Heracles y Télefo niño. Museo de Louvre. |
La tragedia de Auge:
Seducida por Heracles. Áleo, hijo de Afidas, hijo de Arcas, hijo de Zeus y Calisto, casado con Neera, hija de Pereo, hijo de Élato, quien era rey en el Monte Cilene en Arcadia y también hijo de Arcas reina en Tegea donde construye el templo de Atenea Elea (Paus.: III 15.7, 19.7 y 53 5) donde su hija Auge es sacerdotisa. Cuando Hércules cuando regresa a Etolia después de su venganza contra Hipocoonte de Esparta, hace un alto en el camino en la ciudad arcadia de Tegea, donde deja embarazada a la princesa Auge sin que lo sepa su padre (Diod. IV 33; Apd.: II 7.4).
El oráculo. El rey Áleo había sido advertido por un oráculo (Alcidamante, Odiseo 12) que si su hija Auge tuviera un hijo, mataría a sus tíos maternos (Hipótoo y Nereo en Higino, hermanos de Auge también son Cefeo y Licurgo, abuelo de Atlanta y de Milanión). Para evitarlo, Áleo hace a su hija sacerdotisa de Atenea y por tanto tiene prohibido tener hijos bajo pena de muerte. Pero llega Hécules ebrio, entra en el templo y viola a Auge. De su unión, nació un niño que fue escondido por Auge en el templo de Atenea.
El niño expósito. Aleo descubrió que su hija rompió el voto de castidad, cuando a causa de una peste que estaba asolando el país, visitó el templo de Atenea. Luego tomó al bebé y lo expuso en el monte Partenio. Pero los dioses se hicieron cargo de él y sobrevivió, siendo alimentado por una cierva que acababa de tener a su cervatillo.
El mito del niño expósito tiene una gran cantidad de ejemplos dentro de la mitología; el nieto de Minos, Mileto fue expuesto y sobrevivió (Ant. Lib. 30); Ecmágoras, hija de Fíalo, a quien rescató Heracles avisado por un arrendajo (Pausanias VIII 12,2); Egisto fue amamantado por una cabra (Hig. 87,88 y 234; Eliano, Historias curiosas 12.24); el ateniense Hipótoo, hijo de Poseidón y Álope, fue amamantado por una yegua (Higino: Fábulas 173 y 187; Pausanias: I, 5.2, 38.4, 39.3); los gemelos Anfión y Zeto fueron expuestos pero un boyero los encontró (Apd. III 5); Asclepio fue alimentado por una cabra y luego salvado por un pastor (Paus. II 26.1); Atalanta fue abandonada por su padre pero una osa vino y la alimentó hasta que los cazadores la encontraron (Apd. III 9.2; Eliano, Historias curiosas 13.1) y la misma Atalanta abandonó en el bosque a su hijo Partenopeo (Hig. Fáb. 99), compañero de Télefo y uno de los Siete; los gemelos Licasto y Parrasio, hijos de Ares y Filónome, fueron amamantados por una loba y luego salvados por un pastor (Plutarco, Compendio de historias paralelas griegas y romanas 36); Meliteo, hijo de Zeus y Otreide, también fue expuesto y salvado por las abejas que lo alimentaron (Ant. Lib. 13); Dafnis alimentado por una cabra y Cloe por una oveja (Longo de Lesbos, Dafnis y Cloe); Pelías y Neleo también fueron expuestos por Tiro (Apd. I 9.5); Edipo de Tebas (Apd. III 5.7); los gemelos Rómulo y Remo; Paris de Troya...
