaron y amenazaron a todas las ciudades a las que Leto se acercó y les impidieron recibirla ...

Luego huyó al río Peneo en Tesalia buscando refugio. Peneo le acoge y está dispuesto a enfrentarse a la venganza de los dioses para ayudar a Leto. Ares estaba a punto de levantar los picos de Pangeo en el oeste de Tracia de su base y arrojarlos en sus aguas revueltas para esconder sus arroyos. Y desde lo alto hizo un estruendo como de trueno y golpeó su escudo con la punta de su lanza, y sonó con un ruido bélico. Y las colinas de Osa temblaron y la llanura de Cranón, y las faldas barridas por el viento de Pindo, y toda Tesalia bailaron por miedo. Y así como cuando el monte Etna arde con fuego y todas sus profundidades secretas se estremecen cuando el gigante bajo la tierra, Briareo (también Encelado o Tifón), se mueve hacia su otro hombro, y con las tenazas de Hefesto rugen los hornos y la obra; y las cuencas y trípodes en llamas suenan terriblemente como la caída una sobre la otra, tal en esa hora era el tintineo del escudo redondo de Ares. Pero Peneo no se retiró, sino que permaneció en su terreno, tan firme como antes, y se mantuvo en sus rápidos torrentes, hasta que la hija de Ceo lo llamóy le pidió que se salvara, encaminándose hacia la isla de Asteria... (Calímaco, Himno 4 A Delos).

Ares y Tánatos:

Sísifo dió a conocer a Asopo que Zeus, había secuestrado a su hija Egina. Zeus luego ordenó a Tánatos (la Muerte) encadenar al rey Sísifo en las profundidades del Tártaro. Sísifo sentía curiosidad por saber por qué Hermes, cuyo trabajo era guiar a las almas al Inframundo, no había aparecido en esta ocasión. El rey Sísifo le pidió astutamente a Tánatos que demostrara cómo funcionaban las cadenas. Cuando Tánatos le concedió su deseo, Sísifo aprovechó la oportunidad y atrapó a Tánatos en las cadenas. Una vez que Tánatos fue atado por las fuertes cadenas, nadie murió en la tierra. Esto causó un alboroto especialmente para Ares, quien estaba molesto porque sus batallas se habían perdido porque sus oponentes no iban a morir, por lo que intervino. El exasperado Ares liberó a Tánatos y llevó al rey Sísifo a Tánatos de Sísifo (Ferécides Frag. 78 sobre Sísifo, el drama perdido de Esquilo).

Heracles

Ares y su medio hermano mortal Heracles se vieron envueltos en un conflicto en repetidas ocasiones.
 

I. Los trabajos de Hércules:

Dos de los doce trabajos de Heracles involucran a los hijos de Ares: uno era para buscar a las yeguas devoradoras de hombres del rey Diomedes de Bistonia en Tracia y el otro era para buscar el cinturón de la reina amazónica Hipólita. Él mató a ambos en el curso de completar sus recados.


II. Heracles hiere a Ares en la guerra de Pilos:
 

En defensa de la arenosa Pilos se enfrentó Ares a Hércules con ansia incontenible de lucha. Tres
veces Ares golpeado por su lanza cayó a tierra con el escudo destrozado; pero a la cuarta, fue herido en un muslo lanzándola con toda su fuerza, y se abrió una enorme raja en la carne del dios. Ares cayó a tierra, derrotado, boca abajo,en medio del polvo
(Hesíodo, Escudo 357).

III. Ares ayuda a Cicno en su combate con Heracles:


Después de la muerte de Cicno, Ares, con un terrible grito, blandiendo sus armas semejantes a la llama, se lanzó contrael fornido Heracles, ansioso por matarle. Arrojó su broncínea lanza, furiosarnente irritado por la muertede su hijo, sobre el enorme escudo. Pero Atenea de ojos glaucos, acudió en ayuda de Heracles y extendiendo la mano desde su carro, desvió el golpe de la lanza. Un agrio dolor se apoderó de Ares y desenvainando su aguda espada, se lanzó sobre el intrépido Heracles. Cuando le atacaba, el Anfitrioníada, insaciable de terrible lucha, le hirió una vez más en el muslo desguarnecido por el artístico escudo. Fobos y Deimos llevan a su padre herido al Olimpo (Hes., Escudo).

IV. Ares ayuda al río Aqueloo:

 Ares ayuda al río Aqueloo en su combate con Heracles por la mano de Deyanira (
Pausanias, VI 19.12, representación del Tesoro de los megarenses en Olimpia).
 
La Tebaida

Al comienzo de la Guerra de los Siete contra Tebas, los tebanos consultaron al profeta Tiresias y les dijo que ganarían la batalla si el hijo de Creonte, Meneceo, de la sangre del dragón, descendiente de los espartos, se ofrecía como víctima de Ares. Cuando escuchó esto, Meneceo se quitó la vida frente a las puertas (Apd. III 73).