Exilio de Auge. Áleo entrega a Auge a Nauplio con el encargo de venderla en el extranjero o puede que de arrojarla al mar. No será la primera vez que el rey de Nauplia se le encomienda una misión de estas características porque su puerto es el más importante de la región de Argos-Micenas. En su camino hacia Argólida, en el monte Partenio, Auge se retiró a un matorral y en secreto dio a luz. En ese lugar posteriormente se construyó un templo a Ilítia que tiene una estatua de Auge arrodillada. A su hijo dejó oculto en los arbustos. Nauplio, ignorando lo sucedido, la llevó al puerto pero en lugar de ahogarla, la entregó a unos carios que estaban a punto de navegar a Misia. Auge fue llevada a la corte de Teutrante. En otra versión, Auge es abandonada en una barca en el mar y descubierta en la orilla por el rey Teutrante (así aparece en el panel 10 del friso de Télefo del Altar de Pérgamo).
Teutrante. En una ocasión que Teutrante cazaba en el monte Teutras, un jabalí se escapó y se refugió en el templo de Ártemis Ortosia. Ártemis devolvió la vida al jabalí y castigó a Teutrante con la lepra. Sin embargo, su madre, Leucipe, se apresuró a ir al bosque, llevando consigo al profeta Poliído que apaciguó a Ártemis con generosos sacrificios. Teutrante se curó de su lepra por medio de la piedra antipates, que todavía se encuentra en cantidades en la cumbre del monte Teutras. Leucipe erigió un altar a Ártemis Ortosia y mandó hacer un jabalí mecánico con cabeza de hombre enteramente de oro y que cuando se le persigue se refugia en el templo y pronuncia las palabras «¡Perdóname la vida!» (Plut., Sobre los ríos 21). Teutrante tomó a Auge y la cuidó como una hija por indicación de los dioses. Heracles las sedujo en Asia cuando camino a Troya para reclamar los caballos de Laomedonte (Alcidamante, Odiseo 14).
Corito. El niño es amantado por una cierva y así lo encuentran unos pastores que lo recogen y crían poniéndole el nombre de Télefo (thele, mama + elephos, cierva). Criado por Coritos, el gobernante local. Télefo se crió al lado de otro niño abandonado en el monte, Partenopeo, hijo de Atlanta (Pausanias: VIII 54.5; Apolodoro: III 9.1; Diodoro Sículo: IV 33; Higino: fábula 99). Con el tiempo, acudirá al oráculo de Delfos para averiguar quienes son sus padres.
Seducida por Heracles. Áleo, hijo de Afidas, hijo de Arcas, hijo de Zeus y Calisto, casado con Neera, hija de Pereo, hijo de Élato, quien era rey en el Monte Cilene en Arcadia y también hijo de Arcas reina en Tegea donde construye el templo de Atenea Elea (Paus.: III 15.7, 19.7 y 53 5) donde su hija Auge es sacerdotisa. Cuando Hércules cuando regresa a Etolia después de su venganza contra Hipocoonte de Esparta, hace un alto en el camino en la ciudad arcadia de Tegea, donde deja embarazada a la princesa Auge sin que lo sepa su padre (Diod. IV 33; Apd.: II 7.4).
El oráculo. El rey Áleo había sido advertido por un oráculo (Alcidamante, Odiseo 12) que si su hija Auge tuviera un hijo, mataría a sus tíos maternos (Hipótoo y Nereo en Higino, hermanos de Auge también son Cefeo y Licurgo, abuelo de Atlanta y de Milanión). Para evitarlo, Áleo hace a su hija sacerdotisa de Atenea y por tanto tiene prohibido tener hijos bajo pena de muerte. Pero llega Hécules ebrio, entra en el templo y viola a Auge. De su unión, nació un niño que fue escondido por Auge en el templo de Atenea.
El niño expósito. Aleo descubrió que su hija rompió el voto de castidad, cuando a causa de una peste que estaba asolando el país, visitó el templo de Atenea. Luego tomó al bebé y lo expuso en el monte Partenio. Pero los dioses se hicieron cargo de él y sobrevivió, siendo alimentado por una cierva que acababa de tener a su cervatillo.
El mito del niño expósito tiene una gran cantidad de ejemplos dentro de la mitología; el nieto de Minos, Mileto fue expuesto y sobrevivió (Ant. Lib. 30); Ecmágoras, hija de Fíalo, a quien rescató Heracles avisado por un arrendajo (Pausanias VIII 12,2); Egisto fue amamantado por una cabra (Hig. 87,88 y 234; Eliano, Historias curiosas 12.24); el ateniense Hipótoo, hijo de Poseidón y Álope, fue amamantado por una yegua (Higino: Fábulas 173 y 187; Pausanias: I, 5.2, 38.4, 39.3); los gemelos Anfión y Zeto fueron expuestos pero un boyero los encontró (Apd. III 5); Asclepio fue alimentado por una cabra y luego salvado por un pastor (Paus. II 26.1); Atalanta fue abandonada por su padre pero una osa vino y la alimentó hasta que los cazadores la encontraron (Apd. III 9.2; Eliano, Historias curiosas 13.1) y la misma Atalanta abandonó en el bosque a su hijo Partenopeo (Hig. Fáb. 99), compañero de Télefo y uno de los Siete; los gemelos Licasto y Parrasio, hijos de Ares y Filónome, fueron amamantados por una loba y luego salvados por un pastor (Plutarco, Compendio de historias paralelas griegas y romanas 36); Meliteo, hijo de Zeus y Otreide, también fue expuesto y salvado por las abejas que lo alimentaron (Ant. Lib. 13); Dafnis alimentado por una cabra y Cloe por una oveja (Longo de Lesbos, Dafnis y Cloe); Pelías y Neleo también fueron expuestos por Tiro (Apd. I 9.5); Edipo de Tebas (Apd. III 5.7); los gemelos Rómulo y Remo; Paris de Troya...
Exilio de Auge. Áleo entrega a Auge a Nauplio con el encargo de venderla en el extranjero o puede que de arrojarla al mar. No será la primera vez que el rey de Nauplia se le encomienda una misión de estas características porque su puerto es el más importante de la región de Argos-Micenas. En su camino hacia Argólida, en el monte Partenio, Auge se retiró a un matorral y en secreto dio a luz. En ese lugar posteriormente se construyó un templo a Ilítia que tiene una estatua de Auge arrodillada. A su hijo dejó oculto en los arbustos. Nauplio, ignorando lo sucedido, la llevó al puerto pero en lugar de ahogarla, la entregó a unos carios que estaban a punto de navegar a Misia. Auge fue llevada a la corte de Teutrante. En otra versión, Auge es abandonada en una barca en el mar y descubierta en la orilla por el rey Teutrante (así aparece en el panel 10 del friso de Télefo del Altar de Pérgamo).
Teutrante. En una ocasión que Teutrante cazaba en el monte Teutras, un jabalí se escapó y se refugió en el templo de Ártemis Ortosia. Ártemis devolvió la vida al jabalí y castigó a Teutrante con la lepra. Sin embargo, su madre, Leucipe, se apresuró a ir al bosque, llevando consigo al profeta Poliído que apaciguó a Ártemis con generosos sacrificios. Teutrante se curó de su lepra por medio de la piedra antipates, que todavía se encuentra en cantidades en la cumbre del monte Teutras. Leucipe erigió un altar a Ártemis Ortosia y mandó hacer un jabalí mecánico con cabeza de hombre enteramente de oro y que cuando se le persigue se refugia en el templo y pronuncia las palabras «¡Perdóname la vida!» (Plut., Sobre los ríos 21). Teutrante tomó a Auge y la cuidó como una hija por indicación de los dioses. Heracles las sedujo en Asia cuando camino a Troya para reclamar los caballos de Laomedonte (Alcidamante, Odiseo 14).