Edipo recibió el reino de su padre, y tomó a su madre, sin saberlo, Yocasta como esposa, y engendró en ella cuatro hijos. La esterilidad de los cultivos y la necesidad cayó sobre Tebas debido a los crímenes de Edipo. El profeta Tiresias, preguntado porqué Tebas fue castigada, respondió que si alguien de la sangre de Dragón de Tebas muriese por su país, liberaría a Tebas de la plaga. Meneceo, dándose cuenta de que él solo de los ciudadanos podía traer seguridad, se tiró de la muralla y los tebanos lograron su victoria (Hig., Fab. 67 y 6).

La guerra de Troya:

I. Boda de Peleo y Tetis:

Ares fue invitado a la boda de Peleo y Tetis donde Eris arrojó la manzana de oro de la discordia entre las diosas, el primer incidente, previsto por Zeus, en una serie de eventos que condujeron a la Guerra de Troya.

Por mandato de Zeus, Ganimedes vertía el vino en la boda de Peleo y Tetis. Toda la raza de dioses se apresuró a honrar a la novia de brazos blancos, Tetis, hermana de Anfitrite. Zeus acudió desde el Olímpo y Poseidón desde el mar ...  Ares, sin casco, sin alzar una lanza guerrera, como cuando entra furtivo en la casa de Hefesto, sin peto y sin la espada agitada, bailada sonriendo en la boda (Coluto, Rapto de Helena 14).

II. Ares persuadido por Afrodita para ayudar a los troyanos:

Durante la Guerra de Troya, los dioses se dividieron en facciones pro-griegas y pro-troyanas. Ares, era indiferente, y al principio le prometió a su madre Hera y su hermana Atenea que se pondría del lado de los griegos en la guerra. Sin embargo, Afrodita lo convenció de romper su alianza y unirse a ella en apoyo de los troyanos (Ilíada V 699).

Atenea acusa a Ares por su traición a la causa griega (Ilíada XXI 391).

III. Ares herido por Diómedes:

La Ilíada de Homero comienza con la reunión del ejército troyano, recientemente reforzado por las tropas enviadas por sus aliados de muchas naciones. Los griegos habían vuelto a sitiar Troya, después de haber devastado el campo y las ciudades menores de la Tróade. Tan pronto como comenzó la lucha, los dioses descendieron al campo de batalla en apoyo de sus favoritos.Ares excitaba a los troyanos y Atenea a los griegos, pero Fobos, Deimos y Discordia a ambos pueblos (Ilíada IV 436).

Atenea tomó de la mano al violento Ares, y lo saca de la lucha obligándolo a sentarse junto a las arenas del Escamandro, mientras los griegos rechazaban a los troyanos, pues Zeus había prohibido intervenir a los dioses inmortales en la batalla (Ilíada V 27).

Afrodita fue herida por el héroe Diomedes mientras trataba de rescatar a su hijo Eneas. La diosa se fue lastimada, e Iris con el viento la tomó de la mano y la alejó de la batalla. Su piel preciosa estaba ensangrentada, herida y sufría. Encontró a Ares violento donde Atenea lo había dejado, sentado, su lanza apoyada y sus veloces caballos escondidos en la bruma. Arrodillándose Afrodita le pide sus caballos para que pueda volar al Olímpo, porque fue herida por la lanza de un mortal, Diomedes, el hijo de Tideo.

Ares le dio los caballos con las bridas doradas, y, todavía afligida en el corazón interior, montó en el carro y al lado de ella, Iris condujo los caballos (Ilíada V 352).

Apolo rescató a Eneas de la batalla después del intento fallido de Afrodita y dirigiéndose al violento Ares, le incitó a luchar contra Diomedes.

El severo Ares bajó para alentar las filas de los troyanos, tomando la forma de Acamante, e instó a los hijos de Príamo, animándolos al combate (Ilíada V 454).

El violento Ares defendiendo a los troyanos cubría de espesa niebla el campo de batalla y pasaba a todas partes, cumpliendo los mandatos de Apolo, el de la espada de oro, quien le había pedido que despertara el ardor en el corazón en los troyanos cuando vio que Palas Atenea ya no estaba para defender a los Danaos (Ilíada V 506).

Héctor avanzó contra los griegos gritando en voz alta, y con él siguieron a los batallones troyanos con toda su fuerza y Ares los condujo con la diosa Enyo, llevando consigo la confusión del odio desvergonzado. Ares manejaba una lanza gigantesca y ahora estaba frente a Héctor, ahora detrás de él. Diomedes del gran grito de guerra se estremeció al verlo porque Atenea le había dado la habilidad de ver dioses y, dándose la vuelta, advirtió a su pueblo sobre Héctor, que Ares iba con él (Ilíada V 592).