Corito. El niño es amantado por una cierva y así lo encuentran unos pastores que lo recogen y crían poniéndole el nombre de Télefo (thele, mama + elephos, cierva). Criado por Coritos, el gobernante local. Télefo se crió al lado de otro niño abandonado en el monte, Partenopeo, hijo de Atlanta (Pausanias: VIII 54.5; Apolodoro: III 9.1; Diodoro Sículo: IV 33; Higino: fábula 99). Con el tiempo, acudirá al oráculo de Delfos para averiguar quienes son sus padres.
El silencio de Télefo. Télefo (en la tragedia perdida de Esquilo llamada Los Misios) hace su viaje a Misia sin voz y sólo recupera el habla a su llegada. Aunque el motivo del viaje no es averiguar sus orígenes sino el exilio de Télefo por el asesinato de sus tíos Hipótoo y Nereo (en el comentario del libro de Poética de Aristóteles: el asesino evita el trato con los hombres hasta su absolución).
Guerra con Idas. El rey Teutrante había adoptado a Auge como hija (Higino Fáb. 99, 100, 101). Cuando llega Télefo a Misia, acompañado de Partenopeo, se encuentra al reino sitiado por Idas, hijo de Afareo. Télefo ayuda a Teutrante a derrotar a su enemigo y éste le promete la mano de su hija adoptiva Auge.
El reconocimiento. Auge había prometido no volver a tener contacto carnal con varón. Tenía una espada preparada para matar a su propio hijo y lo hubiera hecho de no aparecer una enorme serpiente. Entonces arroja la espada y le revela sus intenciones. Cuando Télefo se dispone a matar a su madre, ésta invoca a Hércules, siendo entonces cuando reconoce a su madre.
Télefo rey de Misia:
La guerra de Troya. Telefo reinaba en Misia cuando el país fue invadido por los aqueos, quienes con la intención de atacar a Troya debido al secuestro de Helena dos años antes, desembarcaron por error a Misia y la saquearon. Los misios se defendieron enérgicamente y repelieron a los invasores, matando a Tersandro, hijo de Polinices y nieto de Edipo. Durante la batalla a orillas del río Caico, cuando los helenos están a punto de ser derrotados, Dioniso hace tropezar a Télefo en una rama de vid, como agradecimiento por los sacrificios de Agamenón (Escolio Il. I 59; Licofrón 206). Aquiles hiere al rey caído con su lanza en el muslo. Esta equivocación obligó a los aqueos a regresar a Grecia y condujo a una segunda reunión varios años después en Áulis, puerto de Beocia (Apd. Ep. III 17; Pínd.: Odas olímpicas IX 70; Tzetzes: Sobre Licofrón 206 y 209; Homero: Ilíada XVI 140).
Tersandro fue enterrado en la Elea misia, donde tiene ahora un altar de héroe. El mando del contingente beocio pasó a Peneleo, y luego, cuando a éste le mató Eurípilo, el hijo de Télefo, a Tisámeno, hijo de Tersandro, quien todavía no era mayor de edad cuando murió su padre. En alguna versión, Tersandro sobrevivió y fue uno de los que se ocultaron en el Caballo de Madera (Pausanias: IX 5.7; Virgilio: Eneida II 261).
Nireo y Hera. Nireo era el hijo del rey Caropo de Sime (Symi) y la cárite Aglaya. Era reconocido por su belleza excepcional, el segundo hombre más guapo en el campamento griego después de Aquiles (Diod. 5. 53. 2; Hig. Fáb. 270; Eurípides, Ifigenia en Áulis, 204). Nireo fue uno de los pretendientes de Helena y se unió a la campaña contra Troya con tres naves (Ilíada II 672; Apd. IV 3. 13; Hig. 97). En Misia, Nireo mató a la esposa de Télefo, Hiera, quien luchaba desde un carro como una Amazonas (Filóstrato, Heroico, 18; Tzetzes, Antehomerica, 287). Nireo no destacaba por su habilidad guerrera y fue asesinado por Eurípilo, hijo de Télefo (Q. E. Posth., VI 410; Dictis IV 17; Hig. 113) o por Eneas (Dares, 21). Nireo sobrevivió a la guerra y, junto con Toante, atrapado en la tormenta que dispersó los barcos griegos, desembarcó primero en Libia y luego navegó hacia Argirino (Epiro) y las montañas Ceraunian, donde se estableció cerca del monte Lacminión y el río Aias (Viosa) (Tzetzes Sobre Lycofron, 1011).
Casa del relieve de Télefo. Herculano. |
La lanza de Aquiles. Los griegos reunieron sus fuerzas en Áulis pero nadie podía mostrarles el camino a Troya. Mientras tanto, la herida de Télefo no estaba curada. Después de consultar el oráculo de Apolo, se enteró de que lo mismo que lo había herido era el mismo que lo curaría. Télefo vestido con harapos apareció en Argos para rogarle a Aquiles que curara su herida. Siguiendo el consejo de Clitemnestra, arrebató al pequeño Orestes y amenazó con matarlo si no le ayudaba. Los aqueos aceptaron porque un oráculo había dicho que Troya no podría ser tomada sin la ayuda de Télefo. Aunque Aquiles ignoraba el arte de la curación, Odiseo interpretó que Apolo se refería a la lanza la causante de la herida (Hig., Fáb. 101). Así rasparon orín de la lanza en la herida, y Télefo fue curado (de la misma manera que Melampo curó la infertilidad a Íficlo, hijo de Fílaco, Cf. Apd. I 9.12) por la misma lanza cenicienta que Peleo había recibido de Quirón cuando se casó con Tetis. Aquiles la recibió de su padre y la llevó a la guerra en Troya. Los aqueos lo invitaron a unirse a la expedición, pero Télefo siendo yerno de Príamo, se negó. Sin embargo, les enseñó el camino a Troya antes de regresar a Misia. (Epít. 3.19, Hig. Fáb. 101; Propercio II 1.63; Eur. Télefo; Cf. Aristófanes, Acarnianos).
Astíoque. Télefo se caso con Laódice, hija de Príamo, Argíope, hija de Teutrante o Astíoque, hija de Laomedonte y hermana de Príamo. Príamo sobornó a Astíoque con una vid de oro para persuadir a su hijo Eurípilo de ir a la Guerra de Troya. Al acabar la guerra, junto con sus hermanas Etila y Medesicate, fue llevada cautiva después del saqueo de Troya y llegaron a Italia. Las hermanas temiendo ser esclavizadas en Grecia, prendió fuego a los barcos griegos junto al río Neeto (Estrabón VI 1.12) y fueron llamadas Naupréstides (Apd. Ep. III 6.15; Tzetzes Sobre Licofrón, 921).
Eurípilo. El hijo de Télefo, acudió como aliado de Troya con un ejército de misios, y Príamo le prometió la mano de su hija Casandra. Eurípilo mató al cirujano Macaón (en otra versión, Macaón es asesinado por la amazona Pentesilea, que era aliada de Príamo por haberla purificado de la muerte de su hermana Hipólita durante la boda de Teseo y Fedra); por éste motivo en el templo de Asdepio en Pérgamo, los servicios religiosos comienzan con un himno celebrando a Télefo, fundador de la ciudad, no se puede pronunciar el nombre de su hijo Eurípilo. Neoptólemo, hijo de Aquiles, mató a Eurípilo en el transcurso de la guerra (Escolio Odisea XI 520; Dictis IV 14; Pausanias: III 26.7; Apd.: Ep. 5.12).
Tirreno o Tirseno. Tirreno es el líder de un contingente pelasgo que emigró en la antigüedad de Lidia (Asia Menor) a Etruria, que recibió su nombre. Tirsenus era hijo de Heracles y Ónfale; o de Atis y Calitea; o de Télefo (DH. I 27.1, I 28.1; Hdt. I 94).