Los Argivos, bajo la fuerza de Ares y de Héctor con su armadura de bronce, ni volvieron la espalda y tomaron sus naves negras ni los rechazaban en la lucha, pero siempre retrocedían, ya que veían cómo Aresayudaba a los troyanos. Héctor con la ayuda de Ares asesinó a Teutrante, igual a un Dios, a Orestes, conductor de caballos, Treco, lancero de Etolia, Enómao, Heleno hijo de Énope y Oresbio de tremolante mitra. La diosa Hera de los blancos brazos, desde el Olimpo percibió cómo los Argivos estaban pereciendo en el fuerte encuentro e inmediatamente le habló a Palas Atenea recordándole la promesa hecha a Menelao de volver a casa después de saquear la ciudad de fuertes murallas de Ilión, si dejan que el maldito Ares preste su auxilio.

Las dos diosas luego partieron en su carro provisto por Hebe, hacia Troya para ayudar a los griegos. Pasaron junto a Zeus que estaba sentado en la cima del Olimpo y Hera detuvo sus caballos. Hablaron con Zeus y y le informaron que tanto Afrodita y Apolo del arco de plata han desatado a este maniaco Ares que no sabe nada de justicia. Zeus permite a Atenea castigar a Ares.

Atenea aparece ante Diomedes y lo insta a luchar con confianza contra los troyanos, aunque antes le había advertido de no luchar contra ningún dios, excepto Afrodita.

Atenea toma el lugar de Esténelo, el auriga de Diomedes y dirigió los caballos directamente contra Ares. Ares estaba matando a Perifante de Etolia. Atenea se puso el casco de Hades para que Ares no pudiera reconocerla.

Ares se abalanzó sobre el yugo y las riendas de sus caballos con la lanza de bronce, furioso por quitarle la vida a Diomedes. Ares arroja su lanza que es desviada por Atenea. Después, Diomedes con la lanza de bronce y Palas Atenea, ayudándole, hiere a Ares en la profundidad del vientre donde el cinturón de guerra lo ceñía. Ares, el descarado, bramaba con un sonido de nueve o diez mil hombres y temblaron asustados aqueos y troyanos.

Ares huye cubierto de niebla a la ciudadela de los dioses, el Olimpo y se sentó junto a Zeus, afligido en su espíritu, y le mostró la sangre inmortal que goteaba del corte de la lanza. Reprocha a Zeus que los dioses se peleen y se queja de Atenea, esta maldita hija maniaca de Zeus, cuya mente está fija para siempre en la acción injusta. Todos los dioses en el Olimpo obedecen a Zeus, excepto esta hija de perdición, que ha incitado a Diomedes a atacar con furia contra los dioses inmortales: primero apuñaló a Afrodita en la muñeca. Luego, como algo más que humano, atacó al mismísimo Ares.

Zeus mirándolo sombríamente, regaña a Ares, el más odioso de todos los dioses que sostienen Olímpo y señala su carácter parecido a Hera. El más odioso de los inmortales para Zeus, si fuera hijo de algún otro dios, sufriría un tormento aún peor que los Titanes.

Zeus pide a Peán que lo sanara. Esparciendo medicinas para aliviar el dolor sobre él, Peán lo volvió a curar, ya que no estaba hecho para sufrir como uno de los mortales.  Tan rápido como el jugo de un higo en leche blanca rápidamente cuaja lo que antes era líquido para quien lo agita, sanó al violento Ares. Hebe limpió a su hermano y le puso ropa delicada. Regocijándose en la gloria de su fuerza recuperada, Ares se sentó al lado de Zeus.

Hera y Atenea regresaron a casa después de detener a Ares (Ilíada V 699).

IV. La muerte de Ascálafo:

Zeus había prometido a Tetis que le daría gloria a los troyanos hasta que su hijo Aquiles fuera aplacado por el líder griego Agamenón. De acuerdo con esto, ordenó a los dioses que se retiraran del campo de batalla. En la lucha que siguió, el hijo de Ares, Ascálafo, fue asesinado por el troyano Deífobo (Il. XIII 521).

Hera anunció a Ares la muerte de su hijo Ascálafo. Ares golpeó sus grandes muslos con las palmas de sus manos, y enojado y triste, se dirige a vengar la matanza de su hijo, aunque sea golpeado por el rayo de Zeus, y quedase desparramado entre la sangre y el polvo de los hombres muertos.
Ares ordenó a Fobos y Deimos que enjaezaran sus caballos, y él mismo se metió en su brillante armadura. Atenea, en su temor por el bien de todos los dioses, le quitó el casco de la cabeza, el escudo de sus hombros, y arrebató de su mano la pesada lanza de bronce y la apartó. Luego en un discurso razonó con el violento Ares para que abandonara su propósito de venganza y lo sentó en una silla (Ilíada XV 110